A diferencia de lo que se suele creer, el vino blanco puede elaborarse con uva blanca o negra. Las variedades que más se cultivan de uva blanca son la sauvignon, la chardonnay y la riesling y de uva negra, la pinot noir. Sin embargo, existe una gran variedad de uvas con las que se pueden elaborar vinos blancos, como la garnacha blanca, albariño, verdejo, godello, moscatel, etc.
Se pueden obtener vinos blancos secos o dulces. El más popular es el vino seco, que se obtiene fermentando de forma ininterrumpida el mosto. Parando la fermentación conseguimos un vino dulce. Las tonalidades de un vino blanco pueden variar entre un amarillo pajizo, amarillo verdoso u oro. Debes saber que los vinos jóvenes se suelen servir siempre fríos.
Recomendamos que se tomen a una temperatura que no inferior a los 12º centígrados, ya que por debajo de los 8º sus cualidades aromáticas son imposibles de apreciar. Si quieres disfrutar de las propiedades del vino blanco te recomendamos que lo marides con quesos como el brie, quesos tiernos o incluso con algunos curados.
¿Cómo enfriar el vino blanco?
En esta segunda entrega de Trucos La Tienda de Vino te vamos a contar tres formas de enfriar rápidamente una botella de vino ahora que empieza el buen tiempo. Seguro que alguna vez te has encontrado en la situación de tener que enfriar vino rápidamente: una visita inesperada, un cálculo erróneo de la cantidad de vino por comensal o simplemente, ganas de refrescarte con un buen vino blanco o rosado cuando hace calor.
Tomar el vino a la temperatura adecuada permite disfrutarlo al máximo, tomarlo mas frío o mas caliente puede estropear el sabor y hacer que se pierdan sus aromas originales. Te lo contamos anteriormente en el artículo Servicio y Conservación del Vino, Al beber el vino caliente se perciben mucho más los alcoholes y cuando lo tomamos excesivamente frío apenas se perciben los aromas y se potencian los sabores ácidos.
La forma más recomendable de enfriar un vino en casa es ponerlo en la nevera y dejar que se enfríe poco a poco hasta alcanzar la temperatura deseada. Para los espumosos y los vinos blancos, los que se toman más frescos, se necesitan unos 30-40 minutos.
- Si dispones de un enfriador de botellas sólo tendrás que sacarlo del congelador, introducir la botella y esperar unos 5 minutos.
- Este método puede modificar el sabor y el aroma del vino por lo que es importante saber la temperatura óptima de consumo de cada botella.
- Actualmente hay una gran oferta en el mercado y puedes encontrar enfriadores que permiten regular el nivel de temperatura para adaptarlo a cada tipo de vino.
Si para enfriar el vino rápidamente se te ocurre ponerle un hielo a la copa, estarás cometiendo un grave error ya que al deshacerse va a aguar el vino. Tampoco es muy recomendable dejar mucho tiempo la botella en el congelador porque corremos el riesgo de que explote.
¿Qué usos tiene el vino blanco?
En nuestro blog ya os hemos hablado de algunos de los beneficios para la salud del vino tinto, Realmente, estos son los más populares y, por ello, oímos hablar en numerosas ocasiones de todo lo que una buena copa de vino tinto puede aportarnos. El vino blanco es el gran desconocido en este sentido, pero más por falta de información que por escasez de beneficios.
Sus propiedades antioxidantes. El vino blanco es rico en antioxidantes, lo que nos ayuda a, por ejemplo, incrementar el nivel de colesterol ‘bueno’ en la sangre, mantener nuestra piel y nuestras células jóvenes o reforzar nuestro sistema inmunológico. Es rico en minerales y bajo en calorías. Teniendo en cuenta su contenido nutricional, el vino blanco nos aporta minerales como potasio, flúor o fósforo. Además, es una de las bebidas alcohólicas que cuenta con menos calorías. Ayuda a reducir el estrés. El vino blanco es positivo también en este ámbito, ayudando a reducir el estrés y la ansiedad. Lo consigue principalmente relajando los músculos y mejorando el sistema respiratorio. Previene enfermedades cardiovasculares. Igual que sucede con el vino tinto, el blanco ayuda a prevenir este tipo de enfermedades. Contrarresta el sedentarismo. El vino blanco ayuda a no notar tanto los efectos de una vida sedentaria en nuestro cuerpo. Así, es beneficioso para mantener unos huesos fuertes y evitar que nuestra masa muscular disminuya.
