Qué Es El Vino?
Ramón Cortés
- 0
- 44
Vino | |
---|---|
vino tinto y vino blanco | |
Origen | |
Origen | milenario |
Variantes | tinto, blanco, rosado, brisado, espumoso, de postre, etc. véanse todos en Tipos de vino |
Productos relacionados | mosto, vermú, vinagre, orujo, pisco,etc. |
Composición | |
Tipo | bebida alcohólica |
Materia prima | uva ( Vitis ) |
Graduación alcohólica | 5.5–20.5º |
Servida en | copa de vino |
El vino (del latín vinum ) es una bebida hecha de uva (especie Vitis vinifera ), mediante la fermentación alcohólica de su mosto o zumo. La fermentación se produce por la acción metabólica de levaduras, que transforman los azúcares naturales del fruto en etanol y gas en forma de dióxido de carbono,
El azúcar y los ácidos que posee la fruta, Vitis vinífera, son suficientes para el desarrollo de la fermentación. No obstante, el vino es una suma de factores ambientales: clima, latitud, altitud, horas de luz y temperatura, entre varios otros. Aproximadamente un 66 % de la recolección mundial de uva, se dedica a la producción vinícola; el resto es para su consumo como fruta,
A pesar de ello el cultivo de la vid cubre tan solo un 0,5 % del suelo cultivable en el mundo. El cultivo de la vid se ha asociado a lugares con un clima mediterráneo, no en vano, la mitad de la producción mundial de vino la concentran tan solo tres países mediterráneos: Italia, Francia y España,
- Existen varias denominaciones de origen reconocidas, entre ellas Rioja, La Mancha, Albariño Oporto, etc.
- Se da el nombre de «vino» únicamente al líquido resultante de la fermentación alcohólica, total o parcial, del zumo de uvas, sin adición de ninguna sustancia.
- En muchas legislaciones se considera solo como vino a la bebida fermentada obtenida de Vitis vinifera, pese a que se obtienen bebidas semejantes de otras especies como la Vitis labrusca, Vitis rupestris, etc.
El conocimiento de la ciencia particular de la elaboración del vino se denomina enología (sin considerar los procesos de cultivo de la vid). La ciencia que trata tan solo de la biología de la vid, así como de su cultivo, se denomina ampelología,
¿Qué es vino concepto?
3.1. DEFINICIÓN (18/73) El vino es, exclusivamente, la bebida resultante de la fermentación alcohólica, completa o parcial, de uvas frescas, estrujadas o no, o de mosto de uva. Su contenido en alcohol adquirido no puede ser inferior a 8,5% vol.
¿Qué es el vino y sus características?
Vino | |
---|---|
vino tinto y vino blanco | |
Origen | |
Origen | milenario |
Variantes | tinto, blanco, rosado, brisado, espumoso, de postre, etc. véanse todos en Tipos de vino |
Productos relacionados | mosto, vermú, vinagre, orujo, pisco,etc. |
Composición | |
Tipo | bebida alcohólica |
Materia prima | uva ( Vitis ) |
Graduación alcohólica | 5.5–20.5º |
Servida en | copa de vino |
El vino (del latín vinum ) es una bebida hecha de uva (especie Vitis vinifera ), mediante la fermentación alcohólica de su mosto o zumo. La fermentación se produce por la acción metabólica de levaduras, que transforman los azúcares naturales del fruto en etanol y gas en forma de dióxido de carbono,
- El azúcar y los ácidos que posee la fruta, Vitis vinífera, son suficientes para el desarrollo de la fermentación.
- No obstante, el vino es una suma de factores ambientales: clima, latitud, altitud, horas de luz y temperatura, entre varios otros.
- Aproximadamente un 66 % de la recolección mundial de uva, se dedica a la producción vinícola; el resto es para su consumo como fruta,
A pesar de ello el cultivo de la vid cubre tan solo un 0,5 % del suelo cultivable en el mundo. El cultivo de la vid se ha asociado a lugares con un clima mediterráneo, no en vano, la mitad de la producción mundial de vino la concentran tan solo tres países mediterráneos: Italia, Francia y España,
- Existen varias denominaciones de origen reconocidas, entre ellas Rioja, La Mancha, Albariño Oporto, etc.
- Se da el nombre de «vino» únicamente al líquido resultante de la fermentación alcohólica, total o parcial, del zumo de uvas, sin adición de ninguna sustancia.
