cerveza | chop | chopp – 25/03/2011 ¿Cuál es la palabra que se utiliza en algunos países hispanoamericanos para referirse a una cerveza grande? Chop (también c hopp ) se utiliza en países hispanoamericanos como Argentina, Perú, Bolivia, Uruguay o Paraguay para referirse a ‘una jarra o copa de tamaño grande para beber cerveza’ y como metonimia: ‘contenido de este recipiente’.
¿Cómo se escribe Shop o schop?
Shop sustantivo (plural: shops)
¿Qué es un shop de cerveza?
jueves 17, octubre 2019 10:51 Hrs Aunque el término se utiliza para nombrar al tipo de vaso clásico de las fuentes de soda, en Chile se emplea como un sinónimo del brevaje. Tecnicamente, un schop es aquel vaso de vidrio grueso y con un asa para tomarlo que se emplea en la mayoría de las fuentes de soda chilenas para beber cerveza recién salida de barril.
¿Cuánto es un chop de cerveza?
Chopp: Es una jarra alemana, originalmente era de metálica. Suele tener el equivalente a 330 cc.
¿Qué significa schop?
En ciertos países de latinoamerica, como por ejemplo Perú, Chile, entre otros, se utiliza la palabra «Schop» y esta no es mas que un termino para referirse a la cerveza embarrilada, es decir de barril, que en general están presurizados. Este, en realidad, no es un asunto definido completamente, ya que se suele conocer como «Chop» o «Schopp» también al Vaso Cervecero,
Si nos remontamos un poco a la historia, hay una palabra que se conoce como «Schoppen», originaria de Alemania, que en su principio se refería a un recipiente pero con el paso del tiempo se termino utilizando para una medida a la cual servir bebidas, generalmente entre un cuarto o medio litro, según el lugar.
A pesar de esto, el termino Schoppen fue también sinónimo del vaso de cerveza que tenia la capacidad antes mencionada, pero adoptando en países de sudamerica el nombre de «Schopp». Pasemos en limpio, un Schopp es un vaso cervecero servido. En algunos países como Perú se lo puede encontrar también como « Chop «, o como en Argentina o Brasil que se lo conoce como « Chopp «.
Todo esto nos da también una idea de donde viene lo que conocemos como Chopera, verdad? Ahora bien, si vamos a otros significados de la palabra Chopp, o como la quieras llamar, se puede utilizar para denominar a la cerveza que comúnmente pedimos en los bares o pubs, a la cerveza de barril, y no a la presentación común en botellas,
Otro dato es que, por ejemplo, en inglés no se encuentra una traducción literal para el Schop, lo que hacen es agrupar todo lo que es cerveza en barril, utilizando los términos «Draft» Beer o «Draught», aun que sea o no a presión. Entonces, si tenemos que hacer un «versus» entre Chopp y Cerveza de Botella, vamos a usar el termino « Chopp » refiriéndonos a la cerveza de barril.
¿Qué significa tienda Shop?
Diferencia de uso en inglés entre shop y store
|
/td>
table>
table>
Accede a Ejercicios Resueltos de Gramática inglesa para practicar y reforzar la teoría.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: La Mansión del Inglés. https://www.mansioningles.com © Copyright La Mansión del Inglés C.B. – Todos los Derechos Reservados, – : Diferencia de uso en inglés entre shop y store
¿Qué diferencia hay entre el shop y la cerveza?
Schop – Según la etimología de la palabra y su historia, más allá que en algunos países como Argentina o Brasil se conoce como Schop al vaso de cerveza, este concepto de Chopp viene a referirse a la cerveza de barril. Esto quiere decir que, históricamente y en algunos países, pedir un Schop no es simplemente un vaso de cerveza, sino que es un vaso de cerveza con cerveza de barril únicamente, de aquí viene la gran diferencia entre Schop y cerveza de botella.
¿Cuánto es un schop?
Los gramos de alcohol en sangre, que determina la sanción para los conductores ebrios, dependen de la graduación de la bebida y del volúmen ingerido.24horas.cl Tvn Da igual tomarse un schop de 350 ml que 45 ml de pisco. La cantidad de alcohol en sangre va a ser la misma y, por ende, sus efectos y la multa, El cálculo depende de la cantidad de líquido ingerido y de la graduación de la bebida. Una cerveza contiene 6 grados de alcohol por cada 100 ml, frente a los 40 del pisco por 100 ml.
- Sin embargo, una copa tiene 45 ml de pisco, frente a los 350 ml de la cerveza.
- Por tanto, se compensa los gramos de alcohol en sangre entre las dos bebidas porque se toma menor cantidad del pisco, que tiene una mayor concentración de alcohol.
- Lo único que determina la tolerancia al alcohol es el peso.
“La misma cantidad que se toma una persona que pesa 80 kilos tiene menos alteraciones de una que pesa 45, porque tiene mayor masa de distribución”, explica el doctor Arturo Schonffeldt, toxicólogo de la Clínica Santa María. Calculadora de alcohol El Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda) pone a disposición de todo ciudadano una calculadora para identificar los gramos de alcohol en sangre en función de la complexión de cada uno y del período de tiempo en el que se efectuó el consumo.
0,15 gramos por litro de sangre. | Disminución de reflejos y dificultad para mantenerte en línea recta y medir las distancias. |
0,3 gramos por litro de sangre. | Perturbación de movimientos, “se anda en zigzag”, dice el doctor, y disminución de agudeza mental para resolver problemas. |
0,5 gramos por litro de sangre. | Disminución de la capacidad de reacción, “te puedes salir de una curva”, advierte Schonffeldt; se acentúa la disminución de los reflejos y de la percepción de riesgo, por lo que “se maneja a más velocidad y con mayor agresión al volante”, apunta el toxicólogo. |
0,8 gramos por litro de sangre. | Se altera el comportamiento y existen dificultades de expresión. |
1 gramos por litro de sangre. | Pérdida de control de los movimientos y disminución de la capacidad intelectual. |
1,5 gramos por litro de sangre. | ” Los reflejos ya no responden y te quedas dormido. Eres agresivo y tranquilo a la vez”, explica el doctor. |
3 gramos por litro de sangre. | Estado de coma y hospitalización. |
Los efectos del alcohol tardan entre 6 y 8 horas en desaparecer, según explica el doctor Schonffeldt, por lo que recomienda no manejar hasta transcurrido ese período. Además, aconseja beber con moderación, no mezclar destilados con bebidas fermentadas y tener claro que “el alcohol deprime tus reflejos, “aunque la dosis sea mínima”. “Ley Emilia” aumentará las sanciones para los conductores
¿Cómo se llama dispensador de cerveza?
Una torre de cerveza, también conocida como un dispensador portátil de cerveza, dispensador tritón o jirafa, es un aparato dispensador de esa bebida utilizado en bares y restaurantes. Su finalidad es posibilitar que clientes de un mismo grupo puedan servirse la cantidad deseada sin pedirla de forma individual.
¿Cuánto tiene un vaso de Chopp?
La capacidad es de 600 ml.
¿Cuánto cuesta el chopp de cerveza Pilsen?
PILSEN 630ML A SOLO s/ 5.50.
¿Cómo se escribe Cream Shop?
Breyer opened his first retail i c e cream shop i n 1 882. unilever.tt unilever.tt | Breyer abri su p ri mera heladera en 1 88 2. unilever.tt unilever.tt |
As we passed the Eskimo i c e cream shop w e d ecided to start dinner with dessert, kid style. nphnicaragua.org nphnicaragua.org | Cuando pasamos por la nevera decidimos comenzar la cena con el postre, al estilo infantil. nphnicaragua.org nphnicaragua.org |
I recently came across a little girl, no more than six years old, throwing large stones at a wooden open-air kiosk used in summertime as an i c e – cream shop, unesdoc.unesco.org unesdoc.unesco.org | Hace poco sorprend a una nia de no ms de seis aos lanzando enormes pedruscos contra un quiosco de madera que se utiliza en verano p ar a ven der helados en un es pa cio al aire libre. unesdoc.unesco.org unesdoc.unesco.org |
Everyone is moving out here fast,” says a smiling Ellen Kole inside her new i c e – cream shop, unesdoc.unesco.org unesdoc.unesco.org | Afluye gente de todas partes”,observa Ellen Kole en la heladera que acaba de abrir. unesdoc.unesco.org unesdoc.unesco.org |
Staying for sunset and a homemade scoop at the main street’s only i c e cream shop a r e two must-dos. aarpsegundajuventud.org aarpsegundajuventud.org | Hay dos cosas que no deben dejarse de hacer: quedarse para ver la puesta del sol y saborear un helado de receta casera de la ni ca tienda de l a calle principal que los vende. aarpsegundajuventud.org aarpsegundajuventud.org |
More than 12,000 people came to see the Republican candidates speak about job training and lower taxes in front of an i c e cream shop, america.gov america.gov | Ms de 12.000 personas acudieron a escuchar los discursos de los candidatos republicanos sobre formacin laboral y reduccin de impuestos pronunciados enfrente de una heladera. america.gov america.gov |
RFID at the i c e cream shop discoverrfid.org discoverrfid.org | RFID en l a heladera discoverrfid.org discoverrfid.org |
And, on the other side of the square, there is an exquisite i c e cream shop, piccolituristi.turismoroma.it piccolituristi.turismoroma.it | Y al otro lado de la plaza puedes degust ar un helado exquisito, piccolituristi.turismoroma.it piccolituristi.turismoroma.it |
The first ParadIS i c e cream shop w a s inaugurated in Denmark in 2000. e-conomic.com e-conomic.com | L a prime ra tienda de helados de ParadIS s e inaugur en Dinamarca en el ao 2000. e-conomic.es e-conomic.es |
Well, it didn’t matter because Nick felt like he had accomplished something even considering it wasn’t a heroic movie rescue, and his only reward was being one street’s width closer to the i c e cream shop, almightydad.com almightydad.com | Bueno, ya no importaba porque Neil senta que haba alcanzado algo, aun cuando no se trataba de una heroica pelcula de rescates, y su nica recompensa era estar una calle m s cerc a d e l a tienda d e helados, almightydad.com almightydad.com |
Busted in Salt Lake City was the manager of a Ben and Jerry’s I c e Cream Shop a n d a clerk at the airport’s candy store. mariaesalinas.com mariaesalinas.com | En Salt Lake City arrestaron a la cajera de una dulcera, y la gerente de un a tienda d e helados. mariaesalinas.com mariaesalinas.com |
Usually these outings are to the beach, pool and i c e cream shop, nphdr.org nphdr.org | Generalmente estas salidas son a la playa, a la al berca y a comprar h elado, nphdr.org nphdr.org |
With a Taylor combination freezer you have a complete i c e cream shop i n t he footprint of one freezer. taylor-company.com taylor-company.com | Con un congelador combinado de Taylor, usted tiene una heladera completa en un solo congelador. taylor-company.com taylor-company.com |
Sherb’s was the name of a small i c e cream shop t h at opened on South West Avenue, in Kankakee, Illinois on August 4, 1938. historicstockmarket.de historicstockmarket.de | Sherb’s era el nombre de una peque a heladera q ue abri en South West Avenue, en Kankakee, Illinois el 4 de agosto de 1938. historicstockmarket.de historicstockmarket.de |
Before that, there was an i c e cream shop, degustantigua.com degustantigua.com | Antes d e ellos haba u na heladera. degustantigua.com degustantigua.com |
Paola is waiting with her mother and sister next to the i c e cream shop, liquidacion.org liquidacion.org | Paola est esperando a su hermana y su madre al lado de una heladerda. liquidacion.org liquidacion.org |
Because from a central system, connected on the net, you can control the productivity (would you like to know what one of your i c e – cream shop 3 0 0 km. away produced? ecodos.com ecodos.com | Porque desde un ordenador, via red, se puede controlar la productividad (queres saber que ha producido vu es tra heladera a 3 00 km. de distancia? ecodos.com ecodos.com |