Ahora que ya conoces todas sus propiedades, ¿estás deseando probar un delicioso vino blanco? ¡Prueba nuestro Chardonnay !
¿Cuándo tomar vino blanco y vino tinto?
Claves para acompañar con éxito el vino y los alimentos Desde siempre, los vinos se han servido para acompañar las comidas, se considera que al estimular el apetito y desinhibir, contribuyen al placer y bienestar de los comensales y, por las características propias, enriquecen la “paleta” de sabores. El orden de los vinos El famoso autor del primer tratado de gastronomía Jean Anthelme Brillat Savarin (1755-1826) decía que el buen orden de la degustación de vinos va “de los más alegres a los más perfumados”, en general el servicio de vinos obedece las siguientes reglas: los más jóvenes antes que los añejos, los ligeros antes que los más potentes o alcoholizados, los frescos antes que los templados (a temperatura ambiente) y los secos antes que los dulces.
- De todos modos esta regla se puede romper de forma juiciosa, en especial al comienzo o final de cada comida.
- Por ejemplo, un vino de Madeira se suele servir para postres, pero si está frío puede ser ideal como aperitivo (para los aperitivos suele valer casi cualquier bebida, cerveza, vinos, finos, cava, champagne, ginebra,.
la regla es que se sirva fría). Es importante saber que cada país y región tiene sus propias costumbres y normas, lo que para un lugar puede ser ley incuestionable en otro sitio puede ser inapropiado. Sin embargo, los usos evolucionan con el tiempo y lo que hoy parece natural puede dejar de serlo mañana.
- El maridaje de los vinos y los alimentos
- El maridaje quiere decir unión, la alianza que se establece entre un vino y un determinado alimento en el que ambas partes salen ganando produciendo una gama de sensaciones que van de la más simple a las verdaderamente inolvidables.
- No es materia fácil maridar dos elementos con tantos matices y tan variantes como los vinos y los alimentos, para ello debemos seguir algunos principios que nos podrán ayudar.
Antes de comer (aperitivos) se suelen tomar vinos fríos o vinos con carácter y en pequeñas cantidades para que el paladar se concentre en los platos que llegarán a continuación, un cava, un champagne (no milesimado) o un blanco ligero son ideales. Por el contrario si vamos a tomar un vino sin más, a secas, lo mejor es uno no muy dulce y de carácter neutro.
La ocasión puede influir mucho en el vino, en verano nos dejamos tentar por vinos blancos frescos y afrutados, mientras que en invierno se prefiere el calor de un tinto robusto o un blanco con carácter. Para comidas al aire libre, terrazas y en especial para ensaladas se suele usar vinos rosados como el Cigales o rosado de Navarra.
Con un vino tinto casi todo está permitido, suelen tomarse con carnes asadas o a la parrilla, con vinos rosados se suele optar por comidas mas bien mediterráneas y ligeras, y con un vino blanco nos orientamos a pescados, mariscos y aves. Estos tres “matrimonios ideales” son fruto de la historia y las costumbres y están basados en tres principios fundamentales:
- Color: La regla tradicional del vino blanco con los pescados y del vino tinto con las carnes obedece al más elemental sentido común. Un vino tinto, por lo general más tánico, puede dar al pescado y al marisco un gusto metálico, de igual modo que la caza o los platos de sabores fuertes aniquilan a la mayoría de vinos blancos.
- Densidad: La graduación alcohólica y la concentración aromática de un vino deben acompañar el sabor de un plato, es decir, los manjares delicados merecen vinos sutiles, mientras que los alimentos fuertes requieren vinos más potentes.
- Aromas: En ocasiones, un contraste de aromas entre el vino y la comida es agradable (un vino con matices de limón puede acompañar pescado a la parrilla o frito), pero por lo general siempre es mejor la armonía.
- ¿Que se elige antes el vino o el alimento?
- En la mayor parte de países occidentales, donde se dispone de una amplia gama de vinos, generalmente se elige los platos del menú antes de seleccionar los vinos.
- Sin embargo, cuando no hay más que uno o dos comensales y una botella de vino resulta suficiente, o apetece un vino blanco fresco, en verano, o un reconfortante vino tinto en invierno, habrá que privilegiar el vino al alimento y componer en consecuencia el menú.
