El vino tiene una historia muy larga y apegada con la historia de la humanidad. Una de las bebidas que ha acompañado al hombre casi desde los inicios de su historia es el vino, el cual se produce gracias a las uvas, fruto de la vid. La viticultura se define como el arte y ciencia del cultivo de la vid, para usar uvas en la producción del vino.
- De acuerdo a diversos testimonios arqueológicos la historia del vino data del año 6000 a.c.
- Donde, en la actual Armenia, se encontró una bodega para almacenar esta bebida.
- Sin embargo, la documentación sobre el cuidado de la vid, cosecha y prensado de las uvas viene desde los griegos en el siglo VII a.c.
Posteriormente, el consumo de vino se extendió hacia el sur, llegando hasta Egipto, en la ya célebre ciudad de Bahariya durante el Imperio Medio. Cabe destacar que el vino, a lo largo de la historia, ha estado muy bien considerado por la alta sociedad, siendo testigo imprescindible en cualquier acontecimiento o banquete de importancia; alrededor de él se han firmado los grandes tratados y acontecimientos históricos de occidente. Es por eso que los productores de esta bebida, los viticultores (persona dedicada al cultivo y cosecha de la vid), han puesto una gran atención en todo lo relacionado con su tratamiento para obtener los vinos de más alta calidad. Basta con buscar en internet hoy día para encontrar miles o millones de páginas y consejos para quienes desarrollan esta actividad. Esta actividad comenzó a generar un cambio en la economía social de dichas regiones pues se logró desarrollar comunidades completas gracias a los trabajos que se generaban en los sembradíos, permitiendo que las familias de las zonas donde se producía pudieran obtener un sustento. Aunque el vino que se consume actualmente en el territorio nacional es principalmente importado, el vino mexicano ya es reconocido mundialmente pues desde el año 2000, además de las grandes empresas, han surgido pequeñas viñas de producción reducida pero de una calidad innegable.
¿Dónde se produjo el primer vino?
Los orígenes del vino – Aunque existen indicios de que el cultivo de la vid (al principio salvaje, denominada vitis vinifera sylvestris ) y la elaboración de bebidas a partir de las uvas (en forma de zumos con añadido de azúcares) ya se realizaban en torno a los años 6.000 y 5.000 a.C., no es hasta la Edad de Bronce (3.000 a.C.) cuando se estima que se produjo el verdadero nacimiento del vino (antes, quizá, se había logrado de forma accidental).
Los arqueólogos han encontrado indicios que fijan el origen de la primera cosecha de vino en Súmer, en las fértiles tierras regadas por el Tigris y el Eúfrates en el Próximo Oriente, en la antigua Mesopotamia. Desde Súmer llegó a Egipto, donde rivalizaría con la cerveza que se elaboraba en el Antiguo Egipto (3.000 a.C.).
Las orillas del Nilo fueron tierras de cultivo de la vid y en torno a estas plantas (cada vez más domesticadas), se desarrolló toda una actividad laboral e industrial. Los egipcios fermentaban el mosto en grandes vasijas de barro, y producían vino tinto.
El vino se convirtió en símbolo del estatus social y era empleado en ritos religiosos y festividades paganas. Los faraones eran enterrados con vasijas de barro que contenían vino y en las pirámides se han hallado grabados que simbolizan el cultivo de la vid, la recolección, elaboración y disfrute del vino en fiestas y actos religiosos.
1. La historia del vino
Es curioso observar que ya en esta época el vino se guardaba en las ánforas durante varios años, teniendo más valor el vino viejo que el nuevo. Los alfareros grababan en las ánforas destinadas a la guarda del vino quién había cultivado las uvas, la fecha de elaboración y la calidad del mosto (podría decirse que se trataba de la antesala de la moderna etiqueta).
La adaptabilidad de la vid ( vitis vinifera ) favoreció su expansión por Europa Occidental a través de las rutas comerciales, llegando hasta China. Se cree que la vid llegó a la Península Ibérica antes que los fenicios, en torno al 3.000 a.C. En el 700 a.C., el vino llega en su proceso expansivo a la Grecia clásica.
Los griegos tomaban el vino aguado, se empleaba en ritos religiosos, funerarios y fiestas populares, además, asignaron al vino una divinidad: Dyonisos, que aparece siempre representado con una copa en la mano. Los griegos crearon recipientes de diferentes tamaños para el almacenamiento y servicio del vino: ánforas de gran tamaño, que se sellaban con resina de pino; cráteras de tamaño medio; y pequeños aoinojé y ritones,
¿Cuándo se hizo la primera botella de vino?