We rent i c e – cream shop a l re ady set up in good position. dolcefreddo.net dolcefreddo.net | Alquilam os heladeras y locales en buena posicin comercial. dolcefreddo.net dolcefreddo.net |
In March 1989 Marco, third generation’s son of the Ciampini family, dear to Romans for the delicious ice-creams and the famous “Tartufo al Cioccolato”, took over in Viale Trinit dei Monti the old “Caf du Jardin”, turning the simple bar into the restaurant and i c e – cream shop ” C af f Ciampini”, with a beautiful garden and a wonderful veranda which is suitable both for a business lunch and for an aperitif or a cocktail at sunset or a romantic dinner rich in atmosphere. caffeciampini.com caffeciampini.com | En marzo de 1989 Marco, hijo de la tercera generacin de la familia Ciampini, querido por los romanos para sus helados y la famosa “Tartufo al Cioccolato”, adquiri en Viale Trinit dei Monti, el antiguo Caf du Jardin, transformndola de un simple caf en el bar Ciampini, Bar Restaurante y heladeria, con un hermoso y acoge do r porche, ro deado de verdor del jardn, perfecto para un elegante almuerzo de trabajo, para tomar una copa en la puesta de sol o una cena romntica rica de atmsfera. caffeciampini.com caffeciampini.com |
Your i c e cream shop c a n increase its sales power if a banner with your brand, and images or pictures of delicious ice creams,are placed on the front part of the equipment. finamac.com.br finamac.com.br | S u heladera pu ed e ganar mucho mas poder de venta si fuese adicionado, en la parte de enfrente del equipo, un banner con su marca y diseos o una foto de deliciosos helados. finamac.com.br finamac.com.br |
If the customer does not go to the i c e cream shop, t he i c e cream shop h a s got to go to the customer. cadkat.com cadkat.com | Si el cliente no vien e hasta los helados, entonces los helados tienen qu e ir hasta el cliente. cadkat.com cadkat.com |
We have services about 2 restaurants with international food and typical gastronomy of the region Murcia, an i c e – cream shop, s up ermarket, sailing school where you can practice aquatic ski and windsurfing, etc. lasgondolas.com lasgondolas.com | Entre los servicios disponibles destacamo s dos r estaurantes de cocina internacional y gastronoma tpica de la Regin de M urcia, Heladera, Super me rcado, Escuela de Vela dnde se prctica esqu acutico, windsurfing lasgondolas.com lasgondolas.com |
Either for street selling, i c e – cream shop o r f ast food restaurant like Sundae, we have all the products and solutions for this segment of ice-cream market. progelcone.com progelcone.com | Sea para venta ambulante, en heladeras o para restauracin rpida como Sundae, tenemos todos los productos y soluciones para este segmento de mercado heladero. progelcone.com progelcone.com |
The I c e cream shop w a s on the opposite leg of the building from where he stood. almightydad.com almightydad.com | L a tienda de h elados se encontraba en el lado opuesto de donde el se encontraba. almightydad.com almightydad.com |
Here you can find avalable businesses or premises to start an i c e – cream shop, dolcefreddo.net dolcefreddo.net | En esta pgina, podeis encontrar locales o negocios idoneos para montar una heladera. dolcefreddo.net dolcefreddo.net |
The OCEAN LAVA LANZAROTE TRIATHLON run is a three loop course and after the transition you run out to the turnpoint at Playa Los Pocillos just after the best I c e cream shop o n t he Island and before the Sea Side Hotel Jameos del Agua back; you do this x 3. oceanlava.com oceanlava.com | La carrera a pie del OCEAN LAVA TRIATHLON LANZAROTE consiste en un recorrido a 3 vueltas que va desde la zona de transicin hasta la Playa Los Pocillos justo despus del la mejor heladera de la isla y antes del Hotel Jameos del Agua. oceanlava.com oceanlava.com |
If the owner of an i c e – cream s t al l or hard wa r e shop w e re to do his accounts in the same way, it would be unlawful and lead to legal action by the tax office. europarl.europa.eu europarl.europa.eu | Si el propietario de un pu esto de helados o de una tienda de har dwar e hiciera esto con su contabilidad, sera ilegal y las autoridades fiscales emprenderan acciones legales contra l. europarl.europa.eu europarl.europa.eu |
I c e cream i s p roduced in ea c h shop e v er y day so that it’s always fresh and has the best possible taste. e-conomic.com e-conomic.com | C a da tienda pr oduc e diariamente el he la do para qu e est siempre fresco y su sabor sea de alta calidad. e-conomic.es e-conomic.es |
¿Cuánto es dos chops de cerveza?
¿De qué depende la cantidad de alcohol en sangre? ¿Se puede hacer algo para que disminuya rápidamente? ¿Qué pasa cuando un conductor da positivo? – 28/03/2019 10:19
- Clarín.com
- Ciudades
Actualizado al 02/07/2019 13:19 El alcohol está presente en más del 30% de los accidentes mortales, lo que lo convierte en uno de los principales factores de riesgo vial: hay que saber que cuando se toma alcohol y se maneja, la fatalidad es cuestión de tiempo.
En este artículo, se repasan los puntos relacionados con esta temática para despejar las dudas. ¿Qué es la tasa de alcoholemia? La alcoholemia representa el volumen de alcohol que hay en la sangre y se mide en gramos de alcohol por cada litro de sangre (g/l) o su equivalente en aire espirado (los controles de alcoholemia que se hacen en la Ciudad son así, miden el aire).
Los valores tolerados son 0.5 g/l para conductores particulares; 0.2 g/l para motociclistas (el GCBA comenzó a testearlos recientemente) y 0 para profesionales y principiantes. Una curiosidad: los acompañantes en moto no pueden tener más de 0.5 g/l y esto tiene que ver con que, en caso de estar alcoholizados, podrían hacer que el conductor pierda el control del vehículo. El Gobierno porteño incorporó controles de alcoholemia específicos para motociclistas. Foto: Germán García Adrasti ¿A cuánta bebida equivalen 0,5 gramo de alcohol en sangre? Como regla general, se puede decir que es el equivalente a dos copas y media de vino o dos chops de cerveza como máximo.
- De la clase de bebida. Las bebidas alcohólicas tienen diferente concentración de alcohol. No es lo mismo un vaso de cerveza que uno de whisky, aunque la cantidad de líquido sea la misma. Otra cosa a tener en cuenta es que el alcohol de las bebidas fermentadas (vino, cerveza) se absorbe más lentamente que el de las destiladas (whisky, gin).
- De la rapidez con que se toma. Cuanto más rápido se bebe, mayor es la velocidad de absorción y la cantidad total de alcohol que pasa a la sangre. Por eso es recomendable tomar pausadamente e intercalar agua o bebidas sin alcohol entre cada trago.
- De si el estómago está lleno o vacío. Cuando se bebe sin haber comido y el tubo digestivo está vacío, la cantidad de alcohol que pasa a la sangre es mayor y lo hace de forma más rápida. Por eso, siempre hay que comer antes de beber alcohol.
- De la edad. Las personas menores de 18 años y las mayores de 65 son más sensibles a los efectos del alcohol. Además, unos por inexpertos y los otros por veteranos, a esas edades no se tiene la mejor aptitud para conducir, con lo cual el agregado del alcohol aumenta la vulnerabilidad.
- Del género. El alcohol se procesa de forma distinta en varones y en mujeres: ellas pueden presentar tasas de alcoholemia más altas pese a haber tomado la misma cantidad que los varones, algo que se acentúa cuanto más jóvenes son.
- Del peso. Una persona delgada puede tener una tasa de alcoholemia mayor a la de una persona robusta pese a haber bebido lo mismo.
- De la hora del día. Cuando dormimos, la eliminación del alcohol es mucho más lenta que durante el día. Por eso, si antes de acostarte consumiste mucho alcohol es posible que a la mañana tu alcoholemia aún sea positiva. Dormir algunas horas no es suficiente para garantizar una conducción segura.
Los controles se hacen con un alcoholímetro, que mide el nivel de alcohol en el aire espirado. Foto: Germán García Adrasti ¿Cuáles son los efectos del alcohol en la conducción? Cuando se toma alcohol, el primer efecto es negar que algo malo puede pasar: “Yo lo controlo”, siente el conductor.
- Esa falsa seguridad hace que tolere un nivel de riesgo aumentado.
- Se deteriora el sentido de la responsabilidad y de la prudencia y se potencian conductas impulsivas y agresivas.
- Una persona bajo los efectos del alcohol percibe peor las luces, las señales, las distancias y las velocidades; puede experimentar la visión en túnel; sus ojos se fatigan con mayor facilidad, y pierde la coordinación.
En ese estado se cometen muchos errores al volante y la toma de decisiones se vuelve más lenta. Los falsos mitos sobre la alcoholemia: las creencias que hay que desterrar
- “No hay peligro si estoy por debajo de 0.5”. Falso: antes de los 0,5 g/l de alcohol en sangre ya se pueden observar alteraciones en la capacidad para conducir.
- “Si tomo durante muchas horas pero poco no doy positivo”. Falso: la eliminación del alcohol del organismo es lenta, por lo que si se consumen pequeñas cantidades pero de manera continua durante muchas horas, la alcoholemia puede ser muy alta al final del día.
- “Un café y estoy como nuevo”. Falso: ni el café, ni el té, ni darse una ducha, ni dormir un poco son remedios eficaces para reducir el nivel de alcohol en sangre.
- “Yo sé cómo no dar positivo”. Esto es una gran tontería. Pese a ello, circulan todavía supuestos trucos para zafar en un control. La realidad es que hacer ejercicio para transpirar, masticar chicles, chupar caramelos de menta, masticar granos de café, ingerir aceite, fumar, usar sprays bucales, tomar un litro de agua, etc., no enmascara al alcohol. La única solución es descansar y esperar que el organismo lo elimine al cabo de algunas horas, que varían de acuerdo a la cantidad que se haya tomado.
¿Qué pasa cuando un conductor da positivo en un control de alcoholemia? La grúa se lleva el auto, que recién puede ser retirado de la playa de infractores al día siguiente, porque no está permitido que un acompañante tome el volante. Al mismo tiempo, se le inicia una causa al conductor en la Justicia Penal, Contravencional y de Faltas, que puede derivar en una suspensión temporal de la licencia, multa, tareas comunitarias, realización de cursos de educación vial, etc. Un control de alcoholemia en avenida Corrientes y 25 de Mayo. Foto: Diego Díaz ¿Qué ocurre cuando alguien se niega al control? Cuando un conductor se niega a someterse al test de alcoholemia o sopla deficientemente para tratar de engañar al alcoholímetro, la ley establece que el auto será remolcado igual.
¿Qué es una choperia en Chile?
Polis, Revista de la Universidad Bolivariana, Volumen 10, N° 29, 2011, p.433-461 PROPUESTAS Y AVANCES DE INVESTIGACION Los discursos de las garzonas en las salas de cerveza del norte de Chile. Género y discriminación * The speeches of the waiters in the beer halls in Northern Chile.
Gender and discrimination Os discursos dos garçons nos salões de cerveja Norte do Chile. Discriminação e gênero Paulina Salinas* y Jaime Barrientos** *Universidad Católica del Norte, Antofagasta, Chile. Email: [email protected] **Universidad Católica del Norte, Antofagasta, Chile, Resumen: Este trabajo analiza los discursos de las mujeres/garzonas, que trabajan en las salas de cerveza (schoperías) sobre la discriminación de género y los modelos relacionales que se establecen en estos espacios entre clientes y garzonas.