ALGUNOS MARIDAJES RECOMENDADOS
- Anchoas: Jerez fino, vinos blancos y rosados o tintos españoles.
- Buey asado: rioja reserva, ribera del Duero, saint-émilion, pomerol
- Buey estofado: cariñena tinto, cotes de Bourg, fitou
- Callos: penedés semiseco, Chardonnay, corbiéres, macon
- Capón: Chardonnay, penedés, somontano, rioja
- Carne parrilla (churrasco, asado): rioja, penedés, cabernet Sauvignon, fitou
- Cerdo asado: cotes-du-rhone, macon, anjou, barbera
- Charcutería: rioja alavesa joven, tavel rosado, lambrusco seco
- Cordero asado: rioja reserva, ridera del Duero, cabernet Sauvignon del penedés
- Ensalada: blancos ácidos (godello gallego), chenin blanc del loira
- Fabada asturiana: tintos de tempranillo, garnacha y cariñena
- Langosta o bogavante: cava, champagne, albariños gallegos
- Langostinos y gambas: blancos gallegos
- Mariscos: blancos gallegos
- Pasta (salsa en carne): vinos italianos, lambrusco
- Pasta (salsa hierbas, quesos, marineras): vinos blancos
- Pescados: albariños y godellos
: Claves para acompañar con éxito el vino y los alimentos
¿Dónde se guarda el vino blanco?
Ambiente oscuro y sin ruido: lo ideal es guardarlo en trasteros subterráneos, patios interiores e, incluso, armarios donde el ambiente esté protegido del exterior. La temperatura deberá permanecer constante y el ambiente estar libre de ruidos, olores, movimientos y vibraciones.
¿Cuánto tiempo se puede guardar un vino blanco abierto?
Cómo y cuánto conservar un vino una vez abierta la botella Cómo y cuánto conservar un vino una vez abierta la botella Abrir una botella de vino supone iniciar un proceso de deterioro que no tiene vuelta atrás. Toma nota de estos consejos para saber cuánto tiempo puedes guardar un vino abierto y cómo ralentizar su oxidación. La Rioja Capital | Logroño | 18-01-2016 Al abrir una botella de vino, el líquido entra en contacto con el oxígeno y se empiezan a disipar los componentes volátiles que contiene.
Debemos cerrar la botella abierta con su propio corcho si es posible. Debemos guardar la botella con el vino que nos sobre en el frigorífico, ya que el frío ralentiza la oxidación (sin llegar a detenerla). Eso sí, debemos sacarla del frigorífico con la antelación suficiente para poder degustarla a la temperatura adecuada. En el frigorífico debemos guardar la botella en posición vertical, ya que así tendrá menos superficie de vino en contacto con el oxígeno y por lo tanto la oxigenación será más lenta. Debemos mantener la botella de vino alejada de la luz, Una alternativa a la hora de guardar el vino de una botella abierta es utilizar una botella más pequeña, siempre buscando que el vino tenga menos contacto con el oxígeno. Otra medida que se puede tomar es utilizar un tapón de vacío, que extrae el aire y minimiza el efecto nocivo del oxígeno.
Pero ninguna de estas medidas es definitiva. El vino, una vez abierto, suele durar menos de lo que nos imaginamos: como media unos dos o tres días, un poco más si disponemos de un tapón de vacío. De una manera muy general podríamos decir que, una vez abierta la botella la durabilidad de los vinos es:
Vino blanco y vino rosado durarán unos 3 días. Vino tinto joven puede durar hasta una semana porque se oxida con mayor lentitud que el vino blanco. Cuantos más taninos tenga el vino, más durará la botella abierta. Vino tinto envejecido o ligero (con menos taninos) durará unos 3 días Vino espumoso, entre 24 y 36 horas si cuenta con un buen tapón para espumosos.
Si el vino ha sido decantado, se debe beber cuanto antes porque ya ha tenido su buena dosis de oxidación. Un vino oxidado es un vino que tiene mal aroma y mal sabor. No necesitas ser un experto para reconocerlo: lo notarás en cuanto lo pruebes. : Cómo y cuánto conservar un vino una vez abierta la botella
¿Cómo suavizar un vino blanco?
Corregir la acidez del vino: técnicas para conseguirlo – De todo lo dicho hasta ahora se deduce que teniendo una buena acidificación el vino resultante será equilibrado, tendrá el color deseado, será agradable al paladar y tendrá una adecuada conservación en condiciones normales.
