La lista “no oficial” de los tragos que toman los chilenos | Emol.com SANTIAGO. – Frutas, harina, huevos. No se trata de los ingredientes para hacer una tartaleta. Y si a eso le agregamos hielo, helado, chancaca, gaseosas varias y un poquito de pólvora, tenemos los elementos necesarios para elaborar los más excéntricos, populares, guachacas, taquilleros y épicos tragos nacionales.
Porque como “el ingenio del chileno” da para todo, y muchas veces contraviniendo todas las normas de la Real Academia del Buen Beber, los populares “combinados” made in Chile se han adentrado en el alma patria. Así como Condorito o el perrito de Lipigas. Acá va una lista ampliada con las distintas variantes de nuestras joyitas etílicas, para degustar en estas Fiestas Patrias.
► Pa’la sed, pa’ la calor: Fanshop: No hay como un Fanshop (Fanta + Shop) para pasar esas acaloradas tardes veraniegas. La mezcla va a gusto del consumidor, pero siempre con la cerveza bien helada y, de preferencia, un paisaje marino frente a los ojos.
Como los comerciales de TV. Refrescan tanto como el chirimoya alegre que venden en la calle. Y suele dejar más “alegre”. Vino con hielo y azúcar: Una alternativa más de cantina para paliar el calor es el vino con hielo y azúcar. Se sugiere cambiar el paisaje marino por uno rupestre. ► Pa’l carrete: Piscola: Postulada por algunos como “el trago nacional”, la popular piscola (Pisco + bebida cola) es la fiel compañera de tertulias, vituperios y carretines del país.
Una buena piscola debe llevar hielo y limón. Y, aunque el origen del pisco puede estar en duda, la piscola es 100% chilena. ► Pa’l hambre: Chupilca: Un nutritivo trago, inspirado en el tradicional y alimenticio “ulpo” -a base de agua, harina tostada y azúcar- con el pequeño detalle de que se cambia el agua por vino.
Malta con huevo: Ideal para el desayuno, sobre todo después de la “caña”. Incluye malta, huevo, azúcar y canela. También es un buen título para una película. Piscolate: Por el nombre parece un nuevo postre para los niños. Pero, junto a la leche de chocolate, tiene su cuota de ‘malicia’ a través del pisco.
Pihuelo: Parecido a la chupilca, pero en lugar de vino utiliza aguardiente o chicha, o ambas. Igual de nutritivo. Borgoña de fruta: Para que no digan que los tragos no se complementan con la vida sana. Tal como una macedonia, este combinado utiliza frutas de la estación trozada, de preferencia fresas, duraznos o chirimoyas, además de azúcar y hielo.
La versión con vino blanco se llama Cleri y es una bebida típica del verano. ► Pa’ los chiquillos: Vino en melón: Este original trago, que no requiere vaso y bien podría consumirse en “Lost”, utiliza un melón abierto en uno de sus extremos y sin pepas, por donde se le introduce vino blanco y un poco de azúcar a elección.
Mientras se consume se puede ir raspando el melón por dentro con una cuchara para que quede más dulcecito. Es típico de paseos a la playa de universitarios. Una variante, después de consumir varios y perder el equilibrio, incluye un poco de arena. Yugoslavo: El nombre probablemente es por la forzada mezcla.
- ‘Le lleva’ cerveza y vino blanco.
- Una delicadeza, según sus consumidores.
- Pa’ los tatitas: Navegado: Ideal para pasar el frío es el vino caliente con naranja.
- Algunos llaman así al vino tinto “chambreao” o entibiado (del francés chambré.
- Nada más patriótico).
- También se le puede echar azúcar, canela y clavo de olor.
Se entibia a baño María, aunque algunos solían calentarlo al lado del brasero. En la actualidad, se podría entibiar con la estufa a gas natural o ¿el microondas? Chuflay: A base de aguardiente con bilz. Es un derivado de un trago realizado en el campo, donde se le inyecta aguardiente a una sandía y el alcohol se consume la carne de la fruta, produciendo un trago muy dulce.
- Pa’ las minorías: Mudai: Bebida mapuche que es básicamente chicha de trigo.