Se postula que estos aspectos recién mencionados, coadyuvan a la permanencia de una identidad masculina hegemónica, que se intensifica en el contexto de la minería. Los antecedentes obtenidos muestran que las garzonas- en su mayoría mujeres oriundas de los países limítrofes y/o del sur de Chile-, se encuentran afectadas por una situación de vulnerabilidad social y económica, precariedad laboral y, además, cargan con una serie de imaginarios sociales en torno a ellas, a los lugares en los que trabajan (schoperías) y a la ciudad en la que habitan.
Es decir, son mujeres discriminadas. Estas trabajadoras se encuentran atrapadas entre el proceso de crecimiento económico y atracción que ofrece la industria minera en el norte del país y, a la vez, a las expectativas que tienen por mejorar su situación familiar. Asimismo, se ven confrontadas por la fuerza de un sistema sociocultural de sexo/género hegemónico que favorece relaciones de poder asimétricas y la subordinación femenina, lo que contribuye a reforzar identidades de género y modelos relacionales de inequidad, que son naturalizados en este entorno productivo.
Palabras clave: discursos, relaciones de género, discriminación, minería. Abstract: This paper aims to identify the presence of gender discrimination and examine existing relational models of women working in beer halls (shoperías) in northern Chile. Through discourse analysis, it will show how these societal constructs contribute to hegemonic masculine identity, which is further intensified by the mining context which is prevalent in the region.
- Data shows that female servers, who are mainly from the south of Chile or neighboring countries, are (largely, somewhat, mildly) affected by stereotypes concerning appearance and behavior that lead to social vulnerability, as well as job instability that affects their economic security.
- These workers are attracted by opportunities due to economic growth and are influenced by the expectation to improve their family situation.
Female servers in the schoperías work in a sociocultural system of sex and gender relations which favors asymmetrical hegemonic power, resulting in female subordination and relational models of inequity that are normalized in their immediate work environment.
Key words: discourses, gender relations, discrimination, mining industry. Resumo: Este artigo analisa os discursos das mulheres / garfons que trabalham em salas de cerveja (schoperías) sobre a discriminafáo de género e os modelos relacionais estabelecidas nesses espafos entre os clientes e garfons. Nossa hipótese é que esses problemas já mencionados, contribuem para a persistencia de uma identidade masculina hegemonica, que se intensifica no contexto da minerafáo.
Os dados obtidos mostram que os garfons, a maioria mulheres indígenas de países vizinhos e / ou para o sul do Chile, sáo afetadas por uma situafáo de vulnerabilidade social e económica, precariedade do emprego, e também carregam uma série de imaginários sociais em torno deles, os lugares onde trabalham (schoperías) ea cidade onde vivem.
Ou seja, sáo mulheres discriminadas. Estes trabalhadores estáo presos entre o processo de crescimento económico e atrafáo que oferece a indústria de minerafáo no norte e, ao mesmo tempo, as expectativas que eles tém de melhorar a sua situafáo familiar. Além disso, sáo confrontadas pela forfa de um sistema cultural de sexo / género hegemonico favorecendo relafòes assimétricas de poder e subordinafáo das mulheres, o que contribui para o reforfo das identidades de género e os modelos relacionais de desigualdade que sáo naturalizados neste ambiente produtivo.
Palavras-chave: discurso, género, discriminafáo, explorafáo mineira. Introducción La igualdad de oportunidades y la no discriminación han sido objetivos transversales de los gobiernos en Chile desde la recuperación de la democracia (1990), sin embargo, aunque han sido muchos los logros alcanzados, sin duda mejorar las condiciones económicas, sociales y laborales de las mujeres, constituye aun, un desafío pendiente.
En esta dirección, existen diversos estudios que analizan la situación de desigualdad que ha afectado a las mujeres en lo económico, político, social y laboral (Valdés y Weinstein, 1993; Ruiz, y otros, l998; Valdés, 2001; GIM, 2002; Lamas, 2002; Salinas 2002, Gutiérrez, 2007, Carbonero, 2007). Específicamente, la participación laboral es central, por su relación con los grados de autonomía que alcanzan los sujetos; así también, es relevante en la realización personal, calidad de vida de la familia y la superación de la pobreza.
Al respecto, los antecedentes existentes registran un crecimiento sostenido de la participación femenina en el mercado del trabajo en América Latina, llegando inclusive a tasas superiores a la de los hombres (OIT, 2007). No obstante, también se ha incrementado la segmentación ocupa-cional, pues son las mujeres las que se concentran en los empleos más precarios.
A pesar que el nivel de escolaridad ha aumentado, pasando de 8 a 9 años, y que el porcentaje de ellas en ocupaciones profesionales y técnicas ha crecido más del 50% (Abramo, 2004), continúan existiendo mecanismos de discriminación ocupacionales que las limitan a las áreas menos valorizadas del mercado.
En Chile, aunque la participación laboral está aumentando, sigue siendo la más baja de la región, con brechas importantes de más de 10 puntos porcentuales respecto de países de similar nivel de desarrollo socio económico como Argentina (49%) y Uruguay (51,9%) (CEPAL, 2008).
- Según cifras de la Encla (2009), a nivel nacional la tasa de participación femenina es de 32,7% y la de los hombres es de un 67,3%.
- Por otra parte, aunque existe una mayor escolaridad por parte de las mujeres frente a los hombres, 11,8 años y 10,7 años respectivamente (OIT, 2007), éstas, de igual forma, obtienen menores ingresos.
De acuerdo a las cifras disponibles, el 2005, las trabajadoras ganaban, en promedio, el 79% de lo que percibían ellos. La brecha de ingresos aumenta con el nivel de educación, es decir, cuando las mujeres tienen estudios universitarios su salario, en promedio, sólo representa el 66% del sector masculino (INE, 2007).
- Esta situación se reproduce, a escala regional, pues en Antofagasta, como zona eminentemente minera (minería del Cobre), la participación laboral de las mujeres es menor, y se concentra fuertemente en el área de servicios y comercio (38,3%, y 35,9% respectivamente, en el año 2004).
- Aunque, la minería genere altos ingresos, ésta tiene efectos en la demanda por servicios y bienes, activando diversas ramas del sector terciario.
Y, este último, tiene menos barreras de género, pero circunscribe a las mujeres a desempeñar roles entendidos como tradicionalmente femeninos (SERNAM, 2009). Además, la creciente incorporación de tecnología a los procesos productivos, asociado a los altos estándares de modernización de la gran minería del cobre en Chile, no ha significado una mayor presencia de las mujeres en estos mercados; por el contrario su participación es aún marginal, debido a la conocida segregación por sexo de este sector laboral.
Por lo tanto, el objetivo de este estudio ha sido a través de una investigación cualitativa profundizar en la situación que experimentan las trabajadoras, mujeres garzonas, que se desempeñan en las salas de cerveza o schoperías de Calama, ya que como los principales lugares de esparcimiento de los trabajadores mineros en la región, éstos son sitios privilegiados para la reproducción de la discriminación de género y el establecimiento de modelos relacionales específicos entre clientes y garzonas, que coadyuvan en la vigencia de una identidad masculina hegemónica, intensificada en este sector productivo.
Por lo mismo, se puso el énfasis en analizar los discursos de las mujeres como protagonistas de la relación que se produce entre mujer-trabajo y minería. Antecedentes teóricos En el marco de la situación laboral que experimentan las mujeres en la II Región, nos interesa analizar los fenómenos asociados a esta realidad, como identidad, discriminación, y masculinidad.
- La identidad de género de las mujeres ha estado, históricamente, relacionada a un largo proceso de discriminación en los distintos ámbitos de la vida social, lo que ha sido un factor determinante en las diferencias y relaciones inequitativas entre hombres y mujeres.
- La discriminación, a la vez, ha mantenido, por una parte, la desvalorización respecto a los beneficios de carácter social y económico que se obtienen del trabajo de la mujer, y por otra, la visión que se tiene de este sector como sujetos no productivos.
Además, esta construcción ha amparado diferencias con respecto al sexo, roles, posiciones y condiciones entre los géneros (Quintero, 2007). Por lo tanto, la discriminación como proceso de diferenciación desigual, condiciona la construcción del género, la identidad y los modelos relacionales, y no representa sólo un conjunto de características o roles, sino es el producto de ciertas prácticas sociales que se desarrollan a través de la interacción de los individuos (West y Zimmerman, 1999).
Trautner (2005) plantea que las identidades también tienen un carácter colectivo, que inclusive traspasa los ámbitos organizacionales, es decir, hay órdenes simbólicos de género que modelan a los sujetos, en términos de cómo comportarse en determinados contextos sociales. Otras investigaciones han abordado las relaciones de género en las sociedades latinoamericanas y la construcción de la identidad masculina (Valdés y Olavarria, 1997, Viveros, 2001; Careaga y Cruz, 2006; Olavarría, 2006; Seidler, 2006).
Estos estudios, inspirados en las investigaciones sobre mujeres, han puesto atención en el carácter construido y multifacético de la identidad. Connell (2003, 2006) afirma que los modelos de masculini-dad cambian con el tiempo, en una misma sociedad, inclusive en una comunidad o institución (Valdés y Olavarría, 1997).
- En el caso de Chile, Valdés y Olavarría (1997) y Olavarría (2006) coinciden en que no existe una única identidad masculina, sino que más bien se trata de un proceso complejo, a pesar del impacto que han tenido los modelos hegemónicos de masculinidad existentes.
- Aunque, como lo han señalado Connell (2003) y Seidler (2006), la identidad masculina hegemónica se intensifica en los espacios de homosociabilidad, como clubes deportivos, bares, cafés y salas de cerveza (shoperías), entre otros.
En estos lugares de interacción se refuerzan los estereotipos de género asociados tanto a los hombres como a las mujeres que allí trabajan. Sin embargo, hay algunas investigaciones que se aventuran sobre el actual proceso de transición que están experimentando los varones en la construcción de su identidad (Carabi y Armengol, 2008; Montesino, 2007, Salinas, 2007, Salinas & Arancibia, 2006, Valcuende y Blanco, 2003).
- Esta transición ha implicado un cuestionamiento a los estereotipos tradicionales asignados a los hombres y mujeres.
- Y, aunque estas transformaciones no representan una realidad generalizada, dan cuenta de modificaciones en los imaginarios colectivos y marcan nuevas pautas de interacción en la vida cotidiana (Martinez, 2007), lo que estaría impactando positivamente en la vida social y en las relaciones de género.
Estos antecedentes son relevantes para comprender las particularidades que estos fenómenos tienen en el contexto de la minería, ya que las investigaciones existentes, reportan el carácter masculino del movimiento obrero y sindical, de los partidos políticos y de la organización laboral (Aylwin y otros, 1998; Salazar y Pinto, 1999; Zapata, 2002; Vergara, 2004; Carmagnani, 2006).
También, estudios psicosociales analizan la situación de los hombres trabajadores, de las mujeres, las condiciones familiares, los efectos del sistema de turno y los roles que los sujetos desempeñan en la vida privada de los campamentos en las minas (Vergara, 2007; Montecino, 1998). Thomas Klubock (1995), en un importante estudio sobre el mineral El Teniente, en la zona centro sur del país, destaca la relevancia de la ideología de género en el modelamiento de la clase trabajadora y resalta cómo se estructuraron las identidades de la clase y de la comunidad que surgieron en el proceso de proletarización.
Este autor afirma que son diversas las fuerzas que se combinaron para producir la masculinización del trabajo y la domesticación de las mujeres en la esfera privada. El matrimonio, como sustento de la producción minera, proporcionó un orden y una disciplina laboral que construyó una identidad totalmente masculinizada.
