Como Se Hace El Vino Blanco?
Ramón Cortés
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Vendimia despalillado y estrujado de los racimos para elaborar vinos rosados – La principal diferencia en este aspecto respecto a la elaboración de vinos blancos, es que en el caso de los rosados, las uvas seleccionadas para la elaboración deben ser de variedades tintas en al menos un 50 %.
¿Cómo es el proceso de elaboracion del vino blanco?
¿Cómo es el proceso de elaboración del vino blanco? Los vinos blancos se definen técnicamente como aquellos vinos hechos principalmente con uvas blancas, también se puede hacer con uvas tintas —los ‘blanc de noirs’— aunque son menos frecuentes. Los vinos blancos no son blancos, muestran colores desde amarillos claros hasta los prácticamente anaranjados, pasando por diversas tonalidades doradas.
- El color de los vinos blancos está muy influenciado por la variedad y el tipo de elaboración, principalmente debido a la interacción de algunos flavonoides, carotenoides y taninos no pigmentados.
- Los vinos blancos toman todos los matices del espectro del amarillo; desde los muy pálidos, pasando por los que tienen reflejos verdosos, hasta aquellos ligeramente oxidados y anaranjados.
Como curiosidad, algunos vinos elaborados exclusivamente con uvas blancas pueden incluso exhibir colores que van del ámbar al caoba, por lo que no serían considerados como tales (en particular, vinos fuertemente oxidados y generosos, y/o producidos con uvas pasas, tales como el oloroso o el PX). Para su elaboración, los blancos son normalmente despojados de hollejos, rabillos y pepitas, para que no maceren y se evite así la extracción de polifenoles amargos y fácilmente oxidables. Aunque, al contrario de lo que se piensa, algunos blancos pueden llegar a elaborarse de manera muy parecida a los tintos, en contacto con sus hollejos antes de la fermentación, para obtener mayor complejidad aromática y cuerpo.
En general, y al igual que los tintos, la mayoría de los blancos se suelen clasificar por la uva (variedad, uvas con botritis, vendimia tardía, uvas agraces, etc.), los niveles de azúcar (secos, semisecos o dulces), la elaboración (fermentación en barrica, maceración “sobre lías”, crianza en barrica, espumosos, etc.), o por sus técnicas de crianza (oxidativa en barrica, inerte en depósitos, etc.) LAS 10 ETAPAS EN LA ELABORACIÓN DEL VINO BLANCO El proceso de elaboración del vino blanco se establece por etapas.
El proceso es el siguiente: 1. Despalillado. El despalillado de la uva, consiste en separar mecánicamente, mediante una máquina, las uvas de los rabillos, raspón o escobajo u otras partes herbáceas del racimo -como hojas- que puedan venir en las cajas de vendimia.
- También se conoce con el nombres de desgranado o derraspado de la uva.
- En los vinos blancos esta etapa es opcional porque el escobajo facilita el trabajo de la prensa.2.
- Estrujado.
- Se extrae el máximo jugo posible sin que se aplasten los elementos sólidos (rabillos, pieles y pepitas) para evitar malos gustos.
El jugo que sale primero se llama mosto lágrima, yema o flor, con bajo contenido en polifenoles, al no sufrir contacto con las pieles.3. Maceración. Es una etapa opcional ya que muchos blancos no se someten a maceración para hacerlos más frescos y ligeros.
En esta etapa el jugo o mosto extraído tras el estrujado permanece unas horas en contacto con la pulpa y pieles para conseguir más cuerpo y aromas.4. Prensado. La mezcla de pulpa, pieles, pepitas y rabillos se prensa para extraer el máximo mosto posible limpio de sustancias. Para limpiar el mosto de sustancias también se pueden realizar trasiegos: cambiar el mosto de recipiente dejando los restos sólidos en el fondo.5.
Fermentación alcohólica. Aquí el mosto se transforma en vino de manera natural. Se introduce todo el jugo obtenido tras el prensado en cubas (habitualmente de acero inox), se añaden levaduras y se deja fermentar a temperaturas de entre 18 y 20°C durante unas tres semanas.
Algunos vinos blancos se fermentan en barricas de roble, lo que les aporta más cuerpo, aroma y grado alcohólico.6. Fermentación maloláctica. Algunos vinos blancos con crianza o fermentación en barrica pueden realizar esta etapa, aunque la mayor parte de vinos blancos la omiten porque suprime la necesaria acidez y carácter frutal de los blancos.
En esta etapa se añaden bacterias que transforman el ácido málico del vino en ácido láctico, mucho más suave. 7. Maduración. El vino blanco joven no se embotella de inmediato. La maduración suele hacerse en cubas de acero inoxidable. Algunos vinos blancos se dejan en contacto con los residuos de la fermentación, son los denominados “sobre lías”. El tiempo de esta crianza oscila desde unos pocos días hasta algunos meses, en función del vino que desea elaborar la bodega.8.
- Crianza en barrica.
- Cuando el vino va a madurar durante un largo periodo, puede pasar varios meses en barrica de roble, lo que le confiere un aroma y un cuerpo determinados.9.
- Estabilización, filtrado y envasado.
- Se somete el vino a bajas temperaturas para disminuir la concentración de bitartratos potásicos y que no se formen estas sales en la botella.
A continuación, se filtra (existen diversos mecanismos) y finalmente se embotella.10. Crianza en botella. Tras ser embotellado el vino se deja madurar algunos días, semanas o meses en bodega hasta que esté listo para salir al mercado. : ¿Cómo es el proceso de elaboración del vino blanco?
¿Cómo se hace el vino blanco y el vino tinto?
Elaboración del vino tinto y vino blanco – La diferencia a la hora de elaborar el vino tinto o vino blanco radica en las uvas, depende de la variedad de uva que utilices y si al fermentar lo dejas macerar con el hollejo o no (piel de la uva). Los vinos tintos se elaboran con la piel de la uva, pero en el caso de los vinos blancos, se prescinde de esta parte de la uva.
Así es cómo los vinos tintos consiguen tener su color característico, gracias al hollejo de las uvas que es donde se encuentran los taninos. La temperatura de maceración de las uvas también varía en función del tipo de uva, en el caso de los vino tintos, pueden alcanzar los 24-30 ºC y en los blancos, 17-19ºC.
En definitiva, el vino tinto se fermenta con la piel de las uvas (da color al vino) y proporciona compuestos vegetales beneficiosos; y a la hora de elaborar el vino blanco, se retira la piel de la uva. – Recomendación de vino tinto: 12 Linajes Crianza, un vino elegante 100% Tempranillo, Denominación de Origen Ribera del Duero.
¿Cuánto tiempo tiene que fermentar el vino blanco?
Las claves actuales de elaboración del vino blanco Los métodos de elaboración y crianza de los vinos han experimentado una espectacular evolución desde los años setenta, introduciéndose nuevos conceptos de vinificación, como el control efectivo de las vendimias, la vigilancia de los aromas primarios del fruto durante todo el proceso o el orden y la higiene en la bodega.
La vendimia se realiza generalmente entre finales de agosto – principios de septiembre hasta mediados de octubre, cuando el fruto ha adquirido el grado de maduración deseado. Su importancia es vital ya que durante la vendimia se realiza la primera selección del fruto, el éxito de toda la vinificación posterior dependerá en gran medida de la corrección con la que se lleve a cabo este proceso.
En el proceso industrial los racimos procedentes de la vendimia son descargados en un recipiente con forma de pirámide truncada invertida denominado tolva de recepción desde donde se transportan mediante mesas de selección y cintas elevadoras hasta la despalilladora.
- En la mesa de selección se descartan racimos y frutos deteriorados o rotos que no tienen la suficiente calidad y que como comentamos anteriormente influirán de forma negativa en la vinificación.
- Las cintas elevadoras se utilizan para mecanizar y automatizar el proceso de una forma delicada.
- En el proceso artesanal la recepción suele realizarse mediante cajas de vendimia.