- En muchas legislaciones se considera solo como vino a la bebida fermentada obtenida de Vitis vinifera, pese a que se obtienen bebidas semejantes de otras especies como la Vitis labrusca, Vitis rupestris, etc.
El conocimiento de la ciencia particular de la elaboración del vino se denomina enología (sin considerar los procesos de cultivo de la vid). La ciencia que trata tan solo de la biología de la vid, así como de su cultivo, se denomina ampelología,
¿Qué es el vino y sus beneficios?
El vino tinto y el resveratrol: ¿son buenos para el corazón? – El resveratrol podría ser un ingrediente clave que hace que el vino tinto sea bueno para el corazón. Infórmate sobre los hechos (y el bombo publicitario) sobre el vino tinto y cómo afecta al corazón.
- Escrito por el personal de Mayo Clinic El vino tinto, con moderación, se ha considerado saludable para el corazón durante mucho tiempo.
- El alcohol y ciertas sustancias en el vino tinto llamadas antioxidantes pueden ayudar a prevenir la enfermedad de las arterias coronarias, la afección que provoca los ataques cardíacos.
Cualquier relación entre el vino tinto y la disminución de los ataques cardíacos no se comprende por completo. Pero parte del beneficio podría ser que los antioxidantes en el vino tinto podrían aumentar los niveles de colesterol de las lipoproteínas de alta densidad (el colesterol bueno) y proteger contra la acumulación de colesterol.
¿Qué tipo de bebida es el vino?
La Real Academia de la Lengua (RAE) define el vino como ‘ Licor alcohólico que se hace del zumo de las uvas exprimido, y cocido naturalmente por la fermentación’. En Wikipedia lo definen como ‘bebida obtenida de la uva (especie Vitis vinifera) mediante la fermentación alcohólica de su mosto o zumo’.
¿Qué alcohol hay en el vino?
La fermentación alcohólica es un proceso metabólico anaeróbico (en ausencia de oxígeno) que permite a las levaduras (Saccharomyces cerevissiae) consumir los azúcares del mosto para liberar dióxido de carbono y alcohol etílico que permanece en disolución el vino final.
- La concentración de alcohol se suele medir en porcentaje de volumen total.
- En Los vinos encontramos principalmente el alcohol etílico (etanol), ya que es el más habitual en el vino.
- Su presencia se constata en grados GL2 o en tanto por ciento; en cualquier caso ambas indicaciones se corresponden de idéntica manera y cuando aparezca en una botella la indicación de que un vino tiene 15° o 15 % de volumen de alcohol, se refiere a que de 100 l de ese vino, 15 l serán alcohol, aproximadamente 83 l serán agua y 2 l otras sustancias presentes en menor medida.
Considerándolo como un cálculo aproximativo, podemos aseverar que 17 g de azúcar presentes en el mosto se traducirán en 1° alcohólico tras la fermentación. Otros alcoholes también presentes en el vino, aunque no tan importantes, son el glicerol, un alcohol muy untuoso que precisamente concede esa peculiaridad al vino, otorgándole más densidad, más oleosidad.
- En menor medida, podemos encontrar también restos de alcohol metílico (metanol); su presencia es testimonial aunque en grandes dosis resulta lesivo para la salud.
- Este alcohol no es resultado directo de la fermentación, sino de la hidrolización de las pectinas (existente en la piel de la uva) mediante acción enzimática.
Debido a que la pectina se encuentra más en la piel que en el mosto, los vinos blancos contienen mucho menos alcohol metílico que los vinos tintos Los alcoholes, dado que proceden de los azúcares presentes en el mosto de la uva antes de la fermentación, mantienen parte de esa sensación dulce de la que provienen.
¿Cómo se hizo el primer vino?
El vino tiene una historia muy larga y apegada con la historia de la humanidad. Una de las bebidas que ha acompañado al hombre casi desde los inicios de su historia es el vino, el cual se produce gracias a las uvas, fruto de la vid. La viticultura se define como el arte y ciencia del cultivo de la vid, para usar uvas en la producción del vino.
- De acuerdo a diversos testimonios arqueológicos la historia del vino data del año 6000 a.c.
- Donde, en la actual Armenia, se encontró una bodega para almacenar esta bebida.