Sagredo y Gazmuri (2005), coincidiendo con lo anterior, afirman que el mundo del cobre era de los hombres y la vida de la mujer estaba restringida a las funciones del hogar y al cuidado de los hijos. Otro estudio sobre los discursos del minero como representaciones de un sistema social y un estilo de vida determinado, evidenciaron contradicciones y tensiones las que intentan ocultar que los hombres estarían experimentando en alguna medida un proceso de reciclaje de su masculinidad (.) como una forma de mantener el status quo (Salinas y Arancibia, 2006).
Luego, en una etnografía realizada en los locales de venta de cerveza frecuentados por trabajadores mineros en Calama, en la Región de Antofagasta se constató la vigencia que tiene en estos espacios de encuentro de hombres la performance de la masculinidad hegemónica (Barrientos y otros, 2009).
Precisamente este primer acercamiento nos permitió acceder al universo simbólico y relacional de estos espacios, emergiendo las mujeres como ejes centrales en el negocio de la diversión y el esparcimiento masculino. Por lo tanto, todas estas investigaciones van evidenciando la intensidad de la dominación masculina y, como lo plantea Bourdieu (2007), la importancia que tiene el discurso en materia de violencia simbólica y de cómo ésta es capaz de generar una segregación entre el mundo femenino y masculino, instalándolas a ellas en espacios totalmente diferentes.
La violencia simbólica se instaura como un mecanismo invisible, amparado bajo la impresión reductora de su carácter simbólico, haciendo que en el colectivo se crea que no traerá consecuencias reales. Por tanto, las estructuras de dominación masculina son producto del continuo trabajo de reproducción donde confluyen diversos agentes, ya sea el hombre como generador de violencia física y simbólica, como también instituciones entre las que sobresalen la familia, la escuela, la Iglesia y el Estado.
- De esta forma, se perpetúan concepciones sobre la imagen y posición de la mujer a través de un continuo habitus, hasta llegar así, a comprender como “natural” la supremacía del varón (ibid: 2007),
- Minería, trabajo e identidad de género Actualmente Chile es el principal exportador mundial de cobre, en Antofagasta se encuentran los yacimientos más importantes del mundo.
Entre 1999-2000, la producción de este mineral en la Segunda Región representó un 45%, de las exportaciones de la nación y un 84% de la producción minera chilena. Por esto mismo la industria minera concentra un 95% de las exportaciones y un 60% del PIB de la región (Cademartori, 2009).
- La Región de Antofagasta, ubicada en el extremo norte del país, tiene un total de 521.682 habitantes (CASEN, 2006).
- De acuerdo a las cifras que entrega INNOVA (2008), la Región contribuye con un 7,8% al Producto Interno Bruto Nacional (PIB), siendo el cuarto aporte más alto de Chile, con aproximadamente 5.000 millones de dólares.
Antofagasta se caracteriza por su dinamismo, entre 1990 y 2004 ha tenido la tasa más alta de variación media anual de crecimiento regional (6,9%) (Ramírez y Silva, 2008). El Norte de Chile, en especial la Región de Antofagasta, ha sido históricamente productor de gran parte del presupuesto del país y esta última década, sostenedor de la economía chilena.
- Es así como en el 2008 aportó con un 8% al Producto Interno Bruto Nacional, y a nivel regional se plantea como la actividad productiva que entrega más de la mitad del ingreso per capita de Antofagasta, con un 64% (Lardé, et al; 2008).
- La minería es importante también por los recursos fiscales que reporta estos van mucho más allá de los ingresos que genera CODELCO, la empresa estatal más grande en el rubro.
Ya que todas las empresas privadas pagan sus impuestos, en tasas variables dependiendo de la naturaleza de sus contratos de inversión. De hecho, la mayoría de las empresas mineras de gran escala están sujetas al régimen de tributación general que afecta con el impuesto de primera categoría y global complementario a las distribuciones de utilidades efectuadas a los propietarios, socios o accionistas.
(Compendio de la minería chilena, 2009). En la actualidad, el desarrollo de nuevos proyectos mineros, la renovación de la dotación en las faenas de más larga data y la utilización de alta tecnología en las actividades productivas, han generado la necesidad de incorporar un importante número de personas jóvenes al sector, cuya formación académica es creciente, dando origen a un nuevo perfil de trabajador, que se caracteriza por su capacidad técnica, polifuncionalidad y nivel de autonomía en la toma de decisiones y en el cumplimiento de nor mas y procedimientos.
El promedio de años de estudios de este empleado (minero) en el 2002 fue de 14 años. La mayor formación de este trabajador facilita su capacitación, entrenamiento y desarrollo de nuevas competencias profesionales (Consejo Minero, 2003). En la minería, el trabajo es un mecanismo de realización para los hombres, a través de éste, forman un hogar, son proveedores y cumplen los roles socioculturales esperados para ellos (Ruitenbeek, 1967; Montesinos, 2002; Olavarría, 2000; Seidler, 2006).
Los estudios coinciden en que los varones se encuentran exigidos por una dinámica en la que trabajo-dignidad y capacidad se relacionan en un círculo vicioso, que condiciona la idealización de la identidad masculina adulta (Ruitenbeek, 1967; Dunbar, 1994; Macheke y Campbell 1998; Salinas y Arancibia, 2006; Salinas, 2007).
Mitos y Leyendas de la cerveza; Es la cerveza en Chop mejor que la cerveza de Botella?
Las circunstancias laborales, los lugares de trabajo, las condiciones económicas y las estructuras de las organizaciones, influyen en la forma en cómo los hombres construyen la identidad (Connell, 2003). La dominación ejercida por ellos se manifiesta en la discriminación que se ejerce contra las mujeres, y se relaciona con el proceso de construcción de su propia identidad.
Se expresa con una actitud activa, abierta o implícita, que la sociedad ayuda a controlar (Cortés, 2004). Así en la minería, se recrean verdaderos rituales de hombría, a través de un lenguaje soez, bromas y rumores (Barrientos y otros, 2009). Los hombres tienden a sexualizar los discursos, es decir, expresan sapiencia de los significados sexuales.
Esto se observa, igualmente, en las interacciones entre clientes y garzonas en la schoperías (Barrientos y otros, 2009), ya que los hombres tienden a explicar que estos lugares son sitios de distracción. Lo anterior justifica la ubicación de las mujeres en un lugar subordinado del sistema social y, la sexualización de las relaciones de trabajo, expresa las expectativa de que las mujeres deberían actuar utilizando la seducción, coquetería y femineidad para relacionarse con los hombres (Tallichet, 1995).
Por lo tanto, en la minería hay una práctica fuertemente generizada; esto implica que la jerarquía social entre hombres y mujeres se encuentra legitimada y reforzada en la cultura organizacional. En estos espacios dominados por los hombres, sus privilegios se manifiestan a través de una diferenciación funcional del trabajo por género (Tallichet, 1995).
Modelos relacionales y discursos de género en el contexto minero Las características particulares de la minería como actividad productiva tienen un impacto importante en la configuración de la identidad, en las relaciones entre los sujetos y en los discursos que allí se recrean.
Las relaciones de género, desde una perspectiva interaccionista, son vistas como procesos de relación mediante los cuales “los sujetos crean su propio mundo”. Distintos autores coinciden en que cada situación de la interacción humana es específica y debe ser estudiada como un universo en sí mismo (Joas, 1995; Reynoso, 1998; Sandín, 2003; Andreú y otros, 2007).
Además, en esta dinámica la gente “crea” el significado y el orden social mediante una especie de negociación. Erving Goffman (citado en Joseph, 1999) realza la relevancia que tiene la práctica social, no en sus motivos ni en su elaboración subjetiva, sino en sus consecuencias y vocabulario.
Goffman afirma que un motivo no es la fuente subjetiva de la acción, sino un acto de lenguaje que se inscribe en un discurso disponible, para los actores sociales y la interpretación de su conducta. Los interaccionistas señalan que la gente no se entiende directamente con la realidad, sino que la mediatiza y la interpreta a través de símbolos (lenguaje).
En otras palabras, los seres humanos no reaccionan simplemente a una serie de estímulos o a las acciones de los demás, sino que la interpretan otorgándole significados (Reynoso, 1998). Estos significados se expresan en el discurso de los sujetos y éste es una unidad lingüística formada por una sucesión de oraciones (Maigret, 2003; Otero, 2006; West y Turner, 2004).
Por lo tanto, en el discurso, la categoría de género es entendida como una construcción sociocultural que modula las relaciones y las prácticas de hombres y mujeres (Bonder, 1999:35), constituyéndose esta categoría en un organizador social primario que tiene una influencia central en la producción del mismo.
El objetivo de este trabajo, como ya lo mencionamos, es analizar desde una perspectiva cualitativa, la situación que experimentan las mujeres garzonas, desde la visión de ellas como protagonistas, que trabajan en las salas de cerveza o schoperías de Calama.
- Específicamente se explora la discriminación de género y el establecimiento de modelos relacionales, que contribuyen a mantener una identidad masculina hegemónica.
- Metodología Se realizó un estudio descriptivo con fines interpretativo y se utilizó una metodología cualitativa (Ruiz, 1996; Valles, 2000; Salinas y Cárdenas, 2008).
Se buscó comprender los discursos en un sentido global. Se realizaron largas jornadas de observación, entrevistas informales y en profundidad a mu-jeres/garzonas, clientes y a dos dueños de salas de cerveza/schoperías. Procedimiento metodológico Se analizaron las interacciones de género entre clientes y grazonas en cuatro schoperías de Calama.
Estos locales fueron escogidos a través de un proceso de observación in situ y de acuerdo a las sugerencias de informantes claves: que fueran schoperías muy frecuentadas en la ciudad, que tuvieran una antigüedad mínima de cinco años y que asistieran preferentemente trabajadores mineros. Más información respecto a las características de las salas de cerveza o schoperías se puede hallar en Barrientos y otros (2009).
Se realizaron largos períodos de observaciones, durante el 2007 y parte de 2008 (50 días en total, preferentemente fines de semana), lo que posibilitó a través de entrevistas informales, tomar contacto con los clientes, propietarios, garzonas y público en general.
Además, se realizaron dos grupos de discusión con trabajadores mineros y tres con parejas de trabajadores. Se hicieron seis entrevistas formales en profundidad con garzonas. Además, durante los periodos de observación se mantuvieron diversas entrevistas informales con las mujeres, de acuerdo a las posibilidades que se daban durante el turno en la schopería.
Todas las entrevistas fueron grabadas y transcritas exhaustivamente, previa autorización de los participantes. Las entrevistas en profundidad tuvieron una duración promedio de 90 minutos y se realizaron fuera del horario de trabajo. Los nombres de los (as) participantes fueron modificados, respetando el principio de confidencialidad de las investigaciones cualitativas.
- Análisis El análisis de discurso implicó que nos fijáramos en las palabras como modo de conocer la estructura social, y los procesos de significación y construcción del sentido (Murillo y Mena, 2006).
- Se buscó hacer un Análisis Crítico del Discurso (en adelante ACD), como una forma de abordar los problemas sociales que se van concadenando en ellos (exclusión, inequidad, entre otros).
El ACD es una denominación genérica que se aplica a un planteamiento dedicado a estudiar el habla, el discurso y la comunicación (Van Dijk, 1997, Meyer, 2003). El ACD permite visualizar la relevancia social y política del texto, y muestra una dimensión de significado que sobrepasa el encasillamiento que conlleva un marco situacional concreto (Hennecke, 2004).
Desde estas propuestas, realizamos una codificación del material recopilado en base a la Teoría Fundamentada (Strauss y Corbin, 2002), y con la aplicación que de ella hacen Trinidad y otros (2006). Debido a la codificación y segmentación de los discursos realizada, los segmentos de las entrevistas incluidos en el presente artículo, no se identifican los nombres ni las características de las entrevistadas, ya que hay una selección de los códigos más sustantivos de cada una de ellas, reduciendo al máximo el contexto discursivo.