Igualmente se realiza en mesa la selección de los racimos para proceder posteriormente al despalillado. Para llevar a cabo en óptimas condiciones la recepción de la uva, InVIA propone diversas soluciones haz click en las fotos:
En la elaboración del vino blanco no se emplean racimos enteros, sino uvas a las que se les ha eliminado el raspón mediante un proceso denominado despalillado, El motivo es: como el mosto para fermentación es obtenido por presión, la presencia de la estructura vegetal del racimo al fracturarse en el prensado conferiría al vino olores y sabores herbáceos desagradables, al tiempo que afectaría a su contenido ácido y disminuiría su grado alcohólico.
- Por todo ello es importante disponer de una despalilladora que desgrane el racimo de una forma lo más delicada posible para que la uva no se deteriore o rompa innecesariamente y conseguir así la eficiente extracción y separación del raspón de forma que los jugos no se mezclen.
- Los primeros mostos aprovechables procedentes del desvinado o del estrujado, se caracterizan por una mayor calidad y reciben el nombre de mosto yema, mosto flor o mosto lágrima.
Sus principales características son una gran ligereza y finura, aromáticos, suaves, florales y afrutados. InVIA propone soluciones de despalillado – estrujado tanto de tipo industrial como para pequeñas producciones (click en el siguiente enlace) * MAQUINARIA DE DESPALILLADO – ESTRUJADO El fruto sufre una rotura por presión, un proceso conocido como estrujado y que debe realizarse con precisión para que no se rasguen ni rompan los elementos vegetales duros del racimo tales como pepitas, raspones o escobajos (estructura vegetal del racimo) y hollejos.
Una vez realizado el proceso de despalillado y estrujado se procede a enviar la pasta obtenida a través de bombas de vendimia a los depósitos donde comenzará la fermentación. En pequeñas producciones se usan bombas de rodete flexible con los condicionantes que tienen para el proceso- Las más adecuadas son las bombas de vendimia que disponen de tolvas con vis sin fin para facilitar la entrada de la pasta a la bomba y disponen de un diámetro de salida grande para mover mejor la pasta sin dañarla.
El mosto se mantiene en contacto con el hollejo durante un periodo que oscila entre las 12 y las 16 horas. Cuando el mosto ha adquirido el color, con especial cuidado para que no comience la fermentación, se procede al sangrado final o separación del mosto y la pasta sólida.
A este efecto son de gran utilidad los depósitos de vinificación que están dotados de rejillas interiores preparadas para la operación del sangrado Depósitos de vinificación Existen diferentes tipos depósitos, los más higiénicos son los realizados en acero inoxidable que a su vez están diseñados para facilitar el trabajo en ellos.
Es recomendable utilizar depósitos con capacidades superiores a 1.000 litros y que dispongan de una boca de acceso inferior adecuada para extraer los hollejos una vez sangrado el depósito. De este modo se retiran los orujos con facilidad mediante proceso mecanizado o bien manualmente con palas y rastrillos.
También es recomendable realizar dicha operación con depósitos de fondo inclinado hacia la boca de extracción para facilitar la caída del hollejo, el fondo se fabrica con inclinaciones a partir del 5%. Los depósitos están dotados de camisas de refrigeración, se trata de una cámara situada en el exterior del depósito colocada a una altura estratégica por donde pasa agua de refrigeración que sirve para controlar la temperatura, este sistema será de gran utilidad para la fermentación tal y como veremos más adelante.
Los depósitos también están dotados de una rejilla inferior muy importante para facilitar el proceso del remontado y sangrado del depósito operación en la que se usan bombas de vendimia o cubetas de descube, Los dos tipos de depósitos más usados son el siempre lleno y el estándar bien con fondo plano inclinado para facilitar el descube o bien con fondo cónico con salida de vaciado total, mas apropiados para la vinificación de blancos. DEPÓSITO SIEMPRE – LLENO fondo plano inclinado 5% ACERO inox. Con camisa de frío DEPÓSITO ESTÁNDAR, fondo plano inclinado 5% ACERO inox. Con camisa de frío
CUBETAS DE DESCUBE con rejilla y salida a bomba para el vaciado de la pasta fermentada de los depósitos
Para trasladar el mosto y el vino, aparte del uso de bombas, son necesarias mangueras alimentarias con certificados de calidad alimentaria comercializadas por empresas registradas y controladas por medio del procedimiento de trazabilidad. Para unir las mangueras alimentarias controlar los flujos y enlazar con los depósitos se usan válvulas, y racordería inoxidable adecuados para entrar en contacto con productos de alimentación.
Mangueras alimentarias
Válvulas, y racordería inoxidable
Desfangado
Sistema de clarificación de mostos “VIAMOST” Los mostos así obtenidos contienen numerosas materias sólidas en suspensión procedentes mayoritariamente de la uva. Mediante el desfangado se procede a su separación. Este proceso se puede realizar mediante filtración a tambor rotativo con muchos problemas de residuos, con separadores centrífugos con mucho consumo y poco rendimiento, o se dinamiza mediante sistemas de flotación como el sistema de clarificación viasmost o el separador dinámico.
- Éstos sistemas consisten en integrar en el mosto micro burbujas de gas inerte o oxigeno para que una vez finalizado el ciclo de aportación las burbujas arrastren hacia la superficie las partes más sólidas del mosto, quedando la parte inferior el mosto clarificado.
- Como alternativa menos profesional también se puede dejar reposar el mosto estático durante un día, pero con especial cuidado para que no comience a fermentar.
Las materias sólidas van cayendo al fondo por su propio peso. Posteriormente al desfangado y siguiendo un meticuloso control, los mostos limpios se trasiegan y se trasladan a depósitos de acero inoxidable para la fermentación.
La parte más delicada de todas las que componen la elaboración del vino blanco. La fermentación es el proceso mediante el cual los azúcares contenidos en el mosto se transforman en alcohol. Para que esto suceda deben de intervenir las levaduras, que pueden estar presentes de forma natural en la uva, o que podemos añadir de forma artificial para facilitar el proceso.
Las levaduras van metabolizando los azúcares en alcohol y gas carbónico. Durante este proceso es imprescindible controlar, la densidad del mosto, con el fin de determinar la cantidad de azúcar que va quedando y sobre todo, la temperatura ya que un exceso puede dar lugar a una parada de la fermentación y una pérdida de aromas arrastrados por el gas carbónico mientras que un defecto de temperatura no lograría que arranque la fermentación o que ésta se produzca lentamente dando lugar a formación de productos secundarios que pueden repercutir en sabores desagradables.
Como comentábamos más arriba, es importante utilizar depósitos dotados de camisas de refrigeración para el buen control de temperatura. La camisa de refrigeración es una cámara situada en el exterior del depósito colocada a una altura estratégica para pasar agua a la temperatura adecuada con el fin de controlar la fermentación.
Los dos tipos de depósitos más usados son el siempre lleno y el estándar. El final de la fermentación se produce de forma espontánea cuando se acaba el azucar. De esta forma se habrá obtenido un vino seco. Cuando la intención es producir vinos semisecos o dulces, hay que detener la fermentación por medios químicos (adicción de anhídrido sulfuroso) o físicos (enfriamiento o sobrecalentamiento) en el momento que el contenido de azúcar residual es el adecuado para el vino que se quiere obtener.
La fermentación sin contacto con los hollejos, propia de los mostos blancos, produce vinos ligeros y limpios. Ahora bien, en la actualidad hay tendencias que optan por una cierta maceración del mosto con los orujos, frenando la fermentación mediante tratamientos de frío.
Los equipos de frío son las maquinas usadas para el control de temperatura. Hay diferentes tipos: intercambiadores (tubulares y de placas), camisas de refrigeración o placas de intercambio. S e usan para enfriar el agua con anticongelante hasta -6º indirecta en vinificación o durante el proceso de precipitación tartárica. (click en las imagenes)
Intercambiadores
La acidificación es la adición de ácido tartárico y, en menor medida, cítrico a los mostos para mejorar su equilibrio. Durante la fermentación alcohólica se produce un descenso de la acidez, que puede ser inoportuna cuando los mostos no son muy ricos en estas sustancias.
Sin ácido tartárico los vinos pierden color, viveza y sabor, así como sus posibilidades de conservación, por eso diferentes reglamentos regulan la corrección de la acidez de los mostos, aunque no se acepta la de los vinos acabados, la normativa de la UE solamente autoriza esta corrección cuando no va unida a la champtalización simultánea (adición de azúcar al mosto para su enriquecimiento).