- ¡Pero! Para que fermente, se utiliza la saliva de las mujeres que lo preparan.
- Negra del Pueblo: Toda una alternativa a las bebidas energéticas.
- Este trago utiliza cerveza y café instantáneo, más gotitas de jarabe o dulzor líquido.
► Pa’ que se mueva el piso: Terremoto: Un clásico de los clásicos. Surgido en “El Hoyo”, bar de Estación Central, en la actualidad es el trago más consumido en “La Piojera”, emblema del movimiento guachaca. A base de pipeño y helado de piña, más un toque de amargo o fernet y un chorrito de granadina, su prestigio ha trascendido las fronteras, saltando a la fama en un canal internacional.
Desde luego, el segundo trago que se sirve se llama “réplica”. Tsunami o erupción: Violenta mezcla de cerveza, vino, pisco y hielo. La erupción se ve como una consecuencia necesaria. ► Pa’ la batalla: Chupilca “del diablo”: Éste trago sí que supera todos los parámetros. Según cuenta la tradición nacional, los soldados chilenos durante la Guerra del Pacífico mezclaban aguardiente con pólvora, lo que aumentaba la fiereza del combatiente que, sin sudarlo, “iba a todas” las batallas.
Después de beber tan explosiva mezcla, tomarse “el morro” era un detalle. Obviamente, es parte de la mitología. ► Pa’ los salvajes: Cola de Mono: Angelical trago que trae buenos recuerdos porque se consume en Navidad y Año Nuevo, esas entrañables fechas en que no hay que estudiar ni trabajar, sino que sólo darse regalos y pasarlo bien.
- Lleva leche, leche condensada, cáscara de naranjas, clavos de olor, canela, vainilla, café, aguardiente o pisco.
- Es tan propio de estas festividades que no sería raro ver llegar a Papa Noel con un vaso de cola de mono en la mano.
- Pipí” de León: Pisco con Kem Piña y hielo.
- Es más grato beberlo sin conocer su nombre, ni imaginarlo.
Pingüino: Vino tinto y vino blanco. Nada más simple. Para entibiar a cualquiera en el Polo Sur. Pajarete: Típico del norte chico. Es como un “pingüino”, pero recargado. Lleva vino tinto, vino blanco, aguardiente y chancaca. ► Pa’ los machos : Fanfarrón: Suena a tipo presumido, pero es sólo Fanta con ron.
- Pillín: Lo mismo.
- Sólo un juego de palabras: Pisco con ginger ale.
- Qué ingenio.
- Jote: Además de hombre ‘enamoradizo’ y ‘catete’, es vino con bebida cola, típicamente guachaca.
- El secreto es usar un poco más de vino que de gaseosa.
- Pa’ los urgidos: Vino de la casa: Cuando la necesidad de beber es mucha, se puede hacer un reciclaje en pos del presupuesto familiar.
Para esto se juntan los restos de diversas botellas, los que se mezclan y sirven en una jarra. Pese a su dudosa procedencia, tiene un nombre con cierta alcurnia. Bigoteado: Es casi lo mismo que el anterior, pero con un origen aún más cuestionable. Incluye las sobras de vasos y jarras de bares, los que antiguamente se vendían a menor precio.
- Champaña de los pobres: A falta de dinero, buena es la creatividad.
- Esta mezcla de vino blanco con Sprite no tiene nada que envidiarle a la champaña de verdad.
- Flaite: Variante del jote.
- Pero esta vez el vino es acompañado por bebida rari cola.
- Vino blanco con jugo en polvo: Cuando se piensa que ya nada puede ser peor, aparece esta impensada mezcla.
Hay que estar bastante necesitado. y curado. Pájaro Verde: Sin comentarios. Consultar en la cárcel. ► Bonus track: Pa’ los piratas: Perla Negra: Digno de Johnny Deep o de los “piratas del Caribe” (el grupo musical), este cautivador trago incluye granadina, licor de menta, jugo de naranja y, desde luego, nada de ron, sino que auténtico pisco chileno de 35°.
¿Qué es el Clery?
Clery ( Vino con Frutillas )
¿Cuánto dura el borgoña en el refrigerador?