La botella fechada más antigua se remonta a febrero de 1657, fue hallada en Northampton, Inglaterra y se atesora en el Central Museum & Art Gallery de esa ciudad. – Antes de la botella, el vino se almacenaba en barricas y antes de eso en ánforas de arcilla y barro. Desde el siglo XVII, el vino se convirtió en una bebida más selecta, consumida sobre todo en celebraciones y banquetes. Por lo cual se precisaba de otro tipo de envase más sencillo de manejar en los hogares. Aunque su irrupción sucedió a mediados del siglo XVII -la botella de vidrio para vino más antigua que se conserva está datada en febrero de 1657-, lo cierto es que la aparición de las botellas de vidrio fue resultado de siglos de evolución que se remontan a la Venecia del siglo XIII, donde estudiosos y científicos empezaron a estudiar el vidrio.
Más adelante, cuando empezó el consumo del champagne y otros vinos espumosos, las técnicas de fabricación tuvieron que mejorar y evolucionar para que las botellas pudiesen soportar la presión producida por el gas carbónico tan característico de este tipo de bebidas.
No fue hasta un siglo después, en el XVIII, cuando se empezaron a fabricar botellas más alargadas. En cuanto a la capacidad de las botellas de 750 ml, existen varias teorías. Se dice por ejemplo que para los romanos del siglo I la ración diaria de vino mezclado con agua que se consumía por persona era de 750 ml.
Otra teoría dice que los sopladores de botellas de aquella época podían fabricar botellas de entre 700 y 800 ml de una sola soplada, porque si intentaban hacerlas de mayor tamaño debían tomar aire de nuevo y todo el proceso se hacía mucho más lento y trabajoso.
De todas las teorías, la más aceptada es la que se instauró en la época medieval. Durante esa época la medida estandarizada era el galón inglés, y 750 ml es la quinta parte de un galón inglés. Fue entonces cuando los comerciantes se dieron cuenta de que esa medida era perfecta para el transporte en carretas, el almacenaje en grandes cantidades y la venta posterior.
No fue hasta 1821 cuando H. Ricketts & Co. Glass Works Bristol patentó el método de elaborar botellas de vidrio de forma mecánica y así nació la botella de vino que hoy en día vemos en todos los supermercados. En 1970, a través de un tratado internacional, se estableció la medida de 750 ml para el comercio global del vino. Posteriormente hemos visto la aparición de otros formatos de botella, como la magnum (1,5 l) o las botellas de 375 ml y 500 ml, pero esto ya han sido cuestiones de puro márketing.
- El color oscuro verdoso característico de las botellas de vino tiene la intención de preservar las características de la bebida evitar que la luz lo estropee.
- Tras varios estudios se llegó a la conclusión de que el color verde es el color que mejor tapa los rayos ultravioletas del sol.
- El corcho también es uno de los elementos clave que forman parte de la botella de vino.
Hasta el siglo XVII las botellas de vidrio se tapaban con tacos de madera recubiertas con fibras aceitadas. Fue el monje Dom Perignon quien a través de sus estudios descubrió el método más efectivo para tapar las botellas de champagne, sin que éstas estallasen por la acción producida por el gas.
- Y así es como descubrió el corcho de alcornoque que hoy día conocemos para todas las botellas de vino y champagne.
- Curioso además que Portugal y España sean los principales productores mundiales de corcho, debido a la gran cantidad de bosques de alcornoque que tienen en la península Ibérica.
- Antes de que apareciesen las botellas de vidrio, el vino se almacenaba en recipientes donde quedaba muy expuesto al oxígeno.
El vino se oxidaba muy pronto, por lo que había que consumirlo pronto. En el siglo XIX, concretamente en el año 1821, como antes detallamos, la firma inglesa H. Ricketts & co. Glass Works Bristol patentó una forma de elaborar mecánicamente botellas de la misma forma, dando lugar al nacimiento de la botella actual. La medida de 75 ml se estableció en 1866 y no fue elegida al azar.
- Una caja de 6 botellas (4,5 litros) equivalía a un galón del sistema imperial británico, por lo que fue el estándar que se adoptó.
- Como yapa para este informe -como decimos popularmente en Argentina para indicar un plus o un valor agregado- transcribiremos unos párrafos imperdibles de la entrada «botella» del clásico «Gran diccionario del vino», del maestro Mauricio Wiesenthal: Un invento revolucionario «Cuando la botella se impuso como recipiente para el transporte, el almacenamiento y la comercialización, nadie se dio cuenta de que la enología estaba viviendo un cambio extraordinario.
Efectivamente, se acababa de inventar un nuevo ciclo en la evolución del vino. Hasta entonces el vino se guardaba en toneles o en barricas, y luego se vendía y se consumía durante el año. Su precio disminuía progresivamente, y se liquidaba el fondo del barril cuando el vino nuevo llegaba al mercado.
- Se comprende perfectamente la razón de este descenso de los precios: los vinos que se dejaban en el fondo, es decir, que se oxidaban fuertemente bajo la acción del aire, eran cada vez peores.
- «Protegido del aire, el vino ya no se oxida.
- En términos científicos, se diría que, en la barrica (en contacto con el aire), el vino soporta un ambiente oxidativo, mientras que en botella este ambiente es reductor por carencia de oxígeno.