Para calcular la cantidad de ácido que debe emplearse hay que conocer primero la acidez total del mosto. Cuando la acidez es inferior a 4 g/l, o cuando el pH es superior a 3,6, se añade generalmente ácido tartárico. El ácido tartárico no modifica la composición normal del vino, ya que es propio de la uva.
En cambio, la dosis de cítrico debe limitarse a 100 g/hl, ya que puede provocar una alteración por influencia de las bacterias malolácticas o una elevación de la acidez volátil (el ácido cítrico no está autorizado para acidificar, es inestable y le afectan las bacterias). Se utiliza en blancos y rosados porque aporta frescura artificial y previene de la quiebra férrica).
Una de las técnicas que se utiliza actualmente para la estabilización de vinos y mostos es la desionización: El vino contiene sales disueltas: potasio, hierro, cobre, calcio, magnesio Casi todos estos elementos pueden ocasionar fenómenos de inestabilidad.
- Entre ellos el más perjudicial es el potasio que después de haber alcanzado una cierta concentración, da lugar a procesos no deseados de cristalización.
- Además las sales de potasio destruyen la molécula de ácido tartárico con la consiguiente disminución de la acidez total y la elevación del pH del vino.
La desionización es un procedimiento eficaz y de fácil aplicación que permite calcular la cantidad deseada de potasio a eliminar de forma que se asegura la estabilidad tartárica sin causar daños a las características del vino que derivarían en el deterioro de sus propiedades organolépticas.
Una vez la uva está encubada se produce la fermentación alcohólica. Gracias a la acción de las levaduras, los azúcares del mosto se transforman en alcohol. Durante esta transformación se desprende anhídrido carbónico al tiempo que las materias colorantes del hollejo se disuelven en el líquido.
- Conviene mantener la temperatura controlada entre 24º C y 28 ºC La fermentación tiene una duración aproximada de 7 a 14 días.
- Fases de la fermentación alcohólica: – FASE INICIAL: durante esta fase las levaduras se aclimatan y adaptan al medio y comienzan a actuar iniciando el proceso de fermentación.
– FASE TUMULTUOSA: Es la fase más activa, suele tener una duración de 5 a 8 días durante este tiempo las levaduras van creciendo y multiplicándose alcanzando el nivel máximo de concentración. – FASE LENTA: El proceso de fermentación se ralentiza, muchas levaduras mueren pues las condiciones del medio son más adversas debido a la formación de alcohol.
- Es el momento más crítico ya que hay riesgos de parada de fermentación y los vinos resultan presas fáciles de las enfermedades (principalmente de la picadura láctica).
- Con todo, la fase de fermentación lenta es un aspecto técnicamente muy descuidado, tanto en las industrias vinícolas tradicionales como en la fabricación de vinos de frutas.
La mejor arma contra cualquier perturbación de la fermentación lenta es la vigilancia constante de la temperatura y de la densidad o niveles de azúcar. Se han de realizar controles al menos dos veces al día para asegurarse que el proceso se lleva a cabo al ritmo esperado. Trasiego Para proceder al aclarado del vino realizamos sucesivos trasiegos evitando el trasvase de las materias sólidas depositadas en el fondo, se utilizan para ello bombas, mangueras alimentarias y la racorderia INOX adecuada para conectar todos éstos elementos entre sí.
Grandes depósitos
Depósito de almacenamiento puertas superior e inferior fondo cónico Mangueras alimentarias alta resistencia
Racorderia
Fermentación maloláctica Es ahora el momento de la fermentación maloláctica : la transformación por parte de las bacterias lácticas del ácido málico en ácido láctico. Este proceso tiene una duración aproximada de 15 días, pudiéndose alargar en función de diversos factores externos: temperatura, grado de acidez del vino, variedad de uva Se realiza a una temperatura controlada entre 20 y 25ºC con ayuda equipos del control de temperatura,
Gracias a la fermentación maloláctica estabilizamos microbiológicamente el vino, evitamos fermentaciones indeseadas en botella y le damos más suavidad. Controles de fermentación maloláctica: Durante la fermentación maloláctica debemos controlar diariamente los niveles de concentración de ácido málico, dando la fermentación por concluida cuando éste se encuentre alrededor de 0 gr/ltr.
(57) COMO SE HACE EL VINO BLANCO
Aireación a través del tubo poroso de aireación, Conviene recordar que en todos los procesos que realizamos son necesarias intensas acciones de limpieza, esterilización y desinfección (antes y después), de todo lo que está en contacto con la uva, mosto o vino. Esta es la única forma de evitar migraciones, infecciones, contaminaciones, y otras alteraciones no deseables.
Una vez hecho este breve inciso acerca de la limpieza e higiene volvemos con la elaboración
Finalizados los procesos anteriores, los vinos se seleccionan por calidades y se decide cuál será su destino: salida inmediata al mercado (Vino Joven) o un mayor o menor proceso de crianza y envejecimiento (Crianza, Reserva, Gran Reserva). En éstos procesos son necesarios equipos de medida y control tales como cuentalitros, termómetros, alarmas de nivel, sulfitometros, manómetros, refractometros de dosificación: dispensadores de carbónico, manoreductor de gases, venturi, tubo poroso de aireación,
ESTABILIZACIÓN DE LOS VINOS La estabilización de los vinos es un proceso importante en cualquier bodega. El objetivo es evitar la presencia de precipitados en las botellas cuando llegan al consumidor. El proceso de estabilización incluye: clarificación, filtración y estabilización tartárica,
Clarificación Los clarificantes eliminan proteínas y materia en suspensión. La bentonita y la cola de pescado se utilizan normalmente para los vinos blancos. La albúmina y la gelatina (de naturaleza proteínica) son más adecuadas para los vinos tintos. La forma de aplicación consiste en disolver el clarificante en el vino.
En esta operación se utilizan los sistemas de agitación y mezcla para realizar las disoluciones básicas que posteriormente son trasladadas a los depósitos para mezclar con el volumen total del vino dejándolo reposar durante un tiempo con el fin de que la materia clarificante arrastre los sólidos en suspensión y se acumulen en el fondo del depósito. Filtración Una vez clarificado el vino, procedemos a su filtración para eliminar los restos que hayan quedado en suspensión. Para ello se utilizan distintos tipos: La filtración tangencial que se halla en desuso debido a sus inconvenientes y ha sido sustituida por la filtración en línea automatizada, filtros de tierras, modulares o de placas.
FILTRO DE PLACAS
CONSUMIBLES: CARTUCHOS, PLACAS, MODULOS LENTICULARES
Estabilización tartárica • ESTABILIZACIÓN POR DESIONIZACIÓN Se trata de realizar una pequeña rectificación del vino para conseguir la estabilidad. El aumento de la acidez en ácidos tartáricos de forma equilibrada provoca una mejora del vino en boca al poner de manifiesto la amplitud ácida natural del vino sin alteraciones. • ESTABILIZACIÓN POR FRÍO Es la eliminación del bitartrato potásico, que se precipita en el fondo del depósito al alcanzar bajas temperaturas cuando el vino está suficientemente limpio. Para ello, enfriamos el vino mediante equipos de frío, placas, o depósitos isotérmicos cerca de su punto de congelación (que depende de su grado alcohólico).
De forma aproximada podemos determinar la temperatura de congelación de un vino calculando la mitad del grado alcohólico menos uno y en negativo. Por ejemplo, un vino de 14 ºC congela a -6 ºC. En ese caso, enfriaríamos el vino hasta -4 ºC o -5 ºC en depósitos isotérmicos, capaces de mantener esa temperatura entre 6 y 7 días.
Durante este tiempo se crean núcleos gruesos de cristales de bitartrato, que precipitan al fondo del depósito debido a su peso. La parte líquida, es filtrada para eliminar los microcristales que quedan en suspensión, dicha filtración debe realizarse en frío para evitar que los microcristales se vuelvan a disolver.
- Se utilizan filtros de membranas (denominados también cartuchos) compuestos de acetato de celulosa o polipropileno.