Cómo y cuánto conservar un vino una vez abierta la botella Cómo y cuánto conservar un vino una vez abierta la botella Abrir una botella de vino supone iniciar un proceso de deterioro que no tiene vuelta atrás. Toma nota de estos consejos para saber cuánto tiempo puedes guardar un vino abierto y cómo ralentizar su oxidación. La Rioja Capital | Logroño | 18-01-2016 Al abrir una botella de vino, el líquido entra en contacto con el oxígeno y se empiezan a disipar los componentes volátiles que contiene.
Debemos cerrar la botella abierta con su propio corcho si es posible. Debemos guardar la botella con el vino que nos sobre en el frigorífico, ya que el frío ralentiza la oxidación (sin llegar a detenerla). Eso sí, debemos sacarla del frigorífico con la antelación suficiente para poder degustarla a la temperatura adecuada. En el frigorífico debemos guardar la botella en posición vertical, ya que así tendrá menos superficie de vino en contacto con el oxígeno y por lo tanto la oxigenación será más lenta. Debemos mantener la botella de vino alejada de la luz, Una alternativa a la hora de guardar el vino de una botella abierta es utilizar una botella más pequeña, siempre buscando que el vino tenga menos contacto con el oxígeno. Otra medida que se puede tomar es utilizar un tapón de vacío, que extrae el aire y minimiza el efecto nocivo del oxígeno.
Pero ninguna de estas medidas es definitiva. El vino, una vez abierto, suele durar menos de lo que nos imaginamos: como media unos dos o tres días, un poco más si disponemos de un tapón de vacío. De una manera muy general podríamos decir que, una vez abierta la botella la durabilidad de los vinos es:
Vino blanco y vino rosado durarán unos 3 días. Vino tinto joven puede durar hasta una semana porque se oxida con mayor lentitud que el vino blanco. Cuantos más taninos tenga el vino, más durará la botella abierta. Vino tinto envejecido o ligero (con menos taninos) durará unos 3 días Vino espumoso, entre 24 y 36 horas si cuenta con un buen tapón para espumosos.
Si el vino ha sido decantado, se debe beber cuanto antes porque ya ha tenido su buena dosis de oxidación. Un vino oxidado es un vino que tiene mal aroma y mal sabor. No necesitas ser un experto para reconocerlo: lo notarás en cuanto lo pruebes. : Cómo y cuánto conservar un vino una vez abierta la botella
¿Cómo son los vinos borgoña?
Vinos dulces de la uva borgoña – En el Perú suele gustar mucho este tipo de vino, de hecho es el más consumido. Tiene aromas afrutados, de frambuesa y fresa, duzor y ausencia de taninos. Por ello es un vino que se puede refrescar muy bien para bajarle el sabor empalagoso y consumirlo entre 6 y 8 grados. Con lo que básicamente tenemos el efecto de una “sangría” o un “tinto de verano”.
¿Cómo se toma el vino borgoña?
Vino borgoña tinto semiseco de Ica Perú Nuestro vino borgoña tinto semiseco es un vino de exquisito sabor muy acentuado a frutas. Tiene un imponente cuerpo y es de color intenso. Es elaborado con uva Borgoña seleccionada, cultivada en el Valle de Ica. ¿Cómo se toma? El vino borgoña tinto es recomendado como aperitivo o bajativo.
¿Qué tipo de vino es el malbec?
Malbec | |
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Color de la baya | negro |
Especie | Vitis vinifera |
Otros nombres | Auxerrois in Cahors, Côt, Pressac |
Lugar de origen | Quercy, Francia. |
¿Cuánto tiempo se puede dejar el vino en el refrigerador?
¿ Cuánto dura una botella de vino tinto abierta? En general, los vinos tintos se mantienen en buen estado si permanecen abiertos entre 3 y 5 días, y si bien algunos más ligeros se pueden conservar en la nevera, es mejor guardarlos cerrados con un tapón o su mismo corcho en un lugar fresco y oscuro.
¿Cuánto tiempo dura un vino en el refrigerador?