- Sin embargo, la documentación sobre el cuidado de la vid, cosecha y prensado de las uvas viene desde los griegos en el siglo VII a.c.
Posteriormente, el consumo de vino se extendió hacia el sur, llegando hasta Egipto, en la ya célebre ciudad de Bahariya durante el Imperio Medio. Cabe destacar que el vino, a lo largo de la historia, ha estado muy bien considerado por la alta sociedad, siendo testigo imprescindible en cualquier acontecimiento o banquete de importancia; alrededor de él se han firmado los grandes tratados y acontecimientos históricos de occidente. Es por eso que los productores de esta bebida, los viticultores (persona dedicada al cultivo y cosecha de la vid), han puesto una gran atención en todo lo relacionado con su tratamiento para obtener los vinos de más alta calidad. Basta con buscar en internet hoy día para encontrar miles o millones de páginas y consejos para quienes desarrollan esta actividad. Esta actividad comenzó a generar un cambio en la economía social de dichas regiones pues se logró desarrollar comunidades completas gracias a los trabajos que se generaban en los sembradíos, permitiendo que las familias de las zonas donde se producía pudieran obtener un sustento. Aunque el vino que se consume actualmente en el territorio nacional es principalmente importado, el vino mexicano ya es reconocido mundialmente pues desde el año 2000, además de las grandes empresas, han surgido pequeñas viñas de producción reducida pero de una calidad innegable.
¿Qué es el vino en gastronomía?
Categoría: Producto
Bebida alcohólica producida por la fermentación del mosto de uva. Los tipos de vino dependen de la calidad de la cepa utilizada, de manera que las importantes industrias vitivinícolas del país tienen especial cuidado de lograr cultivos de plantas seleccionadas.
- El cultivo de la vid es uno de los más importantes de México.
- La uva fue introducida en México en el siglo XVI, y pronto se empezó a producir vino, sobre todo de consagrar.
- Sin embargo, por intereses económicos la Corona española prohibió la producción de vino durante la Colonia.
- En la década de 1990 se lanzaron al mercado diferentes casas productoras de vino, lo que incrementó de manera notable la difusión y cultura vitivinícola en el país.
Las variedades que más se cultivan en México para la producción de vino son las uvas cabernet sauvignon, cariñena, chenin blanc, fehrzago, colombard, garnacha, Málaga, malbec, merlot, misión, moscatel, nebbiolo, palomino, petit syrah, chardonnay, pinot noir, riesling, salvador, sauvignon blanc, semillon, ugni blanc y zinfandel, Shutterstock – Baja California: Ensenada, Guadalupe, San Antonio de las Minas, San Vicente, Santo Tomás y Tecate. – Chihuahua: Delicias. – Coahuila: Cuatro Ciénegas, La Laguna y Parras. – Durango: La Laguna. – Guanajuato: Dolores Hidalgo y San Luis de la Paz. Shutterstock Hay casas productoras grandes medianas y pequeñas; y de acuerdo con algunas estadísticas, en 2008 entre todas elaboraban alrededor de 280 marcas distintas de vino con diferentes calidades y posicionamiento. En México la palabra vino también se usa en ocasiones para referirse a bebidas alcohólicas en general; así, cuando se dice que alguien bebe demasiado vino, se quiere decir que bebe mucho alcohol.
¿Que se Significado vino en la Biblia?
El vino, alimento del espíritu Desde su nacimiento, hace más de 5.000 años, el vino ha formado parte de las culturas del ámbito mediterráneo de forma tan intensa que se integra en sus religiones. En algunas se convierte incluso en el mismo Dios. El vino aparece rodeado de un aura especial y, en ese sentido místico, se transforma en alimento del espíritu.
En la antigüedad se produjo una confrontación entre dos concepciones místicas radicalmente opuestas. Las religiones antiguas fueron finalmente desplazadas por las llamadas “religiones del Libro”, lo que supuso un cambio radical en la concepción misma de lo espiritual. El vino mantuvo un papel importante a pesar de esos cambios y conservó su dimensión esotérica, aunque con algunas diferencias sustanciales.
La lucha de las dos concepciones religiosas se refleja claramente en la Biblia, en la lucha del concepto hebreo (la primera religión del Libro) contra la mitología de los pueblos de Canaán, la Palestina actual, una región considerada por los judíos nada menos que como la “tierra prometida por Dios”.