- Los dos tipos principales de filtros de membranas son: de profundidad y absolutos.
- Los de profundidad, normalmente de celulosa, tienen poros de distintos micrajes (tamaño de poro) para que las partículas se vayan reteniendo a lo largo de todo su espesor.
Los absolutos retienen todas las partículas en su parte exterior, formada por pliegues para aumentar la superficie filtrante y evitar una colmatación. Equipos de frío Es la maquinaria usada para el control del agua a través de intercambiadores (tubulares y de placas), camisas de refrigeración o placas de intercambio. Placas de intercambio acero inoxidable Depósitos Isotérmicos Microfiltración Con el fin de esterilizar el vino antes del embotellado, eliminando levaduras y bacterias que podrían alterarlo a lo largo del tiempo se lleva a cabo la microfiltración, principalmente en los vinos jóvenes dado que los crianzas se estabilizan por sí mismos durante su estancia en barricas y depósitos.
Se realiza mediante filtros de placas, modulares, y membranas o cartuchos. La microfiltración con cartuchos se realiza normalmente en bancadas, para completar el proceso se aplican cartuchos en tres etapas sucesivas con micrajes cada vez menores (en función del tipo de vino). El objetivo es esterilizar el vino antes del embotellado, eliminando levaduras y bacterias que podrían alterarlo a lo largo del tiempo.
BANCADA DE FILTRACIÓN / FILTRO MODULAR Este proceso se realiza en continuo, de modo que el vino pasa directamente del filtro a la botella en circuito cerrado. El sistema debe esterilizado previamente al proceso con agua caliente a 125 ºC durante 20 minutos o con vapor de agua procedentes depósitos de calentamiento de agua o generadores de vapor. CONTROLES Para determinar la estabilidad del vino durante todos estos procesos, utilizamos cuatro métodos analíticos: 1.- kalium test rápido análisis para determinar el nivel óptimo de intercambio iónico.2.- La determinación de la turbidez expresada en NTU (Nephelometric Turbidity Units) consiste en analizar la evolución de la turbidez sometiendo el vino a distintos procesos que permitan averiguar si el vino se enturbiará o no a temperatura ambiente, para ello se calienta a 80º C y se filtra durante 30 min a 0,65 micras para posteriormente mantener a 0º C durante 24 h 3.- índice de colmatación (indica la filtrabilidad de un vino) Con la ayuda del filtro de laboratorio se hacen pasar 400 mililitros de vino a través de una membrana absoluta de 0,65 micras y 25 mm de diámetro a 2 atmósferas de presión, medimos el tiempo en que pasan los primeros 200 mililitros, lo multiplicamos por dos y lo restamos del tiempo total en que pasan los 400 mililitros.4.- El índice de tres minutos: se mide el volumen de vino que pasa por la membrana en 3 minutos, en las mismas condiciones del índice de colmatación.
En los vinos jóvenes se procedería al llenado, tapado, etiquetado, y capsulado listo para comercializar y degustar. Las máquinas que se utilizan para éstos procesos las encontraréis haciendo click en los siguientes enlaces: Limpieza de las botellas Llenado Tapado Etiquetado Capsulado
Trasiego, crianza y envejecimiento La crianza es una fase larga y delicada cuyo objetivo es conferir unos caracteres distintos a un vino que ya se encuentra elaborado. El punto de partida es un vino perfectamente apto para el consumo, pero con la posibilidad de ver mejoradas sus cualidades mediante el envejecimiento.
- Normalmente ése tipo de vinos no suele precisar tratamiento de estabilización tartárica, se estabilizan por si solos durante su larga estancia en depósitos y barricas.
- El proceso de envejecimiento se realiza en dos fases: oxidativa y reductora.
- La primera tiene lugar en los depósitos mediante el procedimiento de micro oxigenación, y de forma clásica en la barrica de madera, donde reducidas cantidades de oxígeno penetran en el interior del recipiente modificando de forma natural la estructura química de muchos de los componentes del vino.
La segunda se realiza en el interior de la botella. En ella no penetra prácticamente oxígeno, a excepción de pequeñísimas cantidades de gases que se filtran a través de las células del corcho, por lo que los elementos del vino reaccionan entre sí en su ausencia.
- A) Primera fase de envejecimiento: la importancia de la madera Durante la primera fase de envejecimiento, madera y vino forman una sociedad estable y prácticamente indivisible.
- La madera cede al vino sus propios taninos y valores aromáticos, que se van fundiendo lentamente con los taninos del vino.
- Sin embargo, es necesario buscar un equilibro: si el vino permaneciera largo tiempo en la barrica, los taninos ásperos de la madera terminarían por derrotar a los aromas originales del vino.
Según los expertos, la madera más adecuada es la de roble americano o francés, aunque también se emplean otras maderas como la del castaño, el raulí o el pino tea. La barrica más empleada es la bordalesa con una capacidad de 225 litros. Todas las barricas llenas y cerradas se colocan en hileras unas sobre otras sobre los durmientes en un espacio preferentemente excavado o semi-excavado en el terreno, donde permanecerán alrededor de seis meses. La temperatura de este lugar debe ser baja y oscilar unos 5º entre verano e invierno.
Transcurridos los primeros seis meses, el vino se trasiega a otra barrica con el objetivo de separar el vino limpio de los residuos situados en el fondo, además de buscar un cierto grado de aireación y respiración para el vino. Para poder llenar, y vaciar las barricas nos servimos de una serie de útiles que posibilitan y facilitan dichas operaciones. Llenado-vaciado barricas
En todo este proceso se realiza periódicamente operaciones de “battonage” en el interior de la barrica con el objetivo de mantener las lías finas del propio vino en suspensión, al igual que se precisan de otros utensilios de trabajo con barricas durante el proceso.
Utensilios de trabajo con barricas La nueva estancia en barrica puede durar varios meses más, hasta que el vino adquiere el punto deseado. Al final de esta etapa, tanto los aromas como los sabores del vino son heterogéneos. Para alcanzar una unificación de cualidades, el vino de la barrica se mezcla con otros vinos de la misma cosecha.
A continuación se procede a una suave clarificación del vino mediante filtrado, y a su embotellamiento, ( véase la parte 5) b) Segunda fase del envejecimiento: crianza en botella Con el traslado del vino a las botellas comienza la segunda fase del proceso de envejecimiento: la reductora (sin oxígeno).
- Una vez llenas y bien tapadas, las botellas son colocadas en botelleros ubicados en las cuevas o calados.
- Se trata de naves subterráneas perfectamente aisladas que se caracterizan por la ausencia de aire y de cambios bruscos de temperatura, así como por una humedad relativa del aire superior al 70%.
- Allí permanecerán en posición horizontal formando rimas para que el vino esté en permanente contacto con el corcho, humedeciéndolo y produciendo un cierre hermético.
El vino que ha evolucionado correctamente durante la fase oxidativa, en la botella se afina y se redondea, enriqueciéndose su aroma de la mano de las sustancias existentes en el ambiente reductor (sin oxígeno) de la botella. De este modo adquiere una mayor complejidad y elegancia y prueba de ello es que la crianza en botella de los grandes vinos puede alargarse durante muchos años.
¿Qué contiene el vino blanco?
En nuestro blog ya os hemos hablado de algunos de los beneficios para la salud del vino tinto, Realmente, estos son los más populares y, por ello, oímos hablar en numerosas ocasiones de todo lo que una buena copa de vino tinto puede aportarnos. El vino blanco es el gran desconocido en este sentido, pero más por falta de información que por escasez de beneficios.
Sus propiedades antioxidantes. El vino blanco es rico en antioxidantes, lo que nos ayuda a, por ejemplo, incrementar el nivel de colesterol ‘bueno’ en la sangre, mantener nuestra piel y nuestras células jóvenes o reforzar nuestro sistema inmunológico. Es rico en minerales y bajo en calorías. Teniendo en cuenta su contenido nutricional, el vino blanco nos aporta minerales como potasio, flúor o fósforo. Además, es una de las bebidas alcohólicas que cuenta con menos calorías. Ayuda a reducir el estrés. El vino blanco es positivo también en este ámbito, ayudando a reducir el estrés y la ansiedad. Lo consigue principalmente relajando los músculos y mejorando el sistema respiratorio. Previene enfermedades cardiovasculares. Igual que sucede con el vino tinto, el blanco ayuda a prevenir este tipo de enfermedades. Contrarresta el sedentarismo. El vino blanco ayuda a no notar tanto los efectos de una vida sedentaria en nuestro cuerpo. Así, es beneficioso para mantener unos huesos fuertes y evitar que nuestra masa muscular disminuya.