Adicionar ácido tartárico se puede hacer antes, durante y después de la fermentación. Es un procedimiento muy habitual que aumenta la acidez total del producto. Incorporar ácido cítrico, aunque es algo inestable, influye poco en la acidez total, Un exceso dará como consecuencia un sabor amargo del vino. Usar ácido málico, que también es inestable, proporciona un sabor agresivo y gusto verde al vino. El ácido láctico suaviza el vino con aromas agradables en forma de gustos lácteos.
Como hemos dicho más arriba, los vinos se pueden desacidificar usando determinadas levaduras o mediante la fermentación maloláctica, En ambos casos se actúa sobre el ácido málico para lograr una caída en la acidez del producto, Existen otras técnicas de desacidificación química:
Con carbonato cálcico, Añadido al vino reacciona con el ácido tartárico, formando tartrato neutro de calcio, que precipita para conseguir una menor acidez. Bicarbonato potásico, Al incorporarlo al vino, reacciona el ácido tartárico, formando bitartrato potásico que precipita desacidificando más eficazmente que el carbonato cálcico. Tartrato neutro de potasio, Una molécula de este compuesto reacciona con el ácido tartárico precipitando, con lo que cae la acidez del vino. No es un método muy utilizado, debido a que no tiene una gran capacidad de reducción de la acidez del producto.
¿Cómo saber si un vino blanco ya no sirve?
Para saber si el vino está picado lo fundamental es su sabor y olor. Si el vino huele y sabe a vinagre de manera inconfundible, el vino se encuentra en mal estado y debe ser rechazado, solicitando su cambio o devolución.
¿Qué vinos se deben tomar fríos?
¿A Qué temperatura debo servir el vino? Por lo general el vino blanco se sirve más frío que el vino tinto, no obstante no todo el vino blanco se sirve frío ni todo el tinto a temperatura ambiente. Cada tipo de vino tiene su temperatura óptima de servicio. Antiguamente el vino se guardaba en la bodega, que normalmente se encontraba en fríos sótanos de las casas de antaño, donde permanecía frío de manera “natural”, cuando se sacaba para el consumo debía permanecer en el comedor para su temple y poder disfrutar así de su buqué o aroma que de otra forma no se apreciaría.
Este es el sentido de servir el vino a temperatura ambiente. Guardar el vino en habitaciones donde la temperatura es demasiado alta puede ser perjudicial para el vino, así, por ejemplo, un vino nunca se debe guardar en la cocina de casa. Un error muy común también, es creer que los vinos blancos hay que servirlos muy fríos.
El vino blanco se sirve frío con objeto de paliar una excesiva acidez, no obstante el calor en los blancos revela toda su juventud y frutalidad tanto en nariz como en boca. Demasiado calor en los blancos puede dejar presente el alcohol en exceso. Por tanto, en un vino blanco se trata de buscar la mejor expresión a través de la relación acidez-aroma que se conseguirá no enfriando demasiado el vino.
- Lo ideal sería consumir el vino blanco a la temperatura que se encuentra en bodega, sin sufrir variaciones.
- No almacene nunca el vino en la nevera o frigorífico.
- El vino blanco guárdelo en bodega fresca, armario refrigerado o simplemente en un lugar fresco.
- Cuando vaya a servirlo use cubitera con hielo, agua y un poco de sal para enfriarlo.
En caso de que no disponga de cubitera también puede usar el frigorífico para el servicio, pero necesitará mucho más tiempo que la cubitera para conseguir el mismo efecto. Pasar de 20ºC a 8ºC en cubitera puede llevar unos 15 min. Mientras que en el frigorífico 1-2 horas.
Nunca deje más de 2 horas el vino en el frigorífico y nunca use el congelador para enfriar el vino. En los vinos tintos, una vez elegido el vino de la bodega o armario refrigerado, el proceso de templado puede desde uno minutos hasta un par de horas, dependiendo de la temperatura ambiente, Una vez templado, se puede emplear un recipiente aislante especial para vinos si la temperatura ambiente es demasiado elevada.
Nunca ponga una botella de vino cerca de una fuente de calor. En exteriores, el servicio y temperatura del vino adquieren mayor atención puesto que los cambios frío-calor pueden ser considerables. Preserve de los rayos del sol y el calor cualquier vino y consérvelos a la sombra y en los lugares más frescos.