¿Sabías que cuando abres una botella de vino, el tiempo empieza a correr en contra? Esto es porque en contacto con el oxígeno, el vino comienza a perder sus sabores y aromas originales. En promedio, un vino recién abierto se mantendrá bien entre 3 y 5 días.
- Pero si sigues las siguientes recomendaciones, se conservará mejor por un tiempo un poco más largo.
- Si hay algo que necesitas saber es que el mejor amigo y enemigo del vino es el aire.
- En los primeros minutos, cuando lo sirves y agitas en la copa, é ste ayudará a que el vino se abra y exprese mejor sus componentes aromáticos.
Sin embargo, pasadas las horas, el aire desencadenará el proceso químico de la oxidación, provocando cambios que no se pueden detener. La buena noticia es que sí puedes hacer que ocurran más lento. P on atención a los siguientes pasos:
Vuelve a poner el corcho
Aunque puede parecer obvio, tampoco es la mejor solución para evitar que el vino se oxide. De todos modos, es mejor volver a cerrar la botella antes que dejarla abierta. El aire convierte al vino en vinagre, entonces la clave es evitar su contacto con el oxígeno lo más posible.
Guarda la botella en el refrigerador (y parada)
Lo mejor es siempre dejar la botella en el refrigerador. El frío ayuda a que cualquier reacción química (como la oxidación) demore más tiempo en suceder. Si cierras la botella adecuadamente, la guardas en el refrigerador y la dejas en posición vertical, la superficie en contacto con aire será menor, por lo que tus vinos blancos como tintos conservaran intactas sus cualidades por una semana (y a veces hasta un par de días más),
Quita el aire de la botella
El uso de aparatos que succionan el aire de la botella son una excelente alternativa para sellar el vino “al vacío”. Vacu Vin es el nombre de la marca que fue pionera en ofrecer este sistema de dos piezas (una bomba que extrae el aire y un tapón de goma reutilizable) que se reconoce como el mejor del mercado, y que promete conservar el vino en buenas condiciones hasta por dos semanas.
Usa gas inerte
Este sistema es un poco más sofisticado. Suele utilizarse en bar y restaurantes, pero es una alternativa que también puedes llevar hasta tu hogar (claro que es menos económica). Se trata de un sistema que incorpora gas inerte (como argón) a la botella, el cual es más denso que el oxígeno, creando una capa que expulsa el oxígeno y protege al vino.
- Coravin es la marca más conocida y consiste en un aparato que inserta una fina aguja sobre el corcho de la botella, extrayendo vino sin sacar el corcho, y reemplazando el espacio vacío con gas inerte.
- Un sistema espectacular y que, sin dudas, permite extender la vida de un vino “abierto” hasta por tres meses.
O al menos así lo sugiere la marca.
Tapones para espumantes
Desafortunadamente, los sistemas que acabamos de mencionar no funcionan para los vinos espumantes. La bomba extractora de aire, por ejemplo, quitaría las burbujas del vino dejándolo desvanecido. Si estás pensando en beber una copa de Casillero del Diablo Devil’s Collection Brut, y no la botella completa, tu mejor opción es usar un tapón de Champagne.
¿Qué pasa si dejas un vino en el refrigerador?
Nevera: ¿sí o no? – Es mejor conservar la botella abierta en la nevera. En este punto los especialistas responden un rotundo sí. Es preferible conservar la botella abierta en la nevera porque el frío ralentizará su degradación, como sucede con la comida, apunta Sánchez Lara.
- La oxigenación seguirá produciéndose, pero de forma más lenta”.
- Lo ideal es una vinoteca que lo mantenga a una temperatura constante, “entre los 12 y 16 grados centígrados “.
- Si no disponemos ni de nevera ni de vinoteca, lo idóneo es “conservar el vino en un lugar oscuro y fresco en el que la temperatura ambiente no supere los 22 grados”.
Antes de consumirlo, Hernández anima a retirar el vino del refrigerador entres dos y tres horas antes. Esto permite que el vino vuelva lentamente a la temperatura ambiente. “Refrigerar el vino puede hacer que éste pierda cualidades, pero perderá muchas más si está abierto a temperatura ambiente,