Ahora que ya conoces todas sus propiedades, ¿estás deseando probar un delicioso vino blanco? ¡Prueba nuestro Chardonnay !
¿Que le da el color al vino blanco?
La química del color del vino La primera sensación que percibimos en una copa de vino es su aspecto visual. Es precisamente la inmediatez de la visión la que otorga capital importancia a su apariencia. Su transparencia, su brillo y sobre todo su color son algunos de los atributos más determinantes de la calidad no solo por las evidentes implicaciones sobre su imagen, sino también porque son indicadores de otros aspectos relacionados con su aroma y sabor.1 Así, por el color de un vino podemos deducir su edad, su cuerpo, su estado de conservación, e incluso adivinar algunos defectos que después notaremos al saborearlo.2 Aunque parezca una verdad de Perogrullo, antes de continuar es necesario definir el concepto de color.
- La Real Academia Española de la Lengua lo define como «la sensación producida por los rayos luminosos que impresionan los órganos visuales y que depende de la longitud de onda».
- Esta definición es incompleta ya que en la apreciación del color influye mucho el entorno que rodea el objeto y la iluminación a la que es sometido.
Ya el gran Leonardo da Vinci (1452-1519) afirmaba que el color era la resultante de una compleja relación entre el fenómeno observado y las condiciones de su observación. En el caso concreto de los vinos tintos, el color cobra aún mayor importancia ya que los vinos tintos dotados de gran color son los más valorados por el mercado.2 Dada pues su importancia, el presente artículo pretende abordar el fundamento químico del color del vino tinto, que –si me permiten el juego de palabras– es bastante más complejo de lo que puede parecer a simple vista. Figura 1 El color del vino tinto En la figura se puede apreciar que el espectro del vino joven presenta un máximo a 520 nm, correspondiente al color rojo, y unas componentes amarilla (420 nm) y azul (620 nm) relativamente importantes. Por esta razón, el vino presenta un color rojo intenso con tonalidades violáceas.
El vino de 5 años, presenta una componente roja menor y una componente amarilla mayor, luego presentará un color rojo teja. Finalmente, el vino de 20 años presentará una componente roja de color muy pequeña y una componente amarilla relativamente más alta. Por tanto, su color se acercará al marrón. Esta es la evolución inevitable.
Ahora bien, el color del vino tinto así como su evolución en el tiempo están determinados por su composición química, especialmente por su composición en compuestos fenólicos.4 Por esta razón, abordaremos a continuación la descripción de los principales compuestos fenólicos para poder estudiar su verdadera implicación en el color del vino tinto.
- Los compuestos fenólicos acostumbran a clasificarse en no flavonoides y flavonoides.
- La primera familia incluiría a los ácidos fenoles (y a sus derivados) y a los estilbenos.5 Los compuestos no flavonoides no contribuyen de forma directa al color del vino.
- No obstante, pueden oxidarse por vía enzimática o química dando lugar a tonalidades amarillas/marrones.
Este fenómeno denominado pardeamiento es el responsable de que los vinos blancos añejos presenten tonos más oscuros que cuando eran jóvenes. Asimismo, los compuestos fenólicos no flavonoides pueden actuar como copigmentos y modular el color del vino gracias al fenómeno de la copigmentación que se describirá más adelante.
Los flavonoles Los antocianos Los flavan-3-oles
Figura 2 Distribución de los principales compuestos fenólicos en la uva Los flavonoles son los responsables del color amarillo de la piel de las uvas blancas y naturalmente de una parte del color amarillo del vino blanco y también del tinto.5 No obstante, su participación directa en el color del vino tinto es de poca importancia si bien son magníficos copigmentos y, por tanto, pueden ejercer un papel muy positivo.6 Los antocianos (del griego anthos, flor y kyanos, azul) son los responsables directos del color rojo azulado de la piel de las uvas tintas y naturalmente del color del vino tinto.5 Finalmente, los flavan-3-oles representan una compleja familia compuesta por las diferentes formas isoméricas de la catequina y sus polímeros denominados taninos condensados o proantocianidinas.5 Los flavan-3-oles no participan directamente en el color del vino si bien pueden contribuir como copigmentos o mediante complejas transformaciones químicas en las que interaccionan entre ellos y/o con los antocianos que originan nuevos pigmentos.7,8 Por otra parte, los flavan-3-oles son también, en gran medida, los responsables del sabor amargo, de la astringencia, del cuerpo y de la capacidad para envejecer del vino.2,9 La figura 2 muestra la distribución de los diferentes compuestos fenólicos en el grano de uva.
Como se puede ver los ácidos fenoles se encuentran en el raspón, en la piel, en la pulpa y en las semillas. Los flavonoles se encuentran en la piel y son los responsables de su coloración, amarilla en la uva blanca. Los antocianos se encuentran en la piel de las uvas tintas y son los responsables del color rojo azulado en la uva tinta.
Por último, los flavan-3-oles se encuentran en el raspón, en la piel y en las semillas. Es necesario destacar que la pulpa no tiene coloración, excepto en algunas variedades llamadas tintoreras, y que por tanto el proceso de elaboración del vino influye mucho en su color.
Así pues, es posible elaborar vino blanco con uva tinta si se evita que las pieles tengan contacto con el mosto. De hecho se suele denominar a los vinos blancos elaborados con uva blanca con el término francés de blanc de blancs, mientras que a los elaborados con uva tinta se les llama blanc de noirs,
En cambio, el vino tinto solo se puede elaborar con uva tinta y mediante maceración del mosto con las pieles y semillas. Así, los vinos blancos se elaboran fermentando el mosto libre de pieles y semillas, mientras que el vino tinto se elabora fermentando el mosto en contacto con pieles y semillas para extraer la concentración adecuada de antocianos y flavan-3-oles.
- Este proceso denominado maceración puede durar unas horas en el caso de los vinos rosados, unos pocos días en el caso de los vinos tintos destinados a ser consumidos rápidamente o varias semanas en aquellos vinos tintos destinados a la crianza.
- Hasta el momento se han descrito los antocianos como pigmentos de color rojo, pero en realidad pueden presentar otras coloraciones en función del pH y también en función de su interrelación con otros polifenoles.
Por tanto, los antocianos presentan un enorme abanico de colores que trataremos de mostrar a continuación. La figura 3 muestra el equilibrio entre las diferentes formas químicas de los antocianos en función del pH. Figura 3 Equilibrios de los antocianos en función del pH A pH muy ácido, la forma mayoritaria es el catión flavilio, que presenta color rojo. La deslocalización de la carga positiva es la responsable de que el flavilio presente color rojo. No obstante, cuando el pH del medio aumenta, la forma flavilio se transforma en la base quinona de color violáceo y en la forma carbinol que es incolora.10 Esta última reacción implica la entrada de una molécula de agua, la liberación de un protón y el ataque nucleófilo del hidroxilo del agua, el cual neutraliza la carga y provoca la desaparición del color rojo.
- Por tanto, la hidratación del flavilio es la responsable de su pérdida de color.
- De forma parecida, la presencia del anión bisulfito, procedente del dióxido de azufre utilizado como antioxidante y antiséptico, también comporta una decoloración del flavilio por un mecanismo semejante.
- Por otra parte, el carbinol puede transformarse en las calconas cis y trans que presentan un ligero color amarillo.
Esta última transformación se ve fuertemente favorecida por las temperaturas elevadas.11 Finalmente, la calcona trans puede ser oxidada dando lugar a ácidos fenoles. Todas estas reacciones son reversibles con la única excepción de la reacción de oxidación que comportaría la pérdida irreversible del color del vino.