Espumosos | Cava, cremant, champagne, saumur, sekt | 4-7ºC |
Espumosos especiales | Champagne milesimado | 6-8ºC |
Blancos ligeros y secos | Penedés, albariño, saugvinon de alsacia, | 6-8ºC |
Blancos semisecos y amplios | Borgoña, chardonnay navarro y catalán, gravés, rioja, auslese | 9-12ºC |
Blancos licorosos | Sauternes, vendimia tardía | 11-13ºC |
Rosados | Se pueden servir muy fríos | 5-8ºC |
Tintos jóvenes | Loira, rioja alavesa, cotes-du-rhone | 10-12ºC |
Tintos corrientes | Burdeos, borgoña, rioja | 14-15ºC |
Tintos de pinot noir | Borgoña | 16-17ºC |
Grands crus | Ribera del Duero, cruz classé de Burdeos, cote-rotie | 17-18ºC |
Especiales | Jerez fino | 9-11ºC |
Especiales | Jerez amontillado, madeiras, jerez oloroso, oportos | 15-16ºC |
Especiales | Oporto vintage | 16-18ºC |
Especiales | Vinos dulces naturales | 8-10ºC |
¿A Qué temperatura debo servir el vino?
¿Qué vino se toma tibio?
La temperatura de servicio de los vinos – Hemos visto algunas pautas generales sobre la temperatura y el vino. No obstante, conviene conocer también algunas reglas en función de cada tipo concreto de vino. A los vinos poco aromáticos le favorecen temperaturas de servicio un poco más altas, mientras que a los que tienen mucho alcohol les va bien servirlos más frescos.
Los vinos de alta acidez mejoran al servirlos más frescos. Los vinos dulces, deben servirse más fríos cuanto más azúcar tengan. Los vinos blancos secos, por encima de 10 °C resaltarían sus aromas secundarios y su alcohol, factores que no son interesantes en este tipo de vinos, mientras que por debajo de 8°C sus sutiles aromas se verían muy reducidos, tapados, resultando un vino insípido.
Un vino tinto joven se servirá fresco para evitar sensaciones alcohólicas. Los tintos con cuerpo, por debajo de 12°C tenderían a una frescura y ligereza que no se suele desear y por encima de 15°C resaltarían demasiado su cuerpo y tani no, enmascarando sus otras virtudes más sutiles que sin duda posee.
¿Qué vino se toma a temperatura ambiente?
De 10ºC a 12ºC : blancos con crianza, amontillados, olorosos y oportos. De 12ºC a 14ºC : tintos jóvenes poco tánicos. De 14ºC a 16ºC : tintos con crianza. De 17ºC a 18ºC : tintos reserva y gran reserva.
¿Qué beneficios tiene el vino blanco para la salud?
En nuestro blog ya os hemos hablado de algunos de los beneficios para la salud del vino tinto, Realmente, estos son los más populares y, por ello, oímos hablar en numerosas ocasiones de todo lo que una buena copa de vino tinto puede aportarnos. El vino blanco es el gran desconocido en este sentido, pero más por falta de información que por escasez de beneficios.
Sus propiedades antioxidantes. El vino blanco es rico en antioxidantes, lo que nos ayuda a, por ejemplo, incrementar el nivel de colesterol ‘bueno’ en la sangre, mantener nuestra piel y nuestras células jóvenes o reforzar nuestro sistema inmunológico. Es rico en minerales y bajo en calorías. Teniendo en cuenta su contenido nutricional, el vino blanco nos aporta minerales como potasio, flúor o fósforo. Además, es una de las bebidas alcohólicas que cuenta con menos calorías. Ayuda a reducir el estrés. El vino blanco es positivo también en este ámbito, ayudando a reducir el estrés y la ansiedad. Lo consigue principalmente relajando los músculos y mejorando el sistema respiratorio. Previene enfermedades cardiovasculares. Igual que sucede con el vino tinto, el blanco ayuda a prevenir este tipo de enfermedades. Contrarresta el sedentarismo. El vino blanco ayuda a no notar tanto los efectos de una vida sedentaria en nuestro cuerpo. Así, es beneficioso para mantener unos huesos fuertes y evitar que nuestra masa muscular disminuya.
Ahora que ya conoces todas sus propiedades, ¿estás deseando probar un delicioso vino blanco? ¡Prueba nuestro Chardonnay !