- En consecuencia, el “pueblo de Dios”, el pueblo judío, se atribuye el mandato divino de destruir a los pueblos que habitan Palestina.
- En sus mandamiento les dice “no matarás”, pero luego ordena: “Ve a Canaán y mata a todos los que encuentres allí”.
- Cuestión milenaria que explica muchas cosas aún hoy.
- La invasión puramente guerrera se viste con un manto religioso.
El enfrentamiento económico (las tribus ganaderas nómadas de Israel ambicionaban los pastos de Palestina, “tierra de leche y miel”) se envuelve de misticismo escenificando un claro enfrentamiento de dos conceptos irreconciliables: la sociedad matriarcal de la diosa Astarté, pacífica, hedonista, agrícola, es desplazada violentamente por el belicoso pueblo ganadero de Yahvé.
Se impone una religión monoteísta, de una divinidad celestial inaccesible y de culto a la muerte, frente a las divinidades ctónicas y la celebración de la vida del viejo sistema. La adoración a un dios recluido en los templos se impone al culto a la naturaleza, que se celebraba en todas partes. En el proceso, que se prolonga en el enfrentamiento entre el cristianismo y el politeísmo de Roma, el vino mantiene su carácter de elemento relacionado con la divinidad, pero cambia sustancialmente su concepción mística.
En las religiones antiguas, hedonistas y antropomorfas, el vino simboliza la unión de lo terrestre y lo espiritual, en un plano similar al que se atribuye al sexo, con el que está íntimamente relacionado en celebraciones como las bacanales o la idea tántrica de “los cinco esenciales”: cereales (simbolizan el reino vegetal), carne (el reino animal), pescado (el reino acuático), vino (el ámbito sensorial) y unión sexual (el reino de lo espiritual).
- Esos cinco elementos conviven en un ritual que tiene mucho en común con las bacanales, en las que se manejan conceptos como “la borrachera sagrada” o “el sexo sagrado”.
- Las religiones del Libro (judaísmo, cristianismo e islamismo) repudian y combaten, con éxito, como es público y notorio, esa filosofía sensorial y se especializan en lo espiritual y en la represión de las inclinaciones hedonistas.
Conciben el paso por la tierra, el “valle de lágrimas”, como una especie de prueba iniciática para conseguir la dicha en una vida futura. El sexo se convierte en pecado (hasta el punto de que el dios de los cristianos es concebido sin intervención del sexo) y el vino pierde el carácter de vehículo de unión entre lo terrenal y lo espiritual y, para una parte de los cristianos, los católicos, adquiere el nivel máximo de bebida sagrada y pasa a ser nada menos que parte de la divinidad, la sangre de Cristo, aunque sigue siendo accesible al humano.
- Hay que decir que esa separación del vino de su vínculo con el placer terrenal fue progresiva.
- En las primeras fases del cristianismo mantiene su carácter sensorial, continuación, como tantas otras cosas en esa nueva religión, de las prácticas paganas imperantes.
- El episodio de las bodas de Caná, en las que se pone en evidencia la relación estrecha del vino con los placeres de la carne, revela también que, tal como se sospecha, el fundador del cristianismo era mucho menos asceta de lo que fueron sus seguidores y de lo que difunde la doctrina oficial.
En la tercera religión del Libro, el islam, el vino escapa del alcance humano; está prohibido, como todo lo que afecta al cerebro (narcóticos), y, sin embargo, forma parte del premio que el Corán reserva a sus fieles: “He aquí el cuadro del Paraíso que ha sido prometido a los hombres piadosos: arroyos cuya agua no se malea nunca, arroyos de leche cuyo gusto no se alterará jamás, arroyos de vino, delicia de los que lo beban, arroyos de miel pura, de toda clase de frutos y del perdón de los pecados”, amén de la tantas veces prometida presencia de las huríes.
La prohibición coránica no ha sido monolítica a lo largo de la historia. Abundan las referencias, sobre todo en Al-Andalus a través de los poetas cordobeses, del consumo de vino entre los musulmanes. Pero ese consumo no es únicamente una trasgresión pecaminosa más o menos disimulada (en algunas etapas el vino es denominado eufemísticamente “jarabe”, tal vez por tratarse de vinos dulces del estilo de los pedroximénez actuales).