- Por lo tanto, la estabilidad del color del vino tinto estará muy comprometida siempre que las temperaturas de conservación sean elevadas, ya que con ello se favorece mucho la formación de calconas y su posterior oxidación.
- De acuerdo con estos equilibrios, el vino tinto a su pH habitual, entre 3,5 y 3,9, debería tener muy poco color y ser azulado.
Resulta obvio que no es así y ello es debido a dos razones. La primera es que el color del vino está fuertemente condicionado por la copigmentación, 6 y la segunda razón es que los antocianos pueden reaccionar con otras moléculas y originar nuevos pigmentos.7,8 La figura 4 ilustra el mecanismo de la copigmentación. Figura 4 Mecanismo de la copigmentación El fenómeno de la copigmentación se fundamenta en que las moléculas de antocianos son planas y pueden formar asociaciones entre ellas o con otras moléculas, denominadas copigmentos, dando lugar a estructuras de tipo sándwich.12 Las uniones entre estas moléculas son de tipo débil (Van der Waals, interacciones hidrofóbicas,).
- Dentro de estas agrupaciones se genera un entorno hidrofóbico que impide el acceso de las moléculas de agua, de tal manera que no tiene lugar el ataque nucleófilo.
- De esta forma se reduce la formación de bases hidratadas incoloras (carbinol) y se desplaza el equilibrio hacia la formación de estructuras coloreadas (flavilio).13 Por lo tanto un porcentaje mayor de antocianos del que correspondería de acuerdo con el pH, contribuirá al color, siempre y cuando en el medio existan los copigmentos adecuados.
Como copigmentos pueden actuar ácidos fenoles, flavonoides, aminoácidos, nucleótidos, polisacáridos, etc.12 Otro aspecto interesante de la copigmentación es que los copigmentos no solo incrementan el color del vino, sino que también pueden modificar su tonalidad mediante desplazamientos batocrómicos o hipsocrómicos, 6 por lo que el color de los vinos podría presentar tonalidades diferentes en función de su composición en diferentes copigmentos.
Por otra parte, algunos autores postulan que la copigmentación es un paso previo a la formación de uniones más estables, ya que facilita la condensación de los antocianos con los flavan-3-oles.14 Finalmente, los antocianos pueden reaccionar con otras moléculas y originar nuevos pigmentos con coloraciones distintas.
La figura 5 muestra un esquema con las posibles reacciones de los antocianos así como los nuevos pigmentos que se forman. Figura 5 Principales reacciones químicas de los antocianos Como se puede ver las posibilidades son múltiples.4,7,8 Así, los antocianos pueden unirse de forma directa a los flavan-3-oles y, de este modo, originar un nuevo pigmento mucho más estable y que mantendría el color rojo.
También pueden unirse a los flavan-3-oles mediante un puente etilo generado por la reacción del flavan-3-ol con el etanal. En este caso, el nuevo pigmento sería de color violáceo. Los antocianos también pueden reaccionar con el etanal generando polímeros de antocianos unidos mediante puentes etilo que mantendrían su color rojo, o bien formar un nuevo pigmento denominado vitisina B, el cual presenta un color anaranjado.
Los antocianos también pueden reaccionar con el ácido pirúvico generando la vitisina A, también de color anaranjado. Ambas vitisinas forman parte de una familia de pigmentos denominada piranoantocianos que incluiría también a los aductos generados por la cicloadición entre un antocianos y un vinil-fenol o bien con un vinil-flavanol.
Todos los piranoantocianos presentan una coloración anaranjada. Por último, la vitisina A también puede reaccionar con un vinil-fenol o con un vinil-flavanol y originar nuevos pigmentos de color azul.15 El vino tinto, por tanto, contiene múltiples pigmentos que conforman una paleta de colores mucho más compleja de lo que a priori podíamos pensar y de hecho aún no somos capaces de predecir el color de un vino a partir de su composición química, y mucho menos al revés.
Aún así, se puede resumir todo lo expuesto diciendo que el color de un vino joven dependerá en gran medida de su composición en antocianos, de su pH y de los fenómenos de copigmentación. Por esta razón será de color rojo con ciertos matices violáceos.
- Posteriormente, durante la crianza, se favorecen todas las reacciones mediadas por el etanal, ya que la microoxigenación moderada que tiene lugar en las barricas provoca la oxidación del etanol a etanal.
- Estas reacciones originarán nuevos pigmentos, por una parte aductos entre antocianos y flavan-3-oles mediante puentes etilo, y piranoantocianos.
Por esta razón, el vino evolucionará poco a poco a tonalidades teja. Finalmente, cuando el vino sea ya muy añejo, los antocianos habrán desaparecido completamente y serán los piranoantocianos y otros pigmentos aún más complejos los que dominarán el color del vino que será de tonalidades marronosas.
De forma paralela a estas transformaciones del color, el aroma y el sabor del vino también evolucionarán. Se tratará, pues, de esperar a que alcance su momento de máxima calidad para disfrutar de esta compleja y deliciosa bebida. Bibliografía 1. Glories Y.: La couleur des vins rouges.1ère partie Les equilibres des anthocyanes et des tanins.
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¿Cuál es el vino más fuerte del mundo?
¿Cómo saber si un vino resultará fuerte o suave?. Noticias de vinos y bebidas. espaciovino – Vinoteca online Tiempo de lectura: 5 minutos 11/05/2016 Cuando se compra un tinto hay un par de trucos para guiarse. En esta nota, un punteo práctico para comprar bien. Una pregunta tan simple, tan de ama de casa en apuros, no es fácil de responder en materia de vinos, aún tratándose de un sommelier canchero en el asunto de recomendar.
- Como todo, requiere matices para que la respuesta sea concreta.
- Con todo, cualquier bebedor de vinos reconocería si un tinto le resulta intenso y vigoroso respecto de uno que moderado y débil.
- El asunto es que nada de esto está claramente indicado en las etiquetas.
- ¿Entonces, cómo elegirlos? Hay algunos índices, sin embargo, que cuando están combinados en una botella es casi seguro que resulte fuerte a la mayoría de consumidores.
Serían
El grado alcohólico El año es dato clave Reserva o Gran reserva La fuerza de la uva El origen también influye Fuente: Joaquín Hidalgo – Vinomanos.com
La cantidad de alcohol es el primer índice para saber si un vino resultará fuerte. ¿La razón? Si el porcentaje ronda los 14 a 15% y el vino está bien hecho, tiene que tener mucho cuerpo y taninos gordos para que ese alcohol no resulte quemante. Y si alcanza ese balance, entonces al paladar el tinto se presenta potente, cargado de sabor y con volumen de boca.
Un tinto que supere los 15%, sin embargo, tiene dos alternativas: o es definitivamente un vino robusto o se trata de un vino fortificado, en particular desde los 16%. Una golosina briosa. Sin embargo, se puede dar la paradoja de un tinto de 13 o 14% que resulte vigoroso. Para salvarse de ese tipo de tintos, o bien para elegirlos a placer, conviene mirar otro dato indicado en la etiqueta: la cosecha.
En la etiqueta los vinos indican el año de cosecha. Si dice 2014 es que las uvas fueron cosechadas ese año, indistintamente de cuándo fue embotellado. Los tintos fuertes y briosos son siempre jóvenes. Es decir, que hoy sería 2014 y 2015. La razón hay que buscarla precisamente en la juventud, ya que los bríos, asperezas y rugosidades que pueda presentar un tinto están asociados a ella.
¿Cómo? Los taninos –ese compuesto tan nombrado y poco comprendido– son los responsables de que la boca del tinto tenga músculos y al mismo tiempo, cuando son nuevos, que no estén torneados. Así, la aspereza o sequedad de un tinto 2015, será textura tersa o de seda para 2019 o más. Entonces, juventud y alto grado alcohólico, es garantía de fortaleza.
Lo contrario sucede con los opuestos: senectud y bajo grado. Y si el grado no se modifica en el tiempo, sí lo hacen los taninos. ¿Cómo saber si un vino viejo está bien? Las etiquetas de vinos exponen a la bodega, la variedad –a menos que sea una combinación de ellas, en cuyo caso dirá Red Blend o Assemblage– y la crianza, si es que la tienen.