Contextualización de las salas de cerveza/schoperías En el norte de Chile, Calama se encuentra ubicada a 215 kilómetros de Antofagasta, con una población aproximada de 143.000 habitantes. En esta ciudad, las salas de cerveza/schoperías junto a otros locales del rubro constituyen uno de los negocios más rentables.
En la década de los 80′, se inicia la contratación de mujeres jóvenes y atractivas que provenían preferentemente del centro y sur del país. Con la inclusión de ellas, se concentró la entretención masculina, convirtiéndose en la actualidad en la principal forma de esparcimiento de los trabajadores mineros de la zona.
En términos generales, las schoperías son espacios de consumo de cerveza. Actualmente, las muje-res/garzonas que allí trabajan son en su mayoría solteras. Las hay con y sin hijos y provienen de Perú, Bolivia y del noreste argentino, o de la zona sur del país, generalmente de la Región del Bio-Bío (Barrientos y otros, 2009).
Sus edades fluctúan entre los 20 y 35 años de edad. El nivel educacional es varia ble, algunas tienen la enseñanza media incompleta, otras cuarto año medio rendido, y las menos, son estudiantes universitarias. Resultados A continuación el cuadro sintetiza el proceso de categorización de los datos. En ellos se exponen los distintos ámbitos que aborda la discriminación de género y modos relacionales que identificaron en los discursos de las participantes.
Cuadro N ° 1 Categorías Centrales 1. Vulnerabilidad social y económica e inmigración Las mujeres que trabajan como garzonas en las schoperías de Calama provienen de los países limítrofes principalmente y de la zona sur de Chile. Esta situación perfila la creciente migración que se ha producido en la región en estos últimos años.
La mayoría de los inmigrantes son atraídos por las positivas expectativas de crecimiento económico de la región. Cabe hacer notar que en caso de los extranjeros, algunas de las razones asociadas a este fenómeno, son la disparidad económica y social entre los países, las condiciones de pobreza, la falta de oportunidades y la búsqueda de perspectivas de mejor vida (CEPAL, 2006).
El Censo de 2002 da cuenta de lo anterior, ya que en Chile existen 195.320 extranjeros residentes, de los cuales 50.448 son argentinos, 39.084 peruanos, 11.649 bolivianos y 9.762 españoles. De hecho, el flujo migratorio en el país se ha incrementado en un 75% desde 1992 al 2002 (Ibid, 2006).
Junto al aumento de la inmigración, se advierte un incremento constante de la feminización de este fenómeno (Cárdenas y otros, 2010). El caso de la comunidad peruana es una evidencia clara de dicho fenómeno, pues un 63% corresponde a mujeres (Martínez, 2003). Un estudio reciente realizado el 2008, sobre las mujeres extranjeras que ejercen el comercio sexual en la Región de Antofagasta, destaca la proporción de peruanas con un 27,5% colombianas 23,5% y ecuatorianas con 18,6%, y visualiza la inmigración como un fenómeno importante asociado al comercio sexual y a la discriminación (Silva y otros, 2008).
Coincidente con los datos expuestos, las entrevistadas, efectivamente, han llegado al norte del país motivadas por superar los problemas económicos y/o familiares que las aquejan en sus países o ciudades de origen. La mayoría de ellas son jóvenes madres solteras sin pareja, por lo tanto, lograr la mantención de sus hijos es una preocupación central para ellas.
Además, que no tengan pareja, facilita la decisión de inmigrar en búsqueda de mejores perspectivas laborales. Consecuentemente, la situación de premura económica que las aqueja, se expresa en que muchas de estas mujeres se encuentran en una condición inicial de vulnerabilidad, por lo tanto, bajo estas circunstancias las salas de cerveza /schoperías y otros locales del rubro son negocios lucrativos en la zona minera en los que se ofrecen las oportunidades laborales “más rentables” para este sector de la población (mujeres jóvenes).
Esta condición de vulnerabilidad social y económica connota la llegada de las mujeres a la zona y la presión por aceptar las precarias condiciones laborales que se les ofrecen, ya que pese a las atractivas remuneraciones, no tienen contrato de trabajo, el empleo es temporal, no tienen cobertura previsional, y en el caso de las extranjeras, se suman las dificultades para obtener visa de trabajo, entre otras.
Por ejemplo, algunas entrevistadas mencionan: “los arriendos son caros”, “la ciudad es muy sucia”, “en la noche es peligrosa”, “hay travestis en las esquinas”, “venir de la selva y lle gar a un desierto es difícil” (garzonas schoperias). Este panorama configura el proceso de discriminación al que se ven afectadas, evidenciándose que condiciones como la edad de las mujeres, el género, la raza y/o clase social se relacionan, de una u otra manera, gatillando este fenómeno.
En otras palabras, las garzonas son discriminadas, ya sea porque son mujeres y jóvenes, mujeres y madres solteras, mujeres negras o con rasgos indígenas y/ o mujeres en situación de pobreza. Respecto a ello, algunas mujeres garzonas de schoperias señalan: “muchas mujeres piensan que las garzonas son “prostitutas”, “si tomas un café con alguien, estás engañando al mino”, “es mejor no contar que trabajas en una schopería por el mal prestigio que tienen”, “las colombianas son vistas como “prostitutas”, “si te ríes estás puteando”, “hay acoso de los clientes”, “cuando llegué quería llorar, no quería atender mesas”, “los dueños te someten a muchas cosas”, “hacen y deshacen con las niñas”.
A esto se agrega, el estigma que existe sobre los propios locales, como sitios asociados al comercio sexual (sucios, oscuros, hay prostitución). Respecto a esto, las garzonas expresan que no hay comercio sexual, aunque, si alguna de ellas establece relaciones sexuales y afectivas con los clientes, éstas son fuera de los locales y después del horario laboral.
Estas trabajadoras son ubicadas por los propietarios de las schoperías a través de contactos personales o de agencias de empleo. Los dueños las seleccionan de acuerdo al gusto de los clientes. Respecto a esto, algunos propietarios señalan que: “Puede ser una chiquita, puede ser una gordita, pero tiene que tener ángel, les “mirai” las piernas si soy fea no vay a trabajar, su carita flaquita, su buen poto, su buena teta”, “llegan a través de agencias”, “a través del contacto de una amiga”.
- El relato anterior pone de manifiesto que lo que importa es mantener el interés de los clientes por asistir a la schopería, ya que el negocio se sostiene por el consumo de alcohol de los trabajadores mineros fundamentalmente y en el buen servicio de las chicas que en estos locales trabajan.
- Asi, un cliente afirma que: “Aquí el producto es uno solo las mujeres que atienden y si no, no hay novedad”) Las motivaciones que tienen las mujeres para trabajar en las schoperías se relacionan con el interés que tienen por alcanzar autonomía económica y juntar dinero durante un tiempo para concluir estudios o ayudar a la familia.
Estas necesidades soslayan, en alguna medida, el rechazo o incomodidad que experimentan al comienzo cuando se inician en esta actividad laboral, ya sea porque deben usar ropa ajustada, faldas cortas, taco altos, porque no pueden sentarse con los clientes o porque deben trabajar hasta altas horas de la noches, es decir, deben adaptarse a la performance masculina que predomina en estos espacios y lidiar con el acoso de los hombres.
Respecto a ello, algunas entrevistadas afirman que: “Me sentía perseguida, me miraban”, “la vestimenta es muy exagerada”, “aguantar a los curados (borrachos)”, “trabajar en calzonetas”, “se muestra mucho el cuerpo”, “malestar por el uniforme”, “trabajar hasta tarde”, “no poder sentarte”. Las garzonas evalúan este trabajo como transitorio y piensan que futuro para ellas será mejor e, incluso, algunas ven esta labor en las schoperías como un primer paso, para luego acceder a un empleo en alguna empresa minera de la zona.
Por lo mismo, ellas logran empoderarse en este entorno, sobreponiéndose a la condición inicial de vulnerabilidad, puesto que aprenden los códigos interaccionales de estos espacios: controlar las relaciones con los clientes en la schopería, manejar la seducción mediante conversaciones, diálogos, miradas y movimientos entre las mesas sirviendo a los hombres.
La mayoría de los clientes se encuentra, avanzada la jornada, más frágiles producto del excesivo consumo de alcohol y, por tanto, allí son ellas las que dominan el escenario, se apropian de los discurso y manejan la dinámica del local. Esto último es reconocido desde el interaccionismo como la capacidad de las personas de saber cómo actuar y cómo actuarán los demás, es decir, comparten significados preestablecidos acerca de lo que se espera en la acción de los participantes (Blumer, 1986, citado en Reynoso, 1998).
Las mujeres logran control del espacio, conocen a los clientes y cómo deben actuar frente a ellos, en la medida que los hombres sucumben por el exceso de la cerveza. Allí son ellas son las que juegan con el deseo masculino, utilizando la seducción como estrategia de empoderamiento.
Sin embargo, este empoderamiento relativo que logran las garzonas frente a los clientes se manifiesta junto a la incertidumbre que ellas experimentan debido a la vulnerabilidad y discriminación que las afecta. Más aún, podemos precisar que este poder es lo que se conoce como un poder periférico o local y que se asocia al poder que ejercen las mujeres en el ámbito doméstico y que se diferencia del dominio global que ejercen los hombres en el cual ellas están subordinadas (Ramirez, 2006).2.
La construcción del sujeto femenino imaginario asociado a las schopería y a Calama En otra dimensión, las garzonas experimentan la tensión que implica transgredir los mandatos de género tradicionales, es decir, no responder al imaginario de buenas madres, sumisas, discretas, atentas o invisibles.
Por el contrario, como garzonas de schoperías, deben satisfacer los requerimientos de estos locales y la performance masculina, esto es como “objeto de deseo”. En otras palabras, deben seducir, coquetear, mostrase, jugar con los clientes y facilitar el consumo de alcohol. En un primer momento, al iniciarse en este trabajo, las chicas se sienten inseguras, incomodas e, incluso, se resisten.
Por ejemplo, algunas entrevistadas señalan que: “Cuando llegué quería llorar”, “me sentía perseguida”, “malestar por el uniforme”, “la vestimenta es muy exagerada, muy corta”, “las colombianas son vistas como prostitutas”, “no se puede fumar, ni tomar”.
- Hablan de las chicas por atrás, dicen que son maracas”, “hay acoso de los clientes”.
- Luego, cuando las mujeres logran un mayor dominio del entorno, comienza el empoderamiento de ellas, es decir, se sienten más seguras, despliegan estrategias que involucran la manipulación, el jugar.
- El cuerpo femenino como objeto, es sexualizado y es la principal estrategia de interacción de género; las mujeres coquetean y juegan con el deseo masculino.
Ellas usan sus atributos físicos ante los hombres para lograr control del espacio, pero siempre en el marco de un sistema sexo/género patriarcal que se refuerza en este contexto productivo. Las garzonas experimentan relaciones de contradicción consigo mismas ya que perciben el fuerza del estigma que circula respecto de ellas, entre el imaginario social que son “la prostituta” o “la dama”.
- Ambos estereotipos se recrean y refuerzan en un proceso relacional que va marcando la identidad de las mujeres trabajadoras de las schoperías.
- Estos estereotipos tienen un frágil equilibrio en el imaginario de los clientes y de la ciudadanía en general.
- Por ejemplo, cuando los hombres desean invitar a alguna garzona para reunirse fuera del horario de trabajo, ellos utilizan todos los subterfugios de la seducción para hacerlas sentir una dama con expresiones como.
Por ejemplo, algunas garzonas de schopería cuentan que se dice de ellas: “Eres la más bella”, “me casaría contigo” o “nadie me espera en la cama”,”hay hombres “lachos” que te dejan 3.000 ó 5.000 pesos de propina”, “muchos son casados con plata”. Pero si la mujer rechaza la invitación, inmediatamente es tratada como “maraca”, “que se cree”, es decir, el comentario, rumor o burla masculina se orienta a denigrarla.
- En consecuencia, ellas deben ser cuidadosas para evitar la reacción del hombre rechazado.
- Por ejemplo, algunas mujeres afirman que: “Hay que negarse amablemente”, “si aceptan invitación dicen que las mujeres son “maracas” y si te niegas te tratan mal”, “los clientes hacen propuestas sexuales”, “los hombres miran como si no han visto a una mujer”.
A la complejidad de estas interacciones que se dan en la dinámica interna de las schoperías, se agregan los mandatos de género que son reforzados desde el exterior por los habitantes de la ciudad; allí se destaca el rol que juegan las “otras”, vale decir, aquellas mujeres que son esposas y parejas, quienes difunden fácilmente rumores, estigmas y estereotipos sobre las garzonas de las schoperías.
Las entrevistadas hablan de este fenómeno que se encuentra legitimado en la ciudad, y que ha sido, inclusive difundido en la prensa local y en los medios de comunicación nacional, fortaleciendo el estigma de Calama como “campamento minero” Por ejemplo, algunas entrevistas señalan que: “muchas mujeres piensan que las garzonas son maracas”, “que les interesa solo el dinero”, “que buscan marido”, “si tomas un café con alguien, estás engañando al mino”,”es mejor no contar que trabajas en una schopería, por el mal prestigio que tienen”.
De esta manera, se produce una interacción intragénero entre las garzonas y “las otras” (mujeres) la que, por una parte, desvaloriza a estas trabajadoras por representar la transgresión de los mandatos de género tradicionales (buena madre, abnegación, femineidad, discreción y entrega) y, por otra, estas mujeres (“las otras”), irrumpen como verdaderos baluartes de estos constructos tradicionales y que sostienen el sistema sexo/género hegemónico.
Por lo tanto, la transgresión que representan las garzonas a estos valores, activa el control social, el disciplinamiento y el rechazo por parte de la ciudadanía en general (“los dueños hacen y deshacen con las niñas”). Lo anterior, da cuenta del juego de doble moral que se produce entre los distintos actores involucrados (trabajadores, garzonas, dueños de los locales, autoridades y público en general) y que, paradójicamente, sostiene el lucrativo negocio, por tantos años en la zona.
Sin embargo, igualmente se han establecido, aunque menos relaciones más estables entre las garzonas y los clientes, pero no es lo habitual. Por último, la selección de las garzonas por parte de los dueños de éstos locales muestra, prácticas discriminatorias.
Por ejemplo, la apariencia física constituye una condición para lograr el trabajo, es importante que las mujeres no tengan rasgos indígenas, su lugar de procedencia, si son peruanas o bolivianas, el color de la piel, ojala lo más blancas posibles, la contextura, si son o no voluptuosas, la forma de las piernas y edad, todos atributos relevantes para lograr o no el empleo.
Asimismo, se evidencia la desvalorización del sujeto femenino y la centralidad del cuerpo. Incluso, las propias mujeres refuerzan estos estereotipos de género; reconocen entre ellas quienes son las preferidas o las que tienen más clientes o las que reciben mejores propinas, de acuerdo a las características mencionadas.
Esta realidad facilita el conflicto entre ellas. Muchas veces son las mismas compañeras quienes inician comentarios negativos, e incluso, se discriminan entre aquellas que son nuevas en el trabajo y las más antiguas. Conclusiones El desarrollo de una investigación de este tipo nos abre una serie de nuevas interrogantes, puesto que acceder a los discursos de los actores in situ, es una oportunidad de reconstrucción teórica y metodológica, frente a una realidad compleja, en la que se entraman distintas problemáticas sociales, culturales, de género, entre otras.
La minería así emerge como un laboratorio social, que requiere distintos abordajes, superando los enfoques tradicionales que se centran en su valor económico. Aunque, la gran minería del cobre en la Región de Antofagasta es la principal actividad productiva del país, caracterizada por los altos niveles de modernización y la incorporación de tecnología.
Este mismo contexto productivo favorece un sistema sexo/género hegemónico. En este sistema la masculinidad es reforzada de acuerdo a la capacidad del trabajador minero de ser proveedor y jefe de familia, lo que produce como efecto un reconocimiento social y la posibilidad de imponer su autoridad mediante el poder asociado al dinero y al lugar que ocupa en el espacio laboral, transformándose en un ascendiente sobre las mujeres y sobre otros hombres.
Esta realidad se diferenciaría de los avances que se han experimentado en otras zonas del país (por ejemplo, Región Metropolitana) donde los estudios muestran una identidad masculina más diversificada. En otras palabras, la alta concentración de las oportunidades laborales que ofrece la minería y las empresas asociadas al rubro, configuran un área laboral eminentemente masculina, y con ello el predominio de una identidad de género hegemónica.
Por ende, las schoperías son sitios que recrean y refuerzan la hegemonía de género donde las mujeres se encuentran subordinadas al poder masculino. En estos locales, los hombres se apropian del espacio social, hacen uso de éste y construyen territorios propicios para su propia performance. Todo lo que allí acontece tiene significados masculinos: beber, fumar, comer, charlar, acosar o seducir a las mujeres que allí trabajan.
Los hombres compiten entre sí por la atención de las mujeres asi como rivalizan en otras áreas, por ejemplo, en el trabajo. Aquí ellos despliegan su masculinidad, lo que se traduce en un dominio de la escena mediante gestos, ademanes, risas, garabatos o coqueteos.
Finalmente, expresan y ejercen su poder mediante el dinero. La discriminación femenina en las schoperías se expresa en distintas ámbitos. Por ejemplo, no se cumplen los derechos laborales ya que se superpone el interés económico por sobre la dignidad de las mujeres; las trabajadoras son discriminadas de acuerdo a las características físicas al momento de ser contratadas (color de la piel, apariencia, entre otras), y hay una permanente tensión entre el estigma de las garzonas (que son fáciles o que buscan marido) y lo que se espera de ellas como mujeres (buenas madres, esposas y abnegación).
Por consiguiente, los constructos de género se activan como mandatos una y otra vez en el imaginario colectivo de clientes, garzonas y de la ciudadanía en general. Además, pese a los niveles de empoderamiento y autonomía que muchas de ellas desarrollan mantienen el deseo (ilusión) de conocer una pareja que les permita dejar el trabajo y resolver los problemas socioeconómicos o familiares que las aquejan, lo que es un antecedente más de la vigencia de los mandatos de género tradicionales en la configuración de su propia identidad como sujetos femeninos, donde persiste por ejemplo, la ilusión de conocer una figura masculina “salvadora”.
La precariedad del trabajo femenino y la discriminación son elementos constituyentes de la condición de estas mujeres, pese a que ellas reconocen percibir una mejor remuneración comparada a la que recibirían desempeñándose en otras áreas de servicio (por ejemplo, trabajadoras de casa particular, vendedoras o promotoras).
La discriminación apunta no sólo a condiciones materiales precarias como extensas jornadas, ausencia de contrato, incumplimiento de acuerdos laborales, sino también a aspectos más simbólicos como la mala reputación y los rumores que se recrean sobre ellas, delineando un proceso identitario contradictorio y en permanente construcción.
Las interacciones (modelos relacionales) de género que se establecen en estos locales se encuentran asociadas a una serie de códigos verbales y no verbales y a representaciones que en general resaltan el cuerpo femenino como objeto sexualizado. Las mujeres son conscientes de sus atributos y los efectos que provocan en los hombres, más aún si ellos se encuentran bajo la influencia del alcohol, por lo tanto, ellas logran un cierto control del espacio, competencia vital para la sobrevivencia en dichos espacios.
Aunque, esta dinámica refuerza el sistema sexo/género hegemó-nico, ya que no hay una valoración del sujeto mujer en igualdad de condiciones, son ellas las que están al servicio del deseo masculino. Ellas aprenden los códigos interaccionales que se gatillan en estos ambientes, tienen control sobre sus movimientos, interacciones, conversaciones, miradas, sobre sus respuestas de aceptación o rechazo frente a las insinuaciones de los hombres.
- Pero, a la vez, sienten el peso del estigma y la discriminación por trabajar en estos sitios.
- Las mujeres, en las schoperías usan la seducción y su cuerpo, como decíamos, como principal estrategia para incentivar, mediar o aplacar el acoso o deseo masculino.
- A esto se agrega el estigma asociado a las mismas schoperías (sitios sucios y oscuros, prostitución, entre otros) y a la actividad que allí verdaderamente acontece (beber cerveza, sitios de hombres, chicas jóvenes que atienden, consumo de cigarros, compañía, conversación), es decir, hay una visión de estos locales que no se relaciona directamente con la dinámica e interacciones que allí se generan.
Calama refleja como quizás ninguna otra ciudad del país, los graves problemas de centralización, mala gestión e inequidad, ya que a la aridez del desierto, se suma el aislamiento geográfico, la precariedad urbana, las temperaturas extremas, los altos índices de contaminación y el alto costo de la vida para los habitantes, lo que facilita, entre otras cosas, la alta concentración de locales que expenden bebidas alcohólicas y el comercio sexual.
En consecuencia, las condiciones de vida que se generan en la zona delatan, por una parte, la precariedad laboral, social y cultural y el tipo de interacciones de género que allí se recrean. Y, por otra, se grafica una disociación real y simbólica con los cambios culturales, sociales y económicos que han tenido las mujeres en el país y que han posibilitado un mejor y mayor posicionamiento de éstas, como sujetos de derecho.
Así, la gran minería del cobre yergue como uno de los centros productivos más modernos del país y, a la vez, con altos niveles de rezago en lo referido a mayor equidad de género en los distintos ámbitos de la vida social (trabajo, relaciones interpersonales y roles familiares, entre otros).
Por último, en este escenario productivo se favorece la reproducción de enormes brechas entre los avances tecnológicos y las oportunidades laborales masculinas, versus las condiciones laborales que deben sobrellevar las mujeres y sus oportunidades. Esto último gráfica el sentido inverso que tiene el desarrollo en la región respecto a las políticas de igualdad de oportunidades que se están promoviendo a nivel nacional e internacional en los distintos ámbitos de la sociedad.
Por lo tanto, se requieren políticas a nivel público y privado, con un fuerte acento local, que promuevan la equidad de género en forma transversal, entendiendo que sus efectos trascienden al crecimiento económico, social y cultural de la región. Bibliografía Abramo, L.
(2004), “¿Inserción laboral de las Mujeres en América latina: una Fuerza de trabajo secundaria? “Revista Estudios Feministas, 12(2), 224-235, Universidad Federal de Santa Catarina, Florianópolis. Andreu, J.; García, A. y Pérez, A. (2007), Evolución de la Teoría Fundamentada como Técnica de Análisis Cualitativo.
Centro de Investigaciones Sociológicas, Madrid. Aylwin, M.; Bascuñan, C.; Correa S.; Gazmuri, C.; Serrano, S. y Tagle, M. (1998), Chile en el siglo XX. Octava edición (6ta. en Planeta), Planeta, Santiago de Chile. Barrientos, J.; Salinas, P.; Rojas, P. y Meza, P.
(2009), “Minería, género y cultura. Una aproximación etnográfica a espacios de esparcimiento y diversión masculina en el norte de chile”. AIBR- Revista de Antropología Iberoamericana, 4(3): 385-408, España. Bonder, G. (1999), “Género y Subjetividad: avatares de una relación no evidente”. En Género y Epistemología.