Pues precisamente es este paso reductor, que se dilata varios años, el que lo cambia todo. En la botella bien tapada, con un corcho sano, se produce una reducción que desarrolla el bouquet del vino. Los aldehídos, ésteres, cetonas y ácidos grasos contenidos en el vino evolucionan continuamente en la botella.
A los aromas primarios de la variedad de uva se superponen los aromas secundarios de la vinificación y los aromas terciarios de la maduración en botella. Así se constituye lo que se podría llamar la ‘perspectiva aromática’ del vino, desarrollada a lo largo de su elaboración y crianza.» Con la aparición de las botellas de vidrio, el vino se pudo almacenar durante más tiempo sin que sus propiedades químicas se viesen alteradas.
Al dejar almacenado el vino más tiempo en botellas, la gente empezó a darse cuenta que el vino sabía y olía mejor. Es entonces cuando se hizo popular entre las altas clases guardar las botellas de vino en cavas y experimentar con el envejecimiento de éstas.
¿Qué tipo de vino tomaban los romanos?
Estilos de vino – Como en la mayoría del mundo antiguo, el vino blanco dulce era el estilo de vino más apreciado por los romanos. Los vinos solían ser muy alcohólicos, señalando Plinio que podía acercarse la llama de una vela a una copa de falerno y ésta prendería.
Debido a su fuerza, los vinos se diluían a menudo con agua templada y a veces incluso con agua de mar salada. La capacidad de envejecer era una característica deseable en los vinos romanos, alcanzando las cosechas viejas (con independencia de la calidad general de las mismas) precios muchos mayores que la actual.
La ley romana marcaba la distinción entre el vino «viejo» y «nuevo», siendo el primero el que había envejecido por lo menos un año. El falerno era especialmente apreciado por su capacidad para envejecer, diciéndose que necesitaba al menos 10 años para envejecer, alcanzando su cumbre entre los 15 y los 20 años.
- Se decía que el vino blanco de Surrentine necesitaba al menos 25 años.
- Como el vino griego, el romano se condimentaba a menudo con hierbas y especias (de forma parecida al vermú y el Glühwein modernos) y se almacenaba a veces en envases recubiertos de resina, lo que le daba un sabor parecido al Retsina moderno.
Los romanos eran muy aficionados al aroma de los vinos y experimentaban con distintas técnicas para mejorar el buqué del vino. Una técnica que ganó cierta popularidad en el sur de la Galia era plantar hierbas como la lavanda y el tomillo en los viñedos, creyéndose que los sabores se transferían a través del suelo a la uva.
El vino del Ródano actual tiene a menudo notas de lavanda y tomillo como reflejo de las variedades de uva empleadas y el terroir, Otra técnica ampliamente practicada fue almacenar las ánforas en una cámara de humo llamada fumarium, para darle un sabor ahumado, El término «vino» cubría un amplio espectro de bebidas basadas en éste.
La calidad dependía de la cantidad de zumo de uva puro usada para elaborarla y cuánto se diluía al servirla. El vino de mejor calidad se reservaba para las clases más altas de Roma. Por debajo estaba la posca, una mezcla de agua y vino agrio que aún no se había transformado en vinagre,
Este vino era menos ácido que el vinagre y seguía reteniendo parte del aroma y la textura del vino original. Era el tipo de vino preferido para las raciones de los soldados romanos debido a su bajo contenido alcohólico. El uso de la posca para las raciones de los soldados estaba codificado en el Corpus Juris Civilis, suponiendo cerca de un litro diario para cada soldado.
Todavía de menor calidad era el lora (equivalente al actual piquette ), que se elaboraba remojando en agua durante un día el bagazo de la uva que se había prensado dos veces, y volviéndolo a prensar. Este era el tipo de vino que Catón y Varrón recomendaban para los esclavos.
¿Dónde se hizo el primer vino en Argentina?
Vino argentino Nuestra vitivinicultura cuenta con más de cinco siglos de historia, integrando los saberes de los pueblos originarios con la tradición de los inmigrantes europeos, y representa la industria del sector más importante de América del Sur. Por su parte, Mendoza y San Juan devinieron en sitios claves, ya que por allí ingresaban al territorio las vides provenientes de Chile que ya contaba por entonces con una fuerte producción vitivinícola. Años más tarde, Domingo Faustino Sarmiento introdujo la Malbec desde Francia, que si bien en ese país se usaba para hacer de vino de corte (se la mezclaba con otras varietales nada más que para darle color), en el nuestro se aclimató rápidamente con excelentes resultados.
¿Dónde se encontró en 1867 la botella de vino considerada más antigua del mundo?
Fue localizada en 1867 cerca de la localidad alemana de Speyer y en el interior de la tumba romana de una pareja e nobles. De este paraje, uno de los más antiguos de Alemania saca su nombre la botella, conocida como el vino de Speyer.