Con crianza se refiere al tiempo en que el vino estuvo en barricas de roble. Este asunto es delicado: porque para que el vino pueda pasar mucho tiempo tiene que ser naturalmente fuerte, con carácter; pero al salir del barril tiene que estar ensamblado de forma tal que esa rusticidad no esté más. Lo lógico es que a mayor tiempo, mayor es la suavidad que gana el vino.
De ahí que un Reserva, que tiene por lo menos hasta 12 meses de barrica, ofrece un producto moderado; mientras que un Gran Reserva, que asciende por lo menos hasta 24 meses de crianza, debería serlo más. Pero ahí hay un truco: porque para que el vino soporte ese proceso, tiene que haber sido aún más potente y brioso cuando joven.
- Por ello, en general, un gran reserva nuevo es más fuerte que uno reserva a secas, pero en el largo plazo –al cabo de diez años, por lo menos– se mantendrá en mejor forma y será garantía de seda y sabor.
- En cuanto a las variedades, las más potentes y fuertes cuando son jóvenes resultan Petit Verdot y Cabernet Sauvignon, seguidas de Merlot y Malbec, luego Syrah –en especial cuando ha evolucionado un poco- y Bonarda.
Al final de todo, lejos, el Pinot Noir, que es como un blanco hecho tinto. Delicadeza pura, mejor si no tiene alto alcohol, pero eso ya lo dijimos más arriba. Las zonas frías –es decir, Patagonia y los viñedos de altura en Uco– dan vinos de mayor intensidad sápida y tánica, aún cuando los alcoholes tiendan a ser moderados.
En eso, el clima más riguroso hace a uvas de un balance más potente. Mientras que zonas soleadas y cálidas, dan tintos de alta graduación alcohólica pero sin estructura tánica, como sucede con San Juan y el Este Mendocino. : ¿Cómo saber si un vino resultará fuerte o suave?. Noticias de vinos y bebidas.
espaciovino – Vinoteca online
¿Cómo se llama la levadura para vino?
LA LEVADURA SACHAROMYCES CERESEVISIAE. – La levadura que usamos para fermentar el vino es la Sacharomyces ceresevisiae o levadura de panadería. Es la misma que usamos para el pan o la cerveza. En nuestras bodegas, es la que transforma el azúcar en alcohol, así que el mosto en vino.
¿Qué pasa si bebes mucho vino blanco?
Beber mucho vino, no solo provoca un dolor de cabeza por resaca al día siguiente, sino también afecta a todo tu organismo y puede acabar, con el tiempo, propiciando el desarrollo de una enfermedad oncológica. Por lo tanto, sii recientemente te hablábamos del azúca r, un alimento que está en el punto de mira, ahora le toca el turno al vino, una bebida habitual en nuestras mesas pero peligrosa, ya que incluso cuando la bebemos con ‘moderación’ estamos poniendo en riesgo nuestra salud.
- Y es que cada vez más médicos y expertos alzan la voz para que la población tome consciencia de los riesgos que puede entrañar el vino.
- De hecho, aunque no nos demos cuenta, cada gota que ingerimos contiene alcohol y este acaba en nuestro torrente sanguíneo y, de allí, a todos los órganos y células de nuestro organismo ocasionando un daño sordo y que, con el tiempo, puede acabar en un problema grave.
Eso sin tener en cuenta los riesgos de tomar ‘unas copas de más’. Beber y emborracharnos, aunque no seamos conscientes de ello, no solo nos expone a tener un accidente o sufrir un coma etílico si nos hemos pasando. Nuestro cuerpo se resiente y nos lo hace notar con mareos, falta de coordinación, balbuceos, náuseas, vómitos y, en los casos más graves, pérdida de consciencia.
¿Qué es más saludable el vino blanco o el vino tinto?
¿Es más saludable el vino blanco o el tinto? Todos hemos escuchado que una copita de vino es buena para la salud, Pero ¿de tinto o de blanco? Las personas a las que les gusta el vino, normalmente se posicionan por uno de los dos. Aunque también hay aquellas a las que no les importa el color, sino que valoran el sabor.
¿De qué lado eres tú? Seas de cual seas, te gustará saber si es mejor tomar vino blanco o vino tinto. Es posible que, después de saber la respuesta, decidas para almacenar todas las botellas y disfrutar así del intenso sabor de los buenos vinos que tienes. Gracias a tiendas online como, es posible encontrar distintos modelos y diseños.
Bueno, no nos vayamos por las ramas, hablemos de si es mejor el vino blanco o el vino tinto. Diferencias entre el vino blanco o el tinto El color nos dice claramente que la elaboración de ambos vinos es diferente. El blanco, se hace con uva blanca sin piel ni semillas, las cuales se separan del zumo que sale de estas y se le añade levadura para fermentar.
- Esta es una de las razones por las que tanto del sabor, el aroma del vino blanco es más frutal.
- Por su parte, el vino tinto se prepara con las uvas de color rojo oscuro o negras que se trituran con la piel y se dejan fermentar durante una o dos semanas.
- Los Taninos son unos compuestos que se encuentran en la piel de la uva y los responsables del color y el sabor del vino tinto, el cual a diferencia del blanco, es más seco y tiene más cuerpo.
Ventajas y desventajas de ambos vinos Ninguno de los dos es malo, siempre y cuando se tome con moderación. Sin embargo, hay distintos factores que tomar en cuenta que hacen mejor a uno u otro. Por ejemplo, los polifenoles son potentes antioxidantes que se encuentran en la piel de la uva.
Tienen un efecto en la oxidación de las grasas de la sangre, por lo que cuando los consumimos la circulación sanguínea es más fluida. Como el vino blanco se elabora con uvas sin piel, no los contiene, por lo que se otorga la ventaja al vino tinto que también contiene más vitaminas y minerales. Y es que el vino tinto tiene antioxidantes que pueden ayudar a prevenir enfermedades del corazón a través de un aumento de los niveles del colesterol bueno y la protección de las arterias.
Si bien es cierto, que el vino tinto es más calórico que el blanco o el rosado. Todo esto no significa que el vino blanco no tenga beneficios para la salud. De hecho, también contiene propiedades antioxidantes que ayudan a prevenir el cáncer. Diferentes estudios e investigaciones han sugerido que puede proteger el corazón contra el envejecimiento.
- El resveratrol, un potente antioxidante en el vino tinto Una de las razones por las que el vino tinto se posiciona sobre el vino blanco en lo que se refiere a mejorar la salud, es el resveratrol.
- Este es un antioxidante que se encuentra en ambos vinos, pero en mayor cantidad en el tinto por el proceso de fermentación al que es sometido.
Diferentes estudios han demostrado que este antioxidante puede mejorar la salud de los vasos sanguíneos en personas que tienen diabetes del tipo dos, ya que reduce la arteriosclerosis, lo cual repercute en un menor riesgo de infarto o accidentes cerebrovasculares.
- El vino tinto también se ha relacionado con una protección contra el cáncer.
- Por tanto, en resumen, podemos decir que el vino tinto es más beneficioso para la salud, pero el blanco también tiene sus ventajas.
- Si te gustan ambos, altérnalos como quieras, siempre siguiendo unos prácticos consejos para las bebidas alcohólicas: – Tomar una copa de vino al día es beneficioso para la salud.
Un exceso puede ocasionarnos daños en el organismo. – Acompaña tu vino blanco o vino tinto con una dieta nutritiva y saludable. – Descansa lo necesario cada noche y reduce el estrés con hábitos saludables. Nunca bebiendo más de lo necesario. Si sigues estos consejos, podrás disfrutar de una buena copa de vino blanco o vino tinto siempre que quieras.
¿Qué es mejor para la salud el vino tinto o el blanco?
¿Cuál tiene más calorías? – Entre todas las opciones, si eres amante del vino, es mejor elegir el vino tinto de más de dos años. Sobre todo por el azúcar, cuanto más joven sea el vino más azúcar tiene, En términos generales, las calorías son muy similares.