Los sufistas, cuya filosofía concibe el mundo como una emanación de Dios, consideran al vino como un símbolo de la gracia divina y heredan una idea que tiene gran relieve en el cristianismo, aunque es mucho más antigua, la del vino como sangre divina: para griegos y romanos es la sangre de Dionisos/Baco.
Dogma de fe El vino aparece en los primeros pasos de la mitología de las religiones del Libro con un papel cargado de simbolismo. Adán y Eva se cubren con una hoja de parra cuando son expulsados del Paraíso y, según la Mishna hebrea, el árbol de la ciencia, del bien y del mal que provocó el desastre sería una viña y no un manzano.
Ese concepto tiene continuación en la interpretación cabalística del mito de Noé, un personaje, por cierto, que existe también en las tradiciones del Asia Central; según los cabalistas el mito de Noé es una alegoría del conocimiento y la borrachera simboliza el acceso al conocimiento.
Sin embargo, el episodio donde el vino adquiere todo su peso iniciático y en el que adquiere su dimensión mística cristiana es en el de la última cena, el ofrecimiento simbólico del pan y el vino, convertidos en carne y sangre de Cristo, es decir, del mismo Dios. Es una carga esotérica que se proyecta a la epopeya legendaria de la búsqueda del Grial, que es precisamente la copa utilizada por Jesús en la última cena, e interviene en la investigación alquimista de la piedra filosofal con algunos efectos colaterales: en la búsqueda del espíritu del vino se llega a los espirituosos, aprovechando el arte de la destilación, desarrollado por los árabes.
La última cena se reproduce simbólicamente en la ceremonia más importante del rito católico, la misa. No obstante, en los primeros siglos del cristianismo el ágape era real y se conmemoraba la última cena con un auténtico banquete, más o menos pródigo.
Tal vez hubo más de un exceso de aire un tanto báquico y en 363 el Concilio de Laodicea prohibió tales ágapes, que quedaron en un mero símbolo: la hostia (palabra que tiene su raíz en el latín hostis, sacrificio) y el vino. Por cierto que el vino quedó reservado a los oficiantes, de forma que los sacerdotes fueron los únicos que tenían acceso a la sangre (el vino) mientras que los fieles se conformaban con la carne (la hostia), tal como se celebra en la actualidad.
En la misa, los fieles entran en contacto directo con la divinidad y reproducen la ofrenda iniciática del pan y el vino, transformados milagrosamente en la carne y la sangre del fundador del cristianismo. Esa ceremonia, y concretamente la transformación del vino en sangre y el pan en carne, fue el origen de duras controversias, hasta el punto de provocar uno de los más sangrientos cismas de la cristiandad.
El Concilio de Trento estableció en el siglo XVI el dogma de fe de la “transubstanciación”, es decir el cambio milagroso de la propia sustancia del pan y del vino consagrados, que se convierten durante la Eucaristía en carne y sangre divinas. La transubstanciación es para los cristianos católicos una conversión real y no simbólica, como mantenía el suizo Zwinglio, o ideal o virtual, tal como mantenía el francés Calvino, dos de los más destacados herejes de la cristiandad.
Su calificación como dogma de fe significa que los católicos han de creer en el principio de la transubstanciación al margen de lo que les digan sus sentidos. Es decir, el vino de misa tiene aspecto de vino, huele a vino (más o menos) y sabe como el vino, pero es sangre.
Y la hostia, igual. Un vino puro Con ese importante destino, el vino de consagrar no puede ser un vino cualquiera. Ha de ser un vino puro y natural obtenido de uvas (“vinum debet esse naturale de genimine vitis et not corruptum”, dice el Canon 924), según los criterios establecidos por la jerarquía católica, que ha regulado minuciosamente los procesos de elaboración del pan y el vino de consagrar a través del Canon 815 del Código de Derecho Canónico, que data de 1917.
El vino de misa, ese oscuro objeto del deseo de todo monaguillo que se precie, tiene tras sí todo un complejo entramado de normas para su elaboración, definida y controlada nada menos que por el organismo eclesiástico heredero de la Inquisición. No en vano, la ausencia de cualquiera de las tres características esenciales, natural, puro y de uva, invalida la ceremonia de la misa.
- El vino de misa ha de estar elaborado exclusivamente con uvas y tiene que haber fermentación.
- La norma no admite el mosto ni los vinos desalcoholizados.