Mujeres y Disciplinas, editado por S. Montecino y A. Obach. LOM ediciones, pp.29-55, Santiago de Chile Bourdieu, P. (2007), La dominación masculina. Anagrama Colección, España. Cademartori, J. (2009), El Desarrollo Económico y Social de la Región de Antofagasta (Chile): Historia y Perspectiva.
Universidad Católica del Norte, Editorial Ordhum, Antofagasta, Chile. Carabi, A. y Armengol, J. (2008), La masculinidad a debate. Icaria Mujeres y Cultura, Barcelona. Carbonero, M. y Levín, S. (Compiladoras) (2007), Entrefamiliay trabajo. Relaciones, conflictos y políticas de género en Europa y América Latina.
Homo Sapiens Ediciones, Argentina. Cárdenas, M.; Yañez, S.; Gómez, F. y Méndez, L. (2010), Estudio: Inmigración internacional en la región de Antofagasta. Opinión de la población residente en las ciudades de Antofagasta, Calama y San Pedro de Atacama sobre la inmigración en la región.
- Documento de Trabajo Número 1, marzo de 2010.
- Universidad Católica del Norte – Facultad de Humanidades -Escuela de Psicología Centro de Atención Psicosocial a Inmigrantes Ignacio Martín-Baró.
- Careaga, G.
- Y Cruza, S.
- 2006), Debates sobre Masculinidad.
- Poder, Desarrollo, Políticas Públicas y Ciudadanía.
- Universidad Nacional Autónoma de México, México.
Carmagnani, M. (2006), El salario minero en Chile colonial, su desarrollo en una sociedad provincial: El norte chico 1690-1800. Dirección de bibliotecas, archivos y museos, Santiago de Chile. CASEN (2006), Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional,
Disponible en www.mideplan.cl CEPAL (2008), Comisión Económica para América Latina, Anuario Estadístico de América Latina y el Caribe, consultado el 9-6-09 Disponible en: http://websie.eclac.cl/anuario_estadistico/anuario_2008/docs/ANUARIO2008.pdf CEPAL (2008), Migración internacional, derechos humanos y desarrollo en América latina y el Caribe.
www.acnur.org/biblioteca/pdf/4089.pdf (Recuperado el 26 Noviembre de 2008). Connell, R. (2003), Masculinidades. PUEG. Universidad Nacional Autónoma de México. Programa Universitario de Estudios de Género, México. Connell, R. (2006), “Desarrollo, Globalización y Masculinidades”.
- En. Debates sobre Masculinidades.
- Poder, Desarrollo, Políticas Públicas y Ciudadanía.G.
- Careaga y S.
- Cruz Sierra (Eds.), Universidad Autónoma de México p.185-210, México.
- CONSEJO MINERO (2003), Informe de la Gran Minería Chilena.
- Editorial Trineo, Disponible en: www.consejominero.cl Cortés, J.
- 2004), Hombres de Mármol.
Códigos de representación y estrategias de poder de la masculinidad, Editorial EGALES, Barcelona. Dunbar, M.T. (1994), Going for gold: men, mines and migration. Witwatersrand University Press, Johannesburg. ENCLA (2009), Resultados de la Sexta Encuesta Laboral, Noviembre 2009, Documento Producido por la Dirección del Trabajo, Disponible en: www.direcciondeltrabajo.cl GIM (Grupo de Iniciativa Mujeres) (2002), El Nuevo Contrato Social Dirigido a las Mujeres: balance de una década de democracia en Chile.
- GIM, Cedem, Cem, Corporación La Morada, Corsaps, Domos, Flacso, Fundación Instituto de la Mujer, Isis Internacional, Mench, Prosam, Santiago de Chile.
- Gutiérrez, M.
- Compiladora) (2007), Género, Familia y Trabajo: Rupturas y continuidades.
- Desafíos para la investigación política, CLACSO, Buenos Aires.
- Hennecke, A.
(2004), Diskurs als Fluss von Wissen duch die Zeit. Reflexionen über das Verhaltnis zwischen Diskurs und Wirklichkeit, Co municarte editorial, Argentina. Instituto Nacional de Estadísticas (INE), (2007), Estadísticas de Trabajo y Previsión, Disponible en www.ine.cl Innova Minería Antofagasta (2008),,
- Disponible en: http://www.innovamineriaantofagasta.cl/ Joas, H.
- 1998), “Interaccionismo Simbólico”.
- En La Teoría Social Hoy.
- Anthony Giddens, Jonathan Turner y Otros, Editorial Alianza Universidad, pp.112-154, Madrid.
- Joseph, I.
- 1999), Erving Goffman y la Microsociología.
- Gedisa Editorial, pp.125, Madrid.
Klubock, Thomas (1995), “Hombres y mujeres en el teniente, la construcción de género y clase en la minería chilena del cobre 1904-1951”. En Godoy, L., Disciplina y desacato. Construcción de identidad en Chile, siglos XIX y XX. Coedición SUR/CEDEM. Pp.110-123, Santiago de Chile.
Lamas, M. (2002), Cuerpo: Diferencia Sexual y Género. Taurus Pensamiento, México. Lardé. J, Chaparro. E, Parra.C. (2008), El aporte del sector minero al desarrollo humano en Chile: El caso de la región de Antofagasta. Publicaciones Cepal, Santiago de Chile. Macheke, C. y CampbelL, C. (1998), “Perceptions of HIV/AIDS on a Johannesburg gold mine”.
South African Journal of Psychology, 28(3), 146-154. Maigret, E. (2003), Sociología de la comunicación y de los medios. Fondo de la Cultura Económica, Colombia. Martinez, G. (2007), “La construcción imaginaria de la sexualidad y la violencia masculina”. En.R.
- Montesinos (coord.), Perfiles de la Masculi-nidad, Universidad Autónoma Metropolitana.
- Pp.47-73, México.
- Martínez, J.
- 2003), Breve Examen de la Inmigración en Chile según los Datos Generales del Censo 2002.
- Documento de Trabajo N°3.
- Organización Internacional para las Migraciones, OIM-Chile.
- Www.bcn.cl/ carpeta_temas/temas_portada.2006-05-16.12648675 06/PDF/ trabajo_cimal_03.pdf (Recuperado el 26 Noviembre de 2008).
Meyer, M. (2003), “Entre la teoría, el método y las políticas: la ubicación de los enfoques relacionados con el ACD”. En Métodos de análisis crítico del discurso, Ruth Wodak y Michael Meyer, Gedisa. pp.35-59, Madrid. Montecinos, S. (1998), Análisis de impacto psicosocial, sistema de trabajo por turnos en la unidad familiar.
Proyecto aprobado por el Consejo Regional de Antofagasta. Fondo de igualdad de oportunidades para las mujeres de la II Región.F.N.D.R. unidad técnica: Sernam II región. Ejecutado por Universidad de Chile, Facultad de Ciencias Sociales, Programa Interdisciplinario de Estudios de Género. Montesinos, R. (2002), Las Rutas de la Masculinidad.
Ensayos sobre el Cambio Cultural y el Mundo Moderno. Gedisa, España. Montesinos, R., (2007), Perfiles de la Masculinidad. Universidad Autónoma Metropolitana, México. Murillo, S. y Mena, L. (2006), Detectives y camaleones: el grupo de discusión. Una propuesta para la investigación cualitativa.
- Talasa Ediciones, Madrid.
- OIT, Organización Internacional del Trabajo (2007), Tasa de participación de las mujeres,
- Disponible en: http://www.oitchile.cl Olavarría, J.
- 2000), “De la Identidad a la Política: Masculinidades y Política Públicas: Auge y Ocaso de la Familia Nuclear Patriarcales en el Siglo XX”.
En J. Olavarría y R. Parrini (Eds.), Hombres: Identidad/es y Violencia. Encuentro de Estudios de Masculinidades: Identidades, cuerpos, violencia y políticas públicas FLACSO- Chile, Universidad Academia de Humanismo Cristiano/Red de Masculinidades, pp 11-28, Santiago.
- Olavarría, J.
- 2006), “Hombres e Identidad de Género: Algunos elementos sobre los recursos de poder y violencia masculina”.
- En Debate sobre Mas-culinidad, editado por Gloria Careaga, Salvador Cruz Sierra.
- Universidad Autónoma de México, pp.115-130, México. Otero, E.
- 2006), Comunicación Social, Editorial Universitaria, Santiago de Chile.
Quintero, A. (2007), Diccionario Especializado en Familia y Género. Editorial Hvmanitas de Editorial y Distribuidora Lumen, Argentina. Ramírez, J. (2006), “¿Y eso de la masculinidad?: Apuntes para una discusión”. En. Debates sobre Masculinidad. Poder. Desarrollo.
Políticas Públicas y Ciudadanía, editado por Gloria Careaga y Salvador Cruz. México: Universidad Nacional Autónoma de México, pp.31-56. Ramírez, J. y Silva, I. (2008), Globalización y desarrollo regional: evolución económica de las regiones chilenas, 1990-2002. Revista de CEPAL, 95, 103-124. Reynoso, C. (1998), Corrientes en antropología contemporánea.
Edito rial Biblos, pp.351, Buenos Aires. Ruitenbeek, H. (1967), El mito del machismo. Paidós, Buenos Aires. Ruiz, J. (1996), Metodología de la Investigación Cualitativa. Universidad de Deusto, Bilbao. Ruiz, O., Solano, S. y Zapata, C. (1998), “Redes de mujeres pobladoras de la comuna de San Joaquín.
- Participación y ciudadanía emergente”.
- Proposiciones N a 28, Sur Ediciones, Santiago de Chile Sagredo, R.
- Y Gazmuri, C.
- Dirs.) (2005), Historia de la vida privada en Chile, Tomo I, El Chile Tradicional, de la Conquista a 1840, Aguilar Chilena Ediciones-Taurus, Santiago de Chile.
- Salazar, G.
- Y Pinto, J.
- 1999), Historia contemporánea de Chile II, actores, identidad y movimiento.
LOM, ediciones, Santiago de Chile. Salinas, P. (2002), “Ciudadanía y género. Mujeres y liderazgo en las provincias de Antofagasta, El Loa y Tocopilla”. Revista Electrónica de Trabajo Social, UDEC, Concepción. Ídem (2007), “Los discursos masculinos como dispositivos de control y tensión en la configuración del liderazgo y empoderamiento femenino”.
- Revista de Estudios Feministas del Centro de Filosofía y Ciencias Huma nas, 15(3), 541-562, Universidad Federal de Santa Catarina, Florianópolis.
- Salinas, P.
- Y Arancibia, S.
- 2006), “Discursos Masculinos sobre el Poder de las Mujeres en Chile.
- Sujetos y Subjetividades”.
- Revista Última Década.
- CIDPA, 14, 25, pp.65-90, Valparaíso, Chile.
Salinas, P. y Cárdenas, M. (2009), Métodos de Investigación Social. Antofagasta, INTIYAN, Ediciones CIESPAL, Ecuador. Sandin, M.P. (2003), I nvestigación Cualitativa en Educación. Fundamentos y Tradiciones. Mc. Graw Hill, pp.258, Madrid. Seidler, V. (2006), Masculinidades.
Culturas globales y vidas íntimas. Montesinos Ensayo, pp.262, España. Servicio Nacional de la Mujer (2009), Agenda regional de género región deAntofagasta 2008-2010. Disponible en: http://www.sernam.cl Silva, J. (2008), Tacones Cercanos. Un estudio con perspectiva de género. Situación de las mujeres en el comercio sexual, Región de Antofagasta.
Investigación financiada por el FNDR-código BIP N a 30066633-0. SERNAM, Antofagasta. Strauss, A. y Corbin, J. (2002), Bases de la Investigación Cualitativa. Técnicas y procedimientos para desarrollar la teoría fundamentada. Editorial Universidad de Antioquia, Medellín.
- Tallichet, S.
- 1995), “Gendered relations in the mines and the division of labor underground”.
- Gender & Society, 9(6), 697-711.
- Trautner, M.
- 2005), “Doing gender, doing class: the perfomance of sexuality in exotic dance club”.
- Gender & Society, 19(6), 771-788.
- Trinidad, A.; Carrero, V.
- Y Soriano, R.
- 2006), Teoría Fundamentada “Grounded Theory”.
La construcción de la teoría a través del análisis interpretacional. Centro de Investigaciones Sociológicas, Madrid. Valdes, T. y Weinstein, M. (1993), Mujeres que sueñan: Las organizaciones de pobladoras 1973-1989, FLACSO, Santiago de Chile. Valdés, T. y Olavarría, J.
1997), Masculinidad/es poder y crisis. ISIS In-ternacional/FLACSO, Santiago, Chile. Valdés, T. (coordinadora) (2001), El indice de compromiso cumplido ICC. Una estrategia para el control ciudadano de equidad de género, FLACSO, Santiago, Chile. Valcuende, J. y Blanco, J. (2003), Hombres La construcción cultural de las Masculinidades.
Talasa ediciones. Serie Arcoiris, Madrid. Valles, M. (2000), Técnicas cualitativas de investigación social. Reflexiones metodológicas y práctica profesional. Síntesis, Madrid. Van Dijk, T. (1997), Racismo y Análisis Crítico de los Medios. Editorial Paidós, Barcelona.
Vergara.A. (2004), “Conflicto y Modernización en la Gran Minería del Cobre (1950-1970)”. Revista de Historia del Instituto de Historia de la Pontificia Universidad Católica de Chile, 37(2), 419-436. Ídem ( 2007), “Ciudades privadas. La vida de los trabajadores del cobre”. En R, Sagredo. C, Gazmuri, (Eds.), Historia de la vida privada en Chile.
El Chile contemporáneo. De 1925 a nuestros días, Taurus-Aguilar, pp.84103, Santiago de Chile. Viveros, M. (2001), Contemporary Latin American perspectives on masculinity. Men and masculinities, 3, 3: 237-260. West, R. y Turner, L. (2004), Teoría de la Comunicación.
- Análisis y aplicación.
- Editorial Mc.
- Graw Hill, Madrid. West, C.
- Y Zimmerman, D.
- 1999), “Haciendo Género”. En.M.
- Navarro, C. & R.
- Stimpson (compiladoras), Sexualidad, género y roles sexuales, Fondo de Cultura Económica.
- Pp.109-143, México.
- Zapata, F.
- 2002), Los mineros como actores sociales y políticos en Bolivia, Chile y Perú durante el siglo XX.
[Consultado 15 de octubre, 2009) Disponible en: http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0718-10432002002200006&script=sci_arttext, Recibido: 28.05.2010, Aprobado: 17.03.2011, * Este trabajo ha sido posible gracias al financiamiento del proyecto Fondecyt N° 1070528.
- Agradecemos el trabajo en terreno de Pablo Rojas Varas.
- Y los valiosos testimonios de mujeres y hombres de Calama que accedieron a participar en este proceso investigativo, como asimismo a cada uno de los evaluadores.
- Anexo Códigos sustantivos y familias asociadas 1.
- DATOS DE IDENTIFICACIÓN Estudios Edad Lugar de nacimiento Identificación de la familia 2.
LA SCHOPERÍA Motivación para trabajar en la Schopería Para ayudar a la familia Por dinero Para independizarse Pagan bien Por necesidad Para juntar dinero Porque la mayoría son madres solteras Como puente para luego entrar a una mina Cómo llegan a trabajar a las Schoperías A través agencia A través del contacto de una amiga Porque son extrajeras (peruanas, bolivianas) Relaciones interpersonales en las Schoperías Hay problemas con las mujeres Hay chismes, chismes Las mujeres hablan entre ellas Hablan mal unas de otras Hay conflictos, cagüines e intrigas Las niñas antiguas tratan mal a las más nuevas Deben pagar el derecho a piso y aguantar todo Hay conflictos por los clientes Si te ríes con alguno estás “puteando” En lo positivo uno se apoya en las compañeras 3.
- IMAGEN DE LAS MUJERES QUE TRABAJAN EN LAS SHOPERÍAS Muchas mujeres piensan que las garzonas son “maracas” Si tomas un café con alguien, estás engañando al mino Es mejor no contar que trabajas en una Schopería por el mal prestigio que tienen 4.
- VISIÓN SOBRE CALAMA Los arriendos son caros La ciudad es muy sucia En la noche es peligrosa Hay travestis en la esquina es peligroso Venir de la selva y llegar a un desierto es difícil No quería volver a Calama Uno se acostumbra a la ciudad 5.
VISIÓN SOBRE LA SCHOPERÍA Son vistas como prostíbulos La gente piensa que somos “maracas” (prostitutas) No me pareció malo El prestigio de la Schopería es porque vienen trabajadores de Codelco, Gaby. Son lugares fuertemente estigmatizados 6. CÓMO SON LOS CLIENTES EN LA SCHOPERÍA Asisten hombres jóvenes, adultos, viejos, ancianos, todo tipo de hombre.
Hay acoso de los cliente Asisten hombres que toman cerveza y no miran a nadie Hay borrachos eufóricos y otros tranquilos Cuando están borrachos te dicen cosas Hay hombres que vienen a coquetear Dicen que nadie los espera en la cama Hay hombres “lachos”, te dejan 3.000 o 5.000 pesos de propina Los hombres escuchan música y se juntan con sus amigos Muchos son casados con plata Clientes que hacen propuestas sexuales Los hombres miran como si no han visto a una mujer Hablan de las chicas por detrás, dicen que son “maracas” Si aceptan invitación dicen que las mujeres son “maracas” y si te niegas te tratan mal Hay que negarse amablemente Trabajar con tanto hombre es entretenido porque te piropean 7.
PROBLEMAS POR TRABAJAR EN LAS SCHOPERÍA Cuando llegué quería llorar, no quería atender mesa Me sentía perseguida, me miraban Malestar por el uniforme, La vestimenta es muy exagerada, muy corta Se muestra mucho (cuerpo) Aguantar a los curados Trabajar hasta tarde No poder sentarte Estar con tacos altos Trabajar en calzonetas Las colombianas son vistas como prostitutas 8. Sala de cerveza en Calama Provincia de Tocopilla, Antofagasta y El Loa Capital Regional: Antofagasta
¿Cómo se dice Shop en americano?
Diferencias entre el inglés británico y el inglés americano – 1. Comida: Como pasa en castellano, nuestros nombres para la comida también cambian según el país, e incluso según la región: «mermelada» en inglés británico es jam y en inglés americano es jelly.
- «Golosinas» en inglés británico son sweets y en el inglés americano candy.
- «Patatas fritas» en inglés británico son chips y en inglés americano son french fries.2.
- Ropa y accesorios: También hablamos de la ropa y los accesorios de forma distinta, fíjate: «pantalones» en inglés británico son trousers y en inglés americano pants.
«Zapatillas de deporte» en inglés británico son trainers y en inglés americano sneakers. «Pañal» en inglés británico es nappy y en inglés americano diaper,3. Tiendas: También hay bastantes diferencias entre las dos variedades en la forma a la que llamamos a las tiendas, algo que resulta curioso, considerando la larga historia de comercio e intercambio que hay entre el Reino Unido y Norteamérica: «tienda» en inglés británico se dice shop y en inglés americano store.
- «Centro comercial» en inglés británico es shopping centre y en inglés americano es mall,
- «Farmacia» en inglés británico es chemist’s y en inglés americano es pharmacy.4.
- Coches: No sabemos por qué, pero el léxico de coches varía mucho entre el inglés británico y el inglés americano.
- Observa: «maletero» en inglés británico es boot y en inglés americano trunk.
«Camión» en inglés británico es lorry y en inglés americano es truck.5. Partes de edificios: Las diferencias entre el inglés británico y el inglés americano están también dentro de los edificios. ¡Incluso en el baño! «Piso en inglés británico es flat y en inglés americano apartment.
¿Cómo se dice un shot de tequila?
shot | el tiro la inyección |
---|---|
DE | Delaware |
tequila | el tequila |
¿Cuál es la diferencia entre shop y buy?
‘ Shop ‘ es un sustantivo que se puede traducir como ‘la tienda’, y ‘ buy ‘ es un verbo transitivo que se puede traducir como ‘comprar’.
¿Cómo se conjuga Shop?
Indicative
Present | Past | |
---|---|---|
you | shop | shopped |
he/she | shops | shopped |
we | shop | shopped |
you | shop | shopped |
¿Cuánto es un schop?
Los gramos de alcohol en sangre, que determina la sanción para los conductores ebrios, dependen de la graduación de la bebida y del volúmen ingerido.24horas.cl Tvn Da igual tomarse un schop de 350 ml que 45 ml de pisco. La cantidad de alcohol en sangre va a ser la misma y, por ende, sus efectos y la multa, El cálculo depende de la cantidad de líquido ingerido y de la graduación de la bebida. Una cerveza contiene 6 grados de alcohol por cada 100 ml, frente a los 40 del pisco por 100 ml.
Sin embargo, una copa tiene 45 ml de pisco, frente a los 350 ml de la cerveza. Por tanto, se compensa los gramos de alcohol en sangre entre las dos bebidas porque se toma menor cantidad del pisco, que tiene una mayor concentración de alcohol. Lo único que determina la tolerancia al alcohol es el peso.
“La misma cantidad que se toma una persona que pesa 80 kilos tiene menos alteraciones de una que pesa 45, porque tiene mayor masa de distribución”, explica el doctor Arturo Schonffeldt, toxicólogo de la Clínica Santa María. Calculadora de alcohol El Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda) pone a disposición de todo ciudadano una calculadora para identificar los gramos de alcohol en sangre en función de la complexión de cada uno y del período de tiempo en el que se efectuó el consumo.
0,15 gramos por litro de sangre. | Disminución de reflejos y dificultad para mantenerte en línea recta y medir las distancias. |
0,3 gramos por litro de sangre. | Perturbación de movimientos, “se anda en zigzag”, dice el doctor, y disminución de agudeza mental para resolver problemas. |
0,5 gramos por litro de sangre. | Disminución de la capacidad de reacción, “te puedes salir de una curva”, advierte Schonffeldt; se acentúa la disminución de los reflejos y de la percepción de riesgo, por lo que “se maneja a más velocidad y con mayor agresión al volante”, apunta el toxicólogo. |
0,8 gramos por litro de sangre. | Se altera el comportamiento y existen dificultades de expresión. |
1 gramos por litro de sangre. | Pérdida de control de los movimientos y disminución de la capacidad intelectual. |
1,5 gramos por litro de sangre. | ” Los reflejos ya no responden y te quedas dormido. Eres agresivo y tranquilo a la vez”, explica el doctor. |
3 gramos por litro de sangre. | Estado de coma y hospitalización. |
Los efectos del alcohol tardan entre 6 y 8 horas en desaparecer, según explica el doctor Schonffeldt, por lo que recomienda no manejar hasta transcurrido ese período. Además, aconseja beber con moderación, no mezclar destilados con bebidas fermentadas y tener claro que “el alcohol deprime tus reflejos, “aunque la dosis sea mínima”. “Ley Emilia” aumentará las sanciones para los conductores
¿Cómo se escribe la palabra estoy en shock?
estoy | I’m |
---|---|
en | in on |
shock | shock |