- De hecho, el quid está en el grado alcohólico, los azúcares presentes y el volumen de la copa, sin importar el color,
- Pero diremos, para ser exactos, que una copa de vino tinto puede contener unas 63 calorías por cada 100 ml, mientras un vino blanco 70 calorías por cada 100 ml aproximadamente.
- Mas o menos la cantidad de kcal que contiene un yogurt.
Eso sí, el vino tinto tiene más beneficios para la salud que el vino blanco. Esto se debe a que el vino tinto tiene una mayor cantidad de resveratrol que el vino blanco, al encontrarse fundamentalmente en las semillas y piel de la uva utilizadas en el proceso de fermentación, cosa que el vino blanco no tiene.
- El proceso de elaboración de estos vinos es bastante parecido, pero tienen una serie de variaciones que son cruciales a la hora de obtener un producto final radicalmente distinto.
- Durante el proceso de fermentación, se convierten los azúcares naturales del jugo de la uva en alcohol.
- En algunos casos en la fermentación se añaden levadura para controlar dicho proceso.
Por consiguiente, cuanto más se aleje de lo natural, más engordará el vino. Por ejemplo, el proceso de maceración del vino tinto dura varios días, ya que se encadena con una primera fermentación. Por el contrario, el vino blanco suele tener una proceso “inexistente”, o dura tan solo unas horas (entre 12 hrs y 16 hrs).
- Si en su proceso de elaboración, se macera el mosto con la piel y las pepitas, antes de fermentar, el vino blanco contendrá más componentes aromáticos y resveratrol, el antioxidante presente en el vino tinto con propiedades antiaging y beneficios a nivel cardiovascular y cerebral.
- En resumen, ambas bebidas contienen beneficios si se beben con moderación, unos 30 gramos como máximo para el varón adulto y 20 para la mujer.
Es decir, teniendo en cuenta un vino de 13 grados, sería de algo menos de dos copas diarias para las mujeres y de tres copas diarias para los hombres, Si hay que elegir, el tinto suele aportar más beneficios y nutrientes a nuestro organismo debido a su proceso de elaboración, su menor contenido en azúcares simples y su mayor cantidas de resveratrol.
¿Quién creó el vino blanco?
HISTORIA DEL VINO BLANCO – El vino blanco es una de las bebidas alcohólicas más apreciadas y consumidas en todo el mundo. Sabemos que tiene una historia muy antigua, pero aun así es difícil confirmar con precisión su origen. Se dice que los primeros hallazgos de esta bebida datan de hace 7.500 años, gracias a excavaciones arqueológicas en Irán, que, sin embargo, no han podido determinar el color exacto del vino.
- Otros datos revelan que entre la población griega, el vino era considerado la bebida por excelencia del dios de la fertilidad Dionisio, a quien algunas leyendas atribuyen el arte de hacer vino.
- También se han encontrado datos que mencionan la elaboración de vino alrededor del siglo V A.C por Hipócrates, como una “cura” para sus pacientes.
En particular, el vino blanco o de color claro y sabor ligeramente ácido se menciona en varios escritos como un “remedio natural” para ciertas enfermedades y trastornos. En la antigua Roma, el vino estaba inicialmente reservado a los más ilustres personajes, considerado a todos los efectos un artículo de lujo, prohibido a las mujeres y producido en cantidades limitadas.
¿Quién inventó el vino blanco?
En la antigua Grecia el vino ya había sido desarrollado y utilizado desde Hipócrates, un médico nacido alrededor de 460 a.C. que lo prescribe comúnmente a los pacientes. Utilizaba « Vino vinoso blanco » y « vino blanco amargo» entre sus remedios, una muestra de la diversidad de la producción en ese momento.
¿Cuántos grados de alcohol tiene el vino blanco?
Entorno a los 10 – 11 grados en vinos blancos. y entre 13 y 15 grados en los vinos tintos.
¿Cómo se hace el vino tinto?
Embotellado – Una segunda parte del período de crianza del vino tendrá lugar una vez que este es embotellado. Durante este tiempo el vino evolucionará en una atmósfera reductora y asimilará el oxígeno que se introduce en la botella de manera inevitable cuando se cierra con el corcho.
El envejecimiento en botella es también importante ya que permite que el vino se estabilice y que los aromas y propiedades que ha adquirido en la barrica encuentren un punto de equilibrio y armonía, Dependiendo de los tiempos de crianza que se den tanto en barrica como en botella, obtendremos como producto final un vino,
Aunque cada tiene sus secretos y aporta su toque personal a sus vinos, el que hemos visto es, grosso modo, el método de elaboración del vino tinto más común y extendido en el mundo. Un proceso que ha llegado a unos niveles de tecnificación extraordinarios, pero que es, en esencia, el mismo que empleaban nuestros abuelos cuando se descalzaban para pisar la uva.
¿Qué diferencia hay entre un vino blanco y un tinto?
Vino blanco – Al contrario de que los tintos, los vinos blancos son prácticamente incoloros o con tonos amarillentos un poco tímidos, Además, otra diferencia radica en la maceración. Los vinos blancos también se elaboran a partir de uvas (ya sean blancas o tintas) pero nunca se mezclará el mosto con los hollejos. Así se impide que se tinte.
¿Qué diferencia hay entre el vino blanco y el vino blanco seco?
Vino blanco seco – Es el tipo de vino blanco que menor cantidad de azúcar contiene, entrando dentro de esta clasificación aquellos que tienen menos de 5 gramos de azúcar por litro. Por ello, durante la fermentación la gran cantidad de azúcar se ha convertido en alcohol.
- Se tratan de vinos —como el Sauvignon Blanc y el Chardonnay— que tienen una textura seca junto con un sabor fuerte.
- Este tipo de vino suele ser más ligero y menos meloso, así como con ciertos olores herbáceos y de madera.
- ¿Para qué tipo de comida son adecuados? Puedes combinarlos con aperitivos ligeros y marisco.
Dentro del maridaje de queso y vino, hay varios tipos de quesos, como los semicurados, que combinan con el vino blanco seco.
¿Cómo se hace el vino tinto en colores?
La pigmentación del vino nos aporta información sobre el cuerpo, la edad y el estado del vino. Descubre aquí como se logra el color en cada vino según el proceso que se sigue. – La gran mayoría de las uvas que se utilizan en la elaboración del vino poseen el mismo color en su pulpa.
Ya sean uvas tintas o blancas; tienen un color ligeramente amarillento. Los pigmentos que caracterizan a las uvas tintas se encuentran en su piel. Por eso en la elaboración de los vinos tintos se deja macerar el mosto con la piel de la uva durante la fermentación hasta alcanzar el color rojo deseado por el enólogo.
La pigmentación del vino nos aporta información sobre el cuerpo, la edad y el estado del vino. Además de poder identificar qué tipo de uva se utiliza para la elaboración del vino a través del color, también es posible detectar el tipo de prensado y su fermentación, envejecimiento y embotellado.
Si el color es fuerte y concentrado estamos ante un producto recio y rico en sustancias tánicas por lo que los vinos tintos pierden intensidad con el paso del tiempo y pasan de tener tonos violáceos o morados a matices ocre, teja o castaño. Por esa razón, cuanto más claro y amarillento sea el vino, mayor habrá sido su crianza al contrario que con los vinos blancos.
El color puede variar desde un púrpura oscuro hasta diferentes tonalidades de rojo. En el caso del vino blanco los colores van desde los amarillos verdosos en los vinos jóvenes a un dorado con matices ocre en los vinos de añadas anteriores. Cuando el vino a elaborar es rosado, se deja macerar brevemente el mosto con la piel de la uva tinta antes de fermentar, mientras que los vinos blancos se elaboran fermentando el mosto sin pieles ni semillas.
- Este proceso puede durar horas en el caso de los vinos rosados, pocos días en caso de los tintos de consumo rápido y de varias semanas en los tintos que se destinaran a crianza.
- La mejor forma de apreciar el color del vino es inclinando la copa entre 30 y 45 grados y observar el borde del líquido con el cristal sobre un fondo blanco.
En este punto es donde se hacen más evidentes los matices cromáticos del vino. Los vinos de Bodega Iniesta tienen una amplia gama de colores desde los más terráceos hasta los amarillos verdosos de nuestro blanco más joven.