- Se acepta el vino de pasas pero no el de uvas agraces y en su elaboración y conservación no deben intervenir prácticas ni productos que alteren la naturaleza del vino o su composición.
En la fermentación, que ha de ser “natural”, se admite el uso de levaduras cultivadas pero no el de las modernas levaduras seleccionadas. Se prohíbe la adición de productos enológicos habituales, como yeso, azúcar, colorantes o decolorantes, taninos y clarificantes, con la excepción de clara de huevo, papel puro, sílice y asbesto.
La jerarquía no considera aptos los vinos alterados o picados, pero está también prohibido el sulfitado de los vinos, aunque se admite la desinfección con sulfuroso de los depósitos y barricas, así como de los mostos. Para la conservación del vino se autoriza la pasteurización, la concentración por frío, por vacío o por calor (calor moderado y aplicado por “baño maría”, no por fuego directo; no se autoriza la adición de alcohol, salvo en el caso de que haya riesgo de que el vino se corrompa.
La adición de agua se autoriza únicamente en el momento de la Eucaristía y sólo por considerar que reproduce la práctica habitual hace dos mil años de “bautizar” ligeramente los vinos. El resultado final es un vino blanco y dulce, con 100 a 150 gramos de azúcar por litro, y la verdad es que no demasiado atractivo según los parámetros actuales ya que la prohibición de adiciones y prácticas enológicas dejan al vino desprotegido ante los agentes externos, sobre todo ante la oxidación.
¿Qué es un vino natural?
¿Qué es el vino natural? Ética al cultivar y al vinificar. La etiqueta “natural” y “artificial” dentro del mundo del vino se remonta a los primeros vinos de la historia, es decir, la sencilla distinción entre el zumo de la uva con o sin añadidos. Por vino natural entenderemos que es el vino obtenido con el mínimo de intervención posible, es decir, tanto en la manera de trabajar el cultivo del viñedo y las uvas como en el proceso de elaboración en bodega y su transformación en el producto final que bebemos. Vino Natural. Vella Terra
¿Cuál es la historia del vino?
Historia del vino, origen de la viticultura El vino se produjo por primera vez durante el neolítico, según los testimonios arqueológicos hallados en los montes Zagros, en la región que hoy ocupan Irak e Irán, gracias a la presencia de Vitis vinifera sylvestris y la aparición de la cerámica durante este periodo.
La evidencia más antigua de la producción y consumo de vino es una vasija del año 5400 a.C., hallada en el poblado neolítico de Hajii Firuz Tepe, en los montes Zagros. La vasija contiene un residuo rojizo, presumiblemente vino. Aunque recientemente se ha encontrado la bodega más antigua conocida, datada en el año 6000 a.C., que sitúa en Armenia la producción más antigua de vino.
Posteriormente, el consumo de vino se extendió hacia el occidente, llegando a Anatolia y Grecia; y hacia el sur, llegando hasta Egipto, ya célebre en Bahariya durante el Imperio Medio (siglo XX a.C.) La más antigua documentación griega sobre el cuidado de la vid, la cosecha y el prensado de las uvas, es Los trabajos y los días, de Hesíodo, del siglo VIII a.C.
- En la antigua Grecia el vino se bebía mezclado con agua y se conservaba en pellejos de cabra.
- Lo primero que cabe destacar es que el vino, a lo largo de la historia, ha estado muy bien considerado por la alta sociedad occidental, siendo testigo imprescindible en cualquier acontecimiento o banquete de importancia y alrededor de él se han firmado los grandes tratados y acontecimientos históricos de occidente.
Ya en Egipto, Grecia y Roma, se adoraba a Dioniso o Baco (dios de los viñedos) y la Biblia se refiere al vino en diversos pasajes, entre otros donde relata la última cena de Jesús, que ofreció una copa de vino a sus discípulos representando su sangre.
Sabemos que en China, hace 4000 años, ya conocían el proceso de fermentación de la uva, y que en Egipto, en el siglo XIV a.C., ya conocían la viticultura. La viticultura debe su mayor desarrollo a la propagación del cristianismo, por ser el vino necesario para la celebración de la misa. Los monasterios, con sus propios métodos de elaboración y extracción, fueron los precursores de la viticultura y vinicultura, dejando huellas tan claras como los vinos priorato, proveniente de la palabra prior.
: Historia del vino, origen de